Muchas veces la coyuntura nos despoja de la posibilidad de la comprensión histórica de las metas que, una vez alcanzadas, se pueden vivenciar como parte del presente, desagregándolas de las luchas que la antecedieron.

Para algunos puede ser el caso de la concreción del Boleto Estudiantil en la ciudad de Buenos Aires, si se deja de lado el secuestro y asesinato de diez alumnos secundarios platenses ocurrido el 16 de septiembre de 1976, conocido como la Noche de los Lápices. Estudiantes, muchos menores de 18 años, que fueron secuestrados por efectivos de la policía bonaerense en represaría por la lucha que mantenían por la implementación de este beneficio.

Un Boleto Estudiantil que hoy es una realidad en la ciudad de Buenos Aires, a partir de los esfuerzos y compromisos de varios sectores de la oposición que se vieron recompensados con la decisión del Ejecutivo de impulsar un proyecto propio que toma los aspectos centrales de sus antecesores e introduce conceptos en una norma que beneficiará a un universo de más de 270.000 alumnos de escuelas porteñas.

El artículo 1º de la ley sancionada por unanimidad este jueves por la Legislatura porteña establece la creación de este Boleto Estudiantil "para los usuarios de servicios públicos de la Red de Subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, Premetro y Autotransporte Público de Pasajeros de carácter urbano y suburbano de jurisdicción nacional".

Agrega que el mismo está "destinado a alumnos que se encuentren cursando la educación obligatoria en instituciones educativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tanto de gestión estatal como de gestión privada con subsidio estatal del cien por ciento (100%), con cuota cero", que en su mayoría son establecimientos parroquiales.

Esto comprende a los niveles inicial, primario y secundario, alcanzando también a todos aquellos que "se encuentren cursando terminalidad secundaria en los Centros de Formación Profesional y a la modalidad de Educación Especial".

Se trata de un Boleto Estudiantil que podrá ser utilizado durante los días hábiles que comprendan el ciclo escolar que si bien, deja en la propia reglamentación la cantidad de viajes autorizados por usuario, en su artículo 3º se establece que esta "no podrá ser superior a cincuenta (50) viajes mensuales y cuyo tope será de cuatro (4) viajes por día", manteniendo el precio del escolar para los pasajes que se expidan excediendo este número.

En los fundamentos del proyecto del Ejecutivo, que reiteramos fue el receptor de varias iniciativas opositoras que lo antecedieron, se explicita que este Boleto Estudiantil está "basado en el principio y la obligación de garantizar el acceso al derecho a la educación, asegurando la igualdad real de oportunidades para niños, niñas y adolescentes".

Un recuento por el respaldo normativo que se enlaza con este derecho está enumerado en lo que se establece desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966), la Convención Americana sobre Derechos Humanos - Pacto de San José de Costa Rica (1969), la Convención internacional sobre los Derechos del Niño (1989) y el artículo 75 inc. 22 de la propia Constitución nacional.

Los fundamentos no dejan de lado en esta enunciación a la Constitución porteña, donde dispone en su artículo 23º que "la Ciudad reconoce y garantiza un sistema educativo inspirado en los principios de la libertad, la ética y la solidaridad, tendiente a un desarrollo integral de la persona en una sociedad justa y democrática. Asegura la igualdad de oportunidades y posibilidades para el acceso, permanencia, reinserción y egreso del sistema educativo".

Se suma en la propuesta del Ejecutivo la mención al artículo 24º donde "la Ciudad asume la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, debiendo asegurar la obligatoriedad de la educación a partir de los 4 años hasta la finalización del nivel de la educación secundaria".

"En este marco -se concluye- garantizar el transporte sin costo a todo estudiante (...) resulta
una medida apropiada para eliminar barreras de tipo económicas que puedan influir en el ingreso o permanencia de los niños, niñas y adolescentes en el Sistema Educativo".

Hay que agregar que el proyecto original ha recepcionado también a los estudiantes que cursan clases en las escuelas que dependen de la Universidad de Buenos Aires. Esto comprende al alumnado del Colegio Nacional Buenos Aires, la escuela Superior de Comercio "Carlos Pellegrini" y la escuela de Educación Técnico Profesional en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria.

Un beneficio que comenzará a regir a partir del 1 de noviembre y cuya credencial provisoria se podrá gestionar vía web, por el número telefónico 147 o de manera presencial en las distintas sedes comunales.