Carrió brindó una fuerte declaración sobre su candidatura en las elecciones legislativas al decir que su rol se decidirá de manera bilateral entre ella y el Presidente. Y reveló que iría por la provincia o por la Ciudad.
¿Hay un clima de desestabilización?
En realidad lo que tenemos es un clima de extorsión. Esto puede llevar, o no, a la desestabilización. La Argentina es violenta y cuando el peronismo se desarticula, el sindicalismo se une. La característica del PJ es ser extorsivo. Extorsivo fue todo el año [Sergio] Massa , y ahora lo son otros sectores, de La Cámpora. Además, yo siempre digo que las protestas se toman vacaciones. Terminan con Navidad y empiezan en marzo. Hay dos meses de vacaciones y empieza la extorsión. Hay que distinguir entre el derecho a hacer huelga y la extorsión de no empezar las clases. Son dos cosas distintas y no sé quién le paga a quién para destruir la educación pública.
¿Lo de los docentes es una extorsión?
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Desde hace mucho tiempo. Vos condicionás la paritaria, que tendría que hacerse antes. No sobre el comienzo de clases, sobre los alumnos, con la potencialidad de la extorsión. Creo que tenemos que defender la escuela pública, hay que sacar la paritaria de la fecha de inicio de clases. Porque sino, se desnaturaliza. Estoy preocupada por la escuela pública. Veo personas muy pobres juntando las monedas para pagar las escuelas parroquiales. ¿A quién estamos defendiendo? ¿O estamos siendo pagados por alguien para ir a la privatización total? Este sistema lleva a la destrucción definitiva de lo mejor que tuvo la Argentina, que es la escuela pública.
¿Por qué el kirchnerismo puede tanto?
Porque puede la prepotencia, porque no se aplica la ley. El derecho a huelga es el derecho a no asistir al trabajo y a no ser echado. El verdadero sentido es que puedas, como parte de una medida de fuerza, no asistir y que no te echen por abandono del trabajo. Pero no hay contraprestación por servicios no prestados sin licencia. Esa regla fue fijada por la Corte hace muchísimos años. Por eso el derecho a huelga es tan importante, es un sacrificio que hace el trabajador como protesta. Me parece que hay que esperar, que hay que descontar los haberes por los días no trabajados y pagarle a los que trabajen y en abril van a trabajar todos y seguirán las paritarias. Hay que saber encauzar todos los conflictos de servicios esenciales del Estado con la regla clara de que no se paga por servicios no prestados.
¿La elección de octubre es determinante para el gobierno de Macri y Cambiemos?
Es determinante para la Argentina en el sentido de que si gana Cambiemos hay previsibilisad. Una victoria en la provincia de Buenos Aires y en la Capital, da previsibilidad a la inversión. Lo que dicen adentro y afuera es: yo quiero saber si eso que vimos estos días vuelve o se va alejando. Y esta es la prueba de octubre. Una victoria en octubre es una estabilización de la República en el medio de una crisis racista, violenta, mundial y creo que geopolíticamente estamos en el mejor lugar.
¿Por qué dice que estamos en el mejor lugar?
Porque estamos alejados del conflicto, que por un lado está en Medio Oriente y Europa, Turquía y Rusia, y por otro lado está en el Mar de la China, en Corea del Norte, en el problema de Japón y China. El Cono Sur está fuera y si hacemos una buena integración con Chile, somos bioceánicos en serio, tenemos posibilidades enormes para ser un lugar de inversión en materia de rentas. Por ejemplo, puede haber gente europea jubilada que quiera venir por el miedo a Europa. Que puedan venir inversiones a largo plazo. Que mucha gente de distintos países, Israel, pero también Siria, puedan tener inversiones. Necesitamos Pymes, no hay más gran industria, necesitamos innovación, tener una cabeza creativa. El Gobierno está aprendiendo de sus errores. No dice "esto no se toca, no se mueve".
¿Cuál fue el error más importante?
