Recuerdo, como un sueño, el fin de semana en el que decidí que quería ser poliamorosa.
En 2011, fui a un taller de performance organizado por el Instituto de Cultura de Acapulco; apliqué para entrar porque conozco el trabajo del grupo encargado del taller, una organización artística internacional que hace performance art principalmente: La Pocha Nostra quienes trabajan para trascender conceptos como fronteras, raza, género y brechas generacionales, como dice en su página de internet.
“Nuestro común denominador es el deseo de retar y borrar las peligrosas barreras entre el arte y la política, la teoría y la práctica, el artista y el espectador, el mentor y el aprendiz, el cuerpo y las pesadillas culturales. Nos esforzamos para erradicar mitos de pureza y disolver las barreras rodeando la cultura, la etnia, el género, el lenguaje, el poder y el oficio. Tristemente, en este punto del tiempo, esto aún es considerado actos radicales”.
En aquellos días estaba bastante interesada en el trabajo de grupo y obviamente quería ir al taller, así que hice la solicitud y afortunadamente fui seleccionada.
El taller duró una semana. Para la graduación, los instructores: Dani D’Emilia y Saul Garcia Lopez, orgnanizaron una gran fiesta con todos los participantes, 15 en total.
Habíamos estado juntos una semana entera, haciendo ejercicios de confianza, tocándonos, conociéndonos, viéndonos, hablando entre nosotros, haciendo confesiones. Y al final de aquella semana, no éramos amigos, pero de alguna manera, nos queríamos.
Yo sentía mucho amor y admiración por mis compañeros, tanto que con un par de cervezas en mi sistema, me encontré besando a todos mis nuevos amigos.
No éramos individuos, éramos un cuerpo gigante de 15 personas que se tocaba y besaba sin prejuicios, pena o culpa.
Aquel día descubrí el placer de ser amada y me di cuenta que no era necesario amar a una sola persona: podía estar enamorada de 15 personas… y ellos me querían.
No importa que sólo estuviéramos juntos una semana, amé ese momento y lo recuerdo como si fuera ayer.
Después entendí que los territorios del arte también son territorios de amor, y eso, en aquel contexto de creatividad y creación, inmersa en aquella energía, me hizo sentir más libre; entonces determiné amar a todas las personas que quiero amar, en entera libertad y sinceridad
Todavía estoy en la lucha: vivo en una sociedad que quiere aplastar todas las manifestaciones libres de amor, y no es fácil sobrepasar mis propios prejuicios y la forma en que fui educada, pero estoy tratando.
Diferencia entre poligamia y poliamor
La historia del poliamor se remonta a 1964, cuando se acuñó el término por el escritor de ciencia ficción Robert Heinlein en su novela Forastero en tierra extraña. Esta obra se convirtió en el libro de cabecera de la comunidad hippie, ya que habla sobre la fundación de una religión basada en la comunión espiritual y sexual de todos sus miembros donde el engaño no tiene cabida.
Así, esta concepción del amor pasó de Estados Unidos a distintos países de Europa y de ahí a América Latina. Actualmente han surgido numerosos libros que tratan el tema, pero aún no existen estadísticas precisas sobre cuántas personas la practican.
El poliamor "es una opción de vida amorosa que no está en contra de la monogamia, simplemente pertenece a la diversidad sexual y, como tal, está muy estigmatizada. Por tanto, se puede considerar una no monogamia con consentimiento", explica el doctor Juan Luis Álvarez-Gayou Jurgenson, psiquiatra fundador del Instituto Mexicano de Sexología (Imesex).
Muchas personas aún consideran que son lo mismo la poligamia (matrimonio que permite estar casad@ con varios individuos al mismo tiempo), promiscuidad (conducta en que se suele cambiar parejas sexuales buscando sólo el placer) y poliamor. Sin embargo, la diferencia es clara para uno de los primeros grupos de esta práctica en el país, el Colectivo Poliamor en México, que detalla:
“Entendemos por poliamor la decisión ética de reconocer la libertad de cada persona y, por ende, la posibilidad de establecer más de una relación erótica-afectiva-amorosa simultánea de manera honesta, equitativa y comprometida en la formación de consensos con todo@s l@s involucrad@s para caminos de vida en común. Implica también el respeto a la autonomía y a la singularidad de las otras personas, así como el empoderamiento de nuestros deseos".
Los poliamorosos piden no confundir poliamor y poligamia, ya que ellos buscan, ante todo, la igualdad y el respeto entre los miembros de la relación, mientras que en la poligamia hay restricciones para alguna de las partes, generalmente la mujer. Asimismo, señalan que no se trata solamente de sexo, sino de una relación de compromiso y amor donde la promiscuidad e infidelidad no tienen cabida.
Celos, "talón de Aquiles" del poliamor
Existen varios tipos de poliamor, por ejemplo, entre tres o cuatro personas, así como casos en que se forma una red a partir de una pareja base o primaria. Por ello, hay quienes como Grecia, Mariana y Raúl, viven juntos, o bien, comparten ocasionalmente un hogar o, incluso, tienen varias parejas que no se conocen entre sí, pero el compromiso en pareja sigue siendo "amarse, dejarse amar y respetar los amores de los demás".
Aunque todo suene perfecto, Álvarez-Gayou reconoce que los celos de pareja pueden presentarse y poner fin a las relaciones; sin embargo, los poliamorosos suelen verbalizar o hablar de los celos en lugar de actuarlos, por ello asegura que su nivel de comunicación es 3 a 4 veces mayor a la de parejas monógamas, ya que se trata de una situación honesta en donde la equidad es importante en los acuerdos.
Poliamor, daños a la salud emocional y salud sexual que se pueden evitar
La relaciones poliamorosas se desarrollan lentamente en el seno de sociedades tradicionales monógamas como la mexicana, donde ya comienzan a aparecer en redes sociales como Facebook (/poliamorenmexico y /poliamormexico).
Se trata de personas interesadas en vivir plenamente sus relaciones en pareja, pero para ser parte de éstas se requieren formación y convicción sólidas, de lo contrario se pone en riesgo tanto la salud emocional como la salud sexual.
Entre los riesgos del poliamor en la salud emocional se encuentran:
Disminución la autoestima ante la incapacidad de controlar celos y superar inseguridades.
Puede haber confrontación de ideas, si no existe plena convicción de los acuerdos con los que se pretende ejercer el poliamor.
Resentimiento, culpa y/o arrepentimiento de haber aceptado tener relaciones con múltiples parejas, afectivas y sexuales.
Miedo constante a la idea de que la otra persona pueda enamorarse de alguien con quien también tiene relaciones.
Dificultad de adaptarse al cambio, si no se tiene la seguridad de que se tomó la mejor decisión al establecer algún acuerdo.
Estrés constante debido a la presión social a la que somete este tipo de relación, que puede incluso provocar la ruptura.
Por ello, los poliamorosos deben recordar que si van a mantener relaciones con varias personas sin tomar las medidas higiénicas y de protección adecuadas ponen en riesgo su vida y la de todas las personas con las que se estén involucrado. De ahí que el respeto y amor que caracterizan a este tipo de relación también influyan en la salud sexual.
Consulta a tu médico para obtener mayor información y orientación sobre la forma de relacionarte y vivir responsablemente tu sexualidad.