Faltando varios meses para la llegada del verano, este momento del año es ideal para ocuparse de la piel del rostro y prepararla para los meses de calor. "La piel debe lucir saludable, no opaca. Por el contrario, debe destacarse con un brillo natural, lo que es un resplandor que se refleja por la calidad de las capas de la piel y no por el "brillo oleoso"", explicó la dermatóloga Lilian Demarchi a Infobae.

Para lograr una piel sana y joven es importante utilizar -por las noches y en invierno- determinados productos que ayuden a eliminar las células muertas y favorezca al crecimiento de las células basales nuevas. "Los productos con ácidos derivados de la vitamina A son los indicados. Estas cremas son fotosensibles, por lo tanto no deben colocarse en verano", agregó Demarchi.

"Aquellas personas que tienen pecas, con el tiempo estas tienden a unirse y a formar manchas, que se deben ir suavizando con diferentes tratamientos médicos. Si las pecas se funden hay que tratarlas. Siempre y cuando se busque un color de piel más homogéneo. En casa se puede empezar por no aumentar la pigmentación -oscurecerlas- colocando protector solar cada tres horas al estar al aire libre", dijo la experta.

Los poros están genéticamente determinados según la producción de seborrea -aumento patológico de la secreción de las glándulas sebáceas de la piel- que tenga cada persona.

"Al miramos al espejo, lo ideal es tener una piel sellada, con poros lo menos abiertos posible. ¿Cómo podemos ayudar a que nuestra piel vaya cerrando poros? Bueno, una forma de contribuir es utilizando siempre productos de limpiezas en geles acompañados de un tónico y cremas ligeras, que no engrasen la piel. Es muy útil la utilización de ciertos ácidos que se colocan de noche para mejorar la seborrea y cerrar poros. También resulta muy importante que todo lo que se coloque en la piel tienda a ayudar a no seguir abriendo esos poros. Todo debe ser liviano", detalló Demarchi.

Una piel homogénea muestra un color que luce bien. Cuando hay ciertas manchas más oscuras que el resto de la piel, localizadas simétricamente en general a ambos lados de la cara, son manchas llamadas melasma, que pueden ser provocadas por ciertos factores hormonales como embarazo, anticonceptivos, tiroides, entre otras.

"Siempre es bueno una evaluación médica de estas para pesquisar la causa, pero personas deben saber que el sol y las manchas son incompatibles. Es decir, exponerse a los rayos solares siempre las va a aumentar. De ser necesario, es saludable protegerse con factores de protectores altos, anteojos de sol y sombrero o visera", sostuvo la dermatóloga.

El protector solar debe colocarse media hora antes de exponerse al sol y renovarse cada tres horas para que no pierda su efecto. Es importante recordar que el sol pasa a través del vidrio. "Si uno está viajando en transporte debe colocarse protector igual, como así también los días nublados, aunque parezca que el sol no está. Por otra parte, permanecer mucho tiempo frente a una computadora o en ambiente con luces fluorescentes pueden provocar el aumento de manchas", concluyó Demarchi.