Durante los meses de mayo y junio, la cantante andulaza Pepa Luna se presentó en La Biblioteca Café y brindó shows que combinaron flamenco, boleros y tangos, donde no faltaron artistas invitados. Aire de mediterráneo se respiró los viernes en La Biblioteca Café. Un menú que incluyo calamares, tortilla y tablas típicas de la cocina española llevaron al comensal directamente al postre, que en realidad, era el plato principal de la noche: el show de Pepa Luna.
La artista malagueña establecida hace cuatro años en Argentina, empezó su espectáculo recitando (y cantando) poemas de Federico García Lorca para arrancar un viaje que cruza el Atlántico y termina en el Río de la Plata. Con clásicas canciones flamencas, la artista demostró su enorme talento, desplegando su impresionante voz, enfatizando en el poder de la mirada toques sensuales, pero también melancólicos y nostálgicos.
Y si de nostalgia se habla no pueden faltar tangos clásicos como “Volver”, esa hermosa melodía universal que marcaba el regreso de Gardel a Buenos Aires. Con la presencia de la bailora Carmen Mesa demostrando el poder gitano, Pepa Luna estuvo acompañada por el guitarrista Héctor Romero y el percusionista Pablo Alexander.
Pero Pepa, su canto y simpatía no fueron las únicas estrellas de la noche. En esta oportunidad, la multifacética artista de blues electrónico María Volonté fue una invitada de lujo para acompañar a Luna y brindar una soberbia muestra de su repertorio personal. El guitarrista Ricardo Flanagan, profesor de tango de la cantante malagueña también dijo presente a la hora de acompañar la excelente faceta tanguera de Luna.
El show terminó repasando algunos inolvidables boleros, donde no pudo faltar el clásico “Sabor a mí” del mexicano Álvaro Carrillo. Desde España a Buenos Aires y el Caribe, Pepa Luna, es una artista completa y versátil, que no hay que dejar de ver. Excelente.