El de las tarifas. La previsibilidad es para todos. La regla de la previsibilidad en el Estado de Derecho es que vos le avises a los demás. Así como tenés que establecer reglas para la inversión, no le podés decir a un ciudadano, de un día para el otro, te voy a aumentar el 200 por ciento. Porque eso no es previsible, trajo muchos problemas de desvinculación. Pero ameritó a la concepción de que era un gobierno de ricos, indiferente a los pobres. Y no era así. No eran así Juanjo Aranguren ni Mauricio Macri. Yo peleé mucho esa decisión, porque dije, esto va a terminar mal. Fui y peleé en Olivos. Creo que fue el principal error, del cual devinieron otros errores, no forzados, pero no decisivos. Pero veo que los puntos a favor del Gobierno son mucho mayores. Se bajaron impuestos. Todavía es altísima la carga impositiva. Acabo de ganar un juicio de 25 años. Me pagan la mitad en efectivo por razones de salud y la otra mitad en diez años. De eso me descontaron el 48 por ciento. Sin contar el IVA. Es el único ingreso que tengo en muchos años, que me va a permitir terminar mi casa. Pero la pregunta es, ¿cómo hace una pyme? Acá estamos beneficiando la ilegalidad. Los legales sostenemos la Nación frente a la riqueza ilícita de los ilegales.
¿Cómo es su relación con Macri?
Es una relación personal, de sinceridad. Él, por ahí, me quiere decir hacé esto, hacé lo otro, imaginate que yo soy ingobernable. Entonces hacemos semiacuerdos que después no se cumplen, nos reímos y comemos asados. Pero él escucha y creo que el cariño es mutuo. Yo quiero que sea un gran presidente republicano, no le preocupan las denuncias penales. Nunca me reclamó por qué denunciaste a Arribas, por que él cree en la limpieza. Nunca tuve condicionamientos ni presiones ni enojos. Tampoco las tendría. Creo que él es mucho más hábil de lo que podrían ser los radicales.
¿Cuál va a ser su rol en octubre?
No lo sabemos. Creo que lo vamos a decidir el Presidente y yo solos, después de Pascua. No van a haber tantos actores como todo el mundo pretende. Sí va a haber un Cambiemos amplio y eso es una condición y estamos todos de acuerdo. Pero la percepción sobre mi persona va a ser una decisión de a dos. Exclusivamente entre el Presidente y yo. Dado mi estado de salud, la necesitad de estabilizar la República. Si tengo que jugar, y es imprescindible, arriesgo mi salud. Lo quiero hacer por la república, no quiero ser mascarón de proa de corruptos. Pero si me lleva la vida, me lleva la vida. Pero no quiero sólo por la gobernabilidad. Yo les contaba que los hijos me dicen "mamá, basta, te quiero tener más tiempo". Es la primera vez que me lo dicen los más chicos, que están acostumbrados a que me pase de todo. Y yo no me siento bien, no siento que pueda sostener una campaña. Pero a lo mejor, Dios me da la fuerza, porque a veces Dios te da la fuerza.
¿Atribuís tus problemas de salud a tu actividad política?
Son 20 años de estrés. Uno se acuerda de cuando era más joven. Pensá en el 2001, en el 2000, en el 97, en el 2002, el 2003. La lucha contra el kirchnerismo. A mí me tocó la lucha contra el menemismo. Contra la droga, desde el 96. Y creo que este desgaste de estos últimos 12 años de no poder transitar, de la incomprensión colectivas, me llevan la salud. Pero tengo fuerza. Creo en la debilidad de las personas y creo que la fuerza la da Dios. Hoy no la tengo.
¿Las alternativas son la provincia de Buenos Aires y la Capital?
Sí.
¿Cómo ve a la Justicia?
