En el marco de los festejos por el 40° aniversario de la creación del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT), Se presenta “Cuarteto” de Eduardo Rovner. Es una versión extendida de una las obras emblemáticas de aquella edición del ciclo Teatro Abierto en 1982: “Concierto de aniversario”. Altro Ké Compañía Teatral fue convocada entre otras razones como producto del abordaje de tres obras cortas del mismo autor con la cual el grupo se presentó en La Comedia el año pasado. “3 x Rovner. Fotografías de un concierto de ilusiones” era un tríptico que bajo una misma estética y dinámica teatral recorría distintas épocas de Rovner ya que abría con “¿Una foto…?”, seguía con “Viejas Ilusiones” y cerraba con la mencionada anteriormente. Ahora la sala Juan Carlos Gené del CELCIT, alberga a estas criaturas todos los sábados a las 21:00hs hasta el 23 de mayo inclusive. En este contexto hablamos con su director, Gaby Fiorito:

Vienen de hacer "3 x Rovner. Fotografías de un concierto de ilusiones", ahora "Cuarteto" ¿Que ves en particular en este autor y en esta obra?
Eduardo Rovner es uno de los más grandes dramaturgos argentinos contemporáneos y sus textos, en general, nos hablan de muchísimo más que la fábula aparente. Rovner es un denunciante, y como tal, me parece un hallazgo desde el “hacer arte” poder adherir a un autor que denuncia, sin caer en la obviedad de esa denuncia.
“Cuarteto” es una obra maravillosa, redonda, inteligente. Combina magistralmente varios elementos para contar una historia que cierra cruelmente perfecta y a la vez, -y esto es lo brillante en la escritura de Rovner-, nos habla, y mucho, de otras cosas.
Para sintetizar, toma la figura de un luchador por la libertad, la igualdad y la alegría, (este último concepto nos resulta hasta naive), como fue Beethoven, y la pone en manos de cuatro farsantes, que simulan ejecutar la música del genio para edulcorar sus existencias miserables. Estos pseudo músicos están haciendo un ensayo previo a una ansiada presentación en televisión. En contrapunto a esta gran farsa, se encuentran el hijo y su esposa, quien en el cuarto de al lado, está agonizando. Los quejidos e interrupciones de la mujer, generan una tensión cada vez más profunda, hasta que, para poder llegar bien al concierto, terminan por deshacerse de ese conflicto de una manera inesperada.
Son seres incapaces de escuchar a un otro, de “escuchar otra música”, con un grado de intolerancia e insensibilidad propios de una época nefasta de nuestro país y de nuestros países hermanos de Latinoamérica y también, en otros lados del mundo. Metáfora sobre los distintos poderes, un pueblo “tironeado” en diferentes direcciones -que en la obra lo podemos encontrar en una silla de ruedas-, y ella, la mujer, nuestra patria sufriente.
Hablemos un poco del elenco. ¿Cómo trabajas con actores que tienen distinta formación para lograr homogeneidad?
En principio por supuesto, analizamos el material. Compartimos diferentes miradas, analizamos con lupa situaciones y textos, establecemos probables paralelos, y discutimos puntos de vista.
Luego comparto con ellos mi visión estética del montaje, y el modo actoral a través del cual me gustaría contar la historia, sin imponer un registro determinado, pero sí teniendo claro adónde quiero arribar. Y aquí comienza sin dudas la parte más sustanciosa de todo este asunto, poner el cuerpo, la voz, los juegos corporales. “Cuarteto” fue un proceso riquísimo en el que transitamos desde las risas más escandalosas hasta los momentos de mayor opresión en el pecho, la garganta y las lágrimas. Es un elenco maravilloso, que se entrega al cien por ciento a las consignas, que propone y pone el cuerpo sin miramientos. Un elenco que confía entre sí y confía en mi mirada. Hay una gran comunión. Trabajar así, es hiper placentero.

¿Qué tipo de teatro es el que te gusta abordar como director? ¿Hay una estética en particular que te gusta elaborar?
Personalmente creo que hay teatro si hay algo para decir, para contar, para pensar… por citar a uno de los más grandes maestros, Brook hablaba de un teatro que “aporte” a la gente, que le sea “suficiente” al espectador. Creo en este punto que el teatro de Eduardo nos aporta esas posibilidades y con un valor artístico agregado maravilloso, denunciar sin ser panfletario. No tengo ninguna objeción con el teatro “panfletario” (permítaseme ese término para ser claro en el ejemplo), seguramente es una cuestión de elección y de enfoque estético, y yo elijo trabajar desde la metáfora. Me seduce el desafío que propone contar una historia, que no pierda su esencia y a la vez, metaforice determinadas denuncias, determinados gritos ahogados, y tratando a la vez de mantener al espectador en vilo en todo momento, sin darle respiro, ese es el mayor desafío.
Elijo una poética que desnude el alma del actor y del texto, que no sólo el actor entre en trance, si no que el espectador vivencie codo a codo las emociones y con las emociones del actor.

Quiero un “teatro bomba”, donde “pasen cosas viscerales”, donde se transpire la camiseta para disfrute de todos los que asisten al ritual.

4. ¿Hay próximos proyectos en danza?
Hay proyectos. Por supuesto se viene un nuevo Rovner para dentro de un tiempo…
Y más cerca, en lo sucesivo, pondremos en escena un texto de Mariano Moro (Edipo y Yocasta), que habla sobre la tragedia de Edipo por todos conocida, pero desde un lugar absolutamente de humor (en todos sus matices) y con una alta dosis de argentinidad.
Luego de haber visto “3 x Rovner…” El director parece redoblar la apuesta por el humor negro y crítico de Eduardo Rovner. “Cuarteto” está interpretada por Mauricio Chazarreta, Guillermo Tassara, Iván Steinhardt, Javier Guerrero y Romina Pinto. Las funciones se extienden hasta el sábado 23 de Mayo. Aunque con la tercera función agotada tal vez los tengamos mas tiempo.