Es absurdo saber que por años se han estudiado infinidad de adicciones como el alcoholismo, la drogadicción, el tabaquismo, entre otras clasificaciones, mientras que la codependencia, la cual se refiere específicamente a la dependencia o adicción a otro ser humano, sea la enfermedad de la que menos se han hecho investigaciones y a su vez se trate del trastorno más complicado de abordar y superar.
Las emociones o situaciones que una persona suele transformar en sustancias químicas, por supuesto adictivas, son las que impiden que el apego a otro ser humano desaparezca, por el contrario, crean una necesidad imperiosa por permanecer cerca o en contacto constante con la otra persona.
El peligro de esta enfermedad o adicción radica en ese inquebrantable lazo que para el codependiente es imposible cortar, pero también en el abuso que la contraparte de esta relación desequilibrada ejerce sobre el que basa todas sus necesidades y satisfacciones en alguien más; fenómeno que retratan muy fielmente las siguientes películas.
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“Te doy mis ojos”
Codependencia generada por una baja o nula autoestima.
Abuso alimentado de una necesidad de ejercer poder sobre el otro.
Director: Icíar Bollaín
Origen: España, 2003
Género: Drama social
Esta enfermedad psicológica surge años antes de que se manifieste, como una herida que se abre desde la infancia, ya sea por parte de una sobreprotección o el abandono de los padres, o figuras que se encargan del cuidado de la persona afectada, quien recibe dosis de cariño exacerbadas o carentes de manera descontrolada, promulgando la inestabilidad emocional de quien posteriormente buscará formar una relación similar a la de su niñez, pero ahora con su pareja sentimental.
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“Contra la pared”
Codependencia basada en otra adicción que se intenta suplir.
Abuso ejercido por parte de una persona con límites difusos o tergiversados.
Director: Fatih Akin
Origen: Turquía 2004
Género: Drama romántico
Las obsesiones o adicciones por algo más pueden llevar a una persona a intentar “superar” su dependencia intercambiando la sustancia o actividad a la que se era adicto por la atención enfermiza que se depositará en la persona con la que se intenta mantener una relación sentimental. Debido a que este tipo de personalidades no conocen o confunden los límites personales, tienden a actuar irresponsablemente, con dolo y de manera arriesgada en contra del codependiente, pues dominan que ésta jamás los abandonará a pesar del daño que les pueda causar la permanencia en esa relación.
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“Luna Amarga”
Codependencia originada por una necesidad extrema de afecto y una personalidad infantil.
Abuso generado a partir de una personalidad excesivamente controladora y con una concepción equivocada sobre la “perfección”.
luna-amarga
Director: Roman Polanski
Origen: Francia, 1992
Género: Drama
Las personas que por alguna razón se quedaron psicológicamente estancadas en una edad que no corresponde a la real, son, evidentemente, personalidades infantiles que buscarán el cariño y la protección de un adulto responsable que los “guíe” y/o decida por ellos; mientras que el que sufre de una necesidad permanente de controlar todo y a todos los que lo rodean, buscando la seguridad y estabilidad emocional que no posee, intentará “proteger” cada una de las acciones de, en este caso, su pareja: limitándola, controlándola y sometiéndola hasta los extremos.
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“Átame”
Codependencia basada en un miedo exagerado al rechazo.
Abuso ejercido a partir de un desequilibrio mental que surge de la obsesión.
atame
Director: Pedro Almodóvar
Origen: España, 1990
Género: Drama
*Frases de Almodóvar que demuestran que el sexo es más importante que el amor
La negación irrefutable ante sentirse excluido o indeseable para alguien más, lleva a un codependiente a la permisión extrema sobre él, involucrándose en relaciones y/o con personas que intenten sofocarlos, de tal manera que se tome posesión de la persona, como un objeto, para que el dependiente se sienta necesitado, amado o deseado, mientras que el agresor se imagine dueño total y único, de quien personifica su obsesión.
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“Diario de una ninfómana”
Codependencia resultante de un evento traumático.
Abuso por parte de quien sufre de una celotipia ezquizoide que le impide distinguir la realidad.
diario-de-una-ninfomana
Director: Christian Molina
Origen: España, 2008
Género: Drama erótico
*El psicoanálisis contra la sexualidad: en defensa de la ninfomanía
Existen transtornos emocionales que surgen a partir de una confusión entre la realidad y lo que la mente imagina, pues el enfermo no logra distinguir entre una suposición y un hecho, llevándolo a actuar de manera incomprensible con su pareja por una creencia infundada en los celos, en la que se teme perder a la pareja o verse reemplazado por alguien más en la relación. Si la persona en la que recaen estos reclamos o manifestaciones de inseguridad ha sufrido alguna situación que le haya generado una reacción traumática en cualquier nivel, le será casi imposible distinguir entre lo que significan los celos considerados “normales” o inofensivos y una serie de actos que pierden el respeto total por ambos involucrados.
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“Sólo mía”
Codependencia originada de la necesidad de satisfacer a los demás para obtener su aceptación.
Abuso alimentado de la dificultad para expresarse o comunicarse con el otro.
solo-mia
Director: Javier Balaguer
Origen: España, 2001
Género: Drama
Resulta extraño, pero en ocasiones, las personas que no logran explicarse o no se atreven a hablar sobre sus sentimientos, guardan un gran rencor por la persona que les genera todas estas emociones. Comúnmente, quien se involucra con una persona como ésta actúa siempre en base a la búsqueda de la satisfacción o felicidad del otro para ganarse su aceptación y de algún modo sentirse en paz con ella misma, creando una codependencia muy difícil de identificar y superar.
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“Leaving las Vegas”
Codependencia regida por la negación de quien busca en la compañía la solución a todos sus problemas.
Abuso por parte del que necesita aprovecharse de la debilidad del otro para demostrar su capacidad.
películas de dramaDirector: Mike Figgis
Origen: Estados Unidos, 1995
Género: Drama
El codependiente acepta toda clase de abusos por parte de su pareja cuando no concibe otra forma de sentirse liberado, en paz o con la posibilidad de solucionar sus problemas. Entonces, esta persona al saberse “necesaria”, denota una y otra vez las debilidades de su pareja, poniéndola en ridículo o exacerbando sus defectos mientras agranda sus propias fortalezas para convencerse a él mismo y al otro de ser prioritario para el bienestar de la relación.
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Es bastante grave confundir entre el enamoramiento y la necesidad de sufrir para amar y sentirse amado: perdernos en el otro y no volver a ver nuestra individualidad, aislarnos para entregarnos en cuerpo y alma a quien demanda cada segundo de nuestra vida y sentirse atrapado para nunca sufrir la soledad, no son sinónimos ni pruebas de amor, más bien, son los síntomas de una codependencia emparejada entre dos seres que tratan de encontrar en el otro lo que en ellos hace tanta falta. O al menos así lo retratan estas crudas y reales tramas, las cuales abordan ambas perspectivas de la enfermedad, pues vemos el sufrimiento del que ejerce violencia, abusa sin medida o viola tanto los derechos del otro como los del que busca inconscientemente involucrarse con alguien que se rija por ese patrón, característica primaria de una persona codependiente.
Existen muchas terapias para reconocer estas problemáticas, las cuales son más que discutidas por expertos y otros que abordan el tema desde una perspectiva distinta, como el desarrollador de El movimiento artístico que quiere acabar con la violencia a través del amor, y otras reflexiones que hablan con sobre algunos factores que alimentan la codependencia, como El silencio insoportable de la violencia.