A simple vista puede resultar desconcertante el formato de speed dating aplicado a los encuentros de negocios. Pero los organizadores de ArgenWorld XXI, que se realizó esta mañana en el Centro Metropolitano de Diseño de Buenos Aires, consideraron que, para fortalecer las relaciones de nuestro ecosistema exportador en lo que genéricamente se denomina ?industria del conocimiento? -que incluye, entre otros ítems, el software- no había tiempo que perder. Por lo tanto, 60 PyMEs con potencial exportador del Área Metropolitana Buenos Aires se juntaron con empresas líderes del sector informático que tienen cadenas comerciales de alcance internacional. Cada PyME participante tuvo cinco encuentros de seis minutos de duración cada uno, al cabo de los cuales cada una rotaba de posición para dialogar con la siguiente empresa exportadora. De este modo es fácil que alguien que necesite 2 mil horas de programación se encuentre con un empresario pequeño o mediano que le conteste ?yo tengo los programadores?. Aunque el objetivo final de estas vinculaciones es más ambicioso. En palabras de Carlos Pallotti, subsecretario de Servicios Tecnológicos y Productivos del ministerio de Producción de la Nación, el país procura ?pasar de aglomerados de empresas a ecosistemas o clusters? que sean una construcción colectiva de las empresas grandes, las PyMEs y las instituciones, de manera de exportar talento. Volumen No se parte desde cero. En 2015, la Argentina realizó exportaciones por U$S 6.500 millones en ?servicios de conocimiento?, lo que representó 8% más que el año anterior y además, implica un balance superavitario: esta cifra sólo corresponde a un tercio de lo producido; el resto es consumo interno. Pallotti estima que, con el tiempo, esta proporción será de 50%-50%, no por merma doméstica sino por crecimiento del mercado exportador. La mayor parte de lo que se exportó no fue informática ?sector que representó sólo la tercera parte del total-, sino servicios profesionales. Es que la ?industria del conocimiento? involucra todos aquellos recursos por los cuales una idea o un concepto creativo se traducen en productos. Por eso, si bien últimamente se convirtió en uno de sus segmentos más débiles, el audiovisual fue uno de sus exponentes principales hace unos diez años. ?Pero hay sectores embrionarios que nos interesa mucho potenciar, porque están muy bien en investigación y desarrollo y son formas de exportar. Por ejemplo, los servicios médicos?, asegura Luis Galeazzi, director Ejecutivo de Argencon, entidad que nuclea a empresas prestadoras de servicios basados en el conocimiento y relacionadas con los mercados externos. ?El gobierno anterior hizo mucho por la ciencia básica; para este gobierno también es un sector estratégico la exportación de conocimiento.? Marca de origen ?¿Por qué vienen a este evento las empresas grandes, que ya tienen sus nodos y no dependen de una ronda de negocios??, se pregunta retóricamente Pallotti; y responde: ?Porque saben que la creación de una marca de origen exportadora es colectiva y que ?Argentina? tiene capacidad de llevar adelante un proyecto de negocios, así como lo tiene una determinada empresa. Como corporación, les va a venir bárbaro decir en Nueva York que en Buenos Aires tienen capacidad de ejecutarlo.? Visto desde el lado de las chicas, en palabras de Roberto Waigmaster, CEO de gA (Grupo Assa), se trata de que reciban asesoramiento para llevar sus habilidades a clientes potenciales en el exterior. ?Nosotros sabemos qué se demanda afuera; esta empresa en particular atiende a 41 mercados?, afirma. ?Si un entrepreneur arranca compartiendo el ecosistema con nosotros, habrá talentos complementarios, la empresa chica podrá usar la plataforma que ya creó la más grande, y seguramente habrá skills que podrán integrar.? Aunque exportar talento argentino también incluye la localización en el país de multinacionales que desde aquí dan servicio a clientes extranjeros. De hecho, según hizo notar Galeazzi, de Argencon, actualmente hay 46 multinacionales así radicadas en la Argentina. Entre ellas, por caso, la consultora Accenture, que desde Buenos Aires emite informes que cumplen con los estándares de la SEC (Securities and Exchange Commission de los Estados Unidos). Como se ve, no se trata exclusivamente de sectores de actividad esencialmente techies, sino que algo en lo que todos los organizadores coinciden es en que no sólo las empresas de IT, sino todas ellas, se encaminan a ser ?de tecnología?. En palabras de Silvia Torres Carbonell, subsecretaría de Economía Creativa del ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad, ?las que están presentes acá, así como muchas otras, ya tomaron conciencia de que su mercado es el mundo?. Matizó que, por supuesto, son las grandes las que están más concientizadas al respecto: de ahí la necesidad de sacar a las PyMEs del ?encierro? en el que a veces están, pensando únicamente en su mercado. ?Ellas son 90% de las empresas argentinas y crean de 60% a 70% de los puestos de empleo?, subrayó Torres Carbonell sobre la importancia de que se mentalicen así. La era del big data ¿De qué hablamos concretamente cuando decimos que todas las actividades involucran de algún modo las IT? De algo a la vez archisabido, pero últimamente muy reformulado: la información sobre el consumidor. Según explica Waigmaster, así como la creación del motor a explosión marcó la tercera gran transformación de la humanidad, el elemento que define la actual transformación es el dato, por lo cual se vuelve imperativa la incorporación de tecnologías digitales a lo largo de la cadena de valor hasta llegar al consumidor. ?Una empresa como Uber ya nació digital?, observa Waigmaster. ?Pero para un banco o una petrolera, la clave es convertir el megavolumen de datos de que se dispone ahora en un recurso para conocer a su consumidor, inducir tendencias e ir integrando servicios. De esta transformación hablamos cuando hablamos de convergencia: innovar es combinar elementos preexistentes.? Y por dar un ejemplo, anticipa que las aplicaciones celulares ya ?fueron?. ?El big data llegó a todo el mundo, así que ya no vas a necesitar una plataforma específica o un agrupador para que te diga a qué restaurante ir o en qué hotel hacer una reserva?, ilustra Waigmaster. ?Tu propia plataforma de siempre va a ir llevándote sola, usando los datos tuyos que ya tiene. Para la empresa, el desafío es cómo modificar su modelo de negocios usando la tecnología disponible.?