En vuelta en medio de la polémica entre el oficialismo y la oposición en la Cámara de Diputados sobre la reforma electoral impulsada por el Poder Ejecutivo, el sistema de voto electrónico (VE) que apoya el macrismo también está rodeado por dudas y reparos de diferentes expertos electorales, en especial en torno a su seguridad.
La boleta única electrónica (BUE) o boleta digital (BD) que quiere implementar el Gobierno es un anhelo que expresó por el propio Mauricio Macri, quien defendió la iniciativa el 27 de abril de 2015, luego de las PASO porteñas.
Ya como Presidente de la Nación, el líder del PRO insistió en su apoyo a esta modalidad el 23 de junio, cuando presentó la reforma electoral que trata la Cámara baja.
Sistema
La propuesta oficial consiste en una pantalla donde se puede elegir un candidato, una lista o cortar boleta, dependiendo de cuál sea la elección.
El votante recibe un respaldo en papel que lo deposita en la urna, un comprobante que también contiene la información en un soporte digital, que sirve luego para hacer el recuento.
Para ello se compara la información almacenada de forma digital con la máquina que hace el escrutinio.
¿Panacea electoral?
Esteban Zuttion, director de Campañas Electorales del Ministerio del Interior, defendió la BUE, porque “viene a terminar con un conjunto de problemas asociados al sistema actual, de boletas partidarias”.
Las ventajas del nuevo sistema, según describió este funcionario, son las siguientes:
* Asegurará que todos los partidos y candidatos estén siempre disponibles para que el ciudadano elija la opción que prefiera.
* El votante tendrá más clara la oferta electoral, porque se eliminan las listas colectoras, lo que hará más sencillo comprender qué es lo que se está eligiendo y votando.
* Se eliminan prácticas clientelares tradicionalmente asociadas a la distribución de la boleta partidaria.
* Se agilizará el recuento provisorio, primero en cada mesa, y luego también el total, por el nuevo modo de transmisión de resultados desde cada escuela al centro de cómputos.
Pero no todo es color rosa.
El director de Campañas Electorales admitió que “los problemas pueden tener que ver con la adaptación del nuevo esquema por parte de la ciudadanía, para lo cual la capacitación será sumamente importante”.
Alejandro Tullio es una de las voces con más experiencia sobre temas electorales: entre mayo de 2001y diciembre de 2015 estuvo al frente de la Dirección Nacional Electoral, es decir, en las elecciones nacionales llevadas a cabo durante los gobiernos de Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor y Cristina Kirchner.
Este profesor de Derecho e Instituciones Electorales y experto internacional en administración electoral reconoció que el “desempeño” de la BUE hasta hora fue, desde el punto de vista electoral, “positivo” en los lugares en que se implementó: Salta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco, San Luis y Neuquén.
Retroceso global
Sin embargo, y pese a la pátina de modernidad que tiene el sistema electrónico ante la antigua modalidad del papel, se trata de una solución en retroceso en el mundo.
Desde el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), su coordinadora del Programa de Instituciones Políticas, Soledad Zárate, apuntó que es un sistema que “fue abandonado o está en desuso en el resto del mundo”, y que sólo siete democracias lo utilizan actualmente, entre ellas Filipinas, India, Brasil y Venezuela.
En contraste, el sistema de la boleta única de papel “es el más extendido en el mundo y las capacidades instaladas que se requieren para implementarlo se acercan más a las que nuestro país posee hoy”, afirmó la experta del CIPPEC.
Javier Smaldone, programador y administrador de redes y sistemas, destacó que la boleta única de papel es el sistema utilizado por la “inmensa mayoría del mundo”, incluso por aquellos países que probaron opciones electrónicas y las descartaron.
Este técnico señaló que de los 20 primeros países en desarrollo humano, sólo los EE.UU. utilizan computadoras para votar en el 30% de los condados.
“Si países como Holanda, Alemania y Austria prohibieron el voto electrónico, países como Australia, Irlanda y el Reino Unido lo evaluaron y descartaron usarlo, entonces ¿por qué elegimos votar como Venezuela, la India y Brasil, los únicos países del mundo que hacen lo que el oficialismo quiere hacer en 2017? ¿No les hace algo de ruido?”, se preguntó Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre.
¿Voto “hakeado?”
El ruido señalado por Busaniche se convierte en ensordecedor ante las denuncias que provienen desde los opositores al “e-voto” cuando se plantean los riesgos de esta plataforma electrónica electoral.
Smaldone advirtió que la emisión del voto por medios informáticos “abre las puertas a nuevas formas de violación del secreto, y a mecanismos que permiten determinar (con o sin la voluntad del elector) cómo se ha votado”.
Al respecto, recordó que desde hace más de un año desarrolló y mostró una aplicación que corre en celulares y que permite determinar si se ha votado por determinado partido.
Esta aplicación funcionó en los sistemas usados en Salta y la ciudad de Buenos Aires, “proveyendo un mecanismo efectivo para la compra de votos”.
En una reunión de las comisiones de Diputados que tratan la reforma electoral el 4 de agosto, expertos de seguridad, computación, y criptografía demostraron la inseguridad de la plataforma.