Usar el celular al manejar. Cruzar el semáforo en rojo. Seguir aunque la señal indique que hay que parar. Para los conductores argentinos, la norma es no respetar la norma. Así lo revela un estudio de la Universidad Siglo 21 en la Ciudad de Buenos Aires y otros grandes centros urbanos, según el cual el 90 por ciento de los encuestados reconoció cometer infracciones de tránsito. Para participar del sondeo, los conductores de autos y motos opinaron sobre su rol al volante y el incumplimiento de las normas de tránsito y sus consecuencias. Es decir, fueron los propios infractores los que reconocieron sus faltas ante los autores del estudio. Además del alto porcentaje de infracciones, alarma que la mitad admita que usa el celular cuando maneja, o que cuatro de cada diez confiesen haber cruzado algún semáforo en rojo en los últimos tres meses. Sin embargo, el 94 por ciento de los encuestados se califican mejor a sí mismos (8,1 de 10) que al resto de los conductores (5,2). Infracciones comunes son también exceso de velocidad (casi el 80 por ciento indicó que es probable o muy probable que superen el límite si están apurados), uso de celulares mientras se conduce y cruce habitual de semáforos en rojo, algo que la mitad reconoce que es probable que haga por la madrugada. Otros números preocupantes son que ocho de cada diez admiten que no se detuvieron totalmente frente a la señal de ?Pare?, y que seis de cada diez revelaron que no la respetaron al menos una vez en los últimos tres meses. Del sondeo participaron 1.052 conductores y conductoras habituales de autos y motos, de entre 18 y 60 años y con residencia en las ciudades de Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán. El hecho de que sólo una pequeña parte de los infractores reciba algún castigo económico o multa por incumplir normas de tránsito no ayuda, según los autores del estudio. ?Este predominio de la impunidad -ausencia de castigo- en las conductas consideradas ?fuera de la norma? tiene consecuencias considerables para la legitimidad de las normas viales, la aplicación de la justicia y el tejido social, entre otros aspectos?, explican.