Hay sectores que son excelentes y otros que son terribles. Entre los terribles, están los oportunistas, que son los especuladores. Son como los inversores golondrinas. Pongo, veo si hay interés, saco la plata. Yo creo que no van a actuar mucho hasta ver quién gana las elecciones. Son especuladores. Si ven que el Presidente pierde la legitimidad, dicen, "a ver si vuelve Cristina, no la toquemos". No hacen justicia, son oportunistas políticos. Estoy hablando de Comodoro Py. Salvo excepciones, tres o cuatro jueces más serios. El resto está en una especulación permanente y ahora va a haber un interregno. Nosotros avanzamos con el juicio político a Gils Carbó, porque es necesario mostrar el desastre de lo que hizo. Y no importa tanto el resultado, porque justicia es poner en evidencia a la señora procuradora, que sé muy bien cómo llegó a donde llegó, con Becerra y con Moreno, que tiene que ser juzgada en el ejercicio de la Procuración. Y no importa si perdemos o ganamos el juicio político. Importa que la sociedad sepa quiénes son esta señora y sus secuaces. Pero después de Semana Santa, ya sin prórroga, obviamente presento el juicio político contra el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, por mal desempeño y comisión de delitos en el ejercicios de la función. Sobre todo en materia de inversión, obra pública, infraestructura. El Presidente me pidió un año y se lo di. Pero ya no tengo tiempo, estoy sufriendo operaciones terribles de gente que fue mandada por el presidente de la Corte, presiones de todo tipo. Me manda a presionar, llama al Poder Ejecutivo diciendo lo va a plantear internacionalmente. Presiona al resto de los miembros de la Corte. La verdad es que no estoy poniendo en juego a la Corte Suprema de la Nación. Esta es una larga historia, se acuerdan de cuando negoció con Zannini la ley de medios. Y hechos anteriores, es una larga historia. Yo soy miembro de la comisión de juicio político. Tengo la facultad de investigar y promover el juicio político al Poder Ejecutivo Nacional, y a los jueces de la Corte. O sea que en ejercicio de esas prerrogativas que tengo como diputada nacional es que voy a pedir la destitución por mal desempeño. Se podrá defender ante la acusación en diputados, pero hace operaciones tan sucias, amenaza, extorsiona, que ya no tengo margen. Nunca hablé con Fayt desde 2003. Ni con Carmen Argibay, que era amiga mía, salvo cuando entregamos el título de ciudadana ilustre. Mi objeción es al Presidente de la Corte. Es un problema no personal. La corrupción, que estuvo en otros lugares del Estado, también estuvo en la Corte Suprema. También hubo acopio de materiales. Esto fue observado por los arquitectos. No era el Consejo de la Magistratura, sé las negociaciones que ha tenido para seducir y extorsionar. Creo que tarde o temprano va a haber acusaciones.
¿Cuál será el destino de Cristina Kirchner?
¿En la Justicia? ¿O en la política? No creo que Cristina se arriesgue a la política. Yo creo que eso lo va a decidir a último momento. Pero creo que su vida personal está decidida. El daño que se ha hecho a sí misma y a sus hijas no se cambia. Cualquiera sea el resultado personal, la Argentina va para adelante. Yo digo cómo se repara ese daño personal, auto-infligido. La decisión de Macri es que si hubo delito, se investigue. Acá no va a haber impunidad.
¿Cree que hay corrupción en el gobierno de Cambiemos?
No, pero creo que puede haberla. Y donde haya, hay que denunciarla. Así se cambia la Argentina. Por ejemplo en el caso de Arribas. Si un funcionario sabe que un periodista hace una nota, es algo serio. Lo ponés en manos de la justicia. Arribas aclaró, no eran las tres transferencias, lo que suceda. Pero nosotros tenemos el deber de denunciar. Yo fui denunciada muchas veces. Esto aclara. Si la Justicia actúa en tiempo real, la gente ve que hay Justicia. Por otro lado, lo más importante es que todos los funcionarios saben que no pueden hacer esto, porque van a tener consecuencias. El otro día me decía Dietrich que muchos que van a ver dicen, no puedo, porque la tengo a Carrió encima. O sea que por ahí lo usan de amenaza. Tengo muy buena relación con todos los ministros, el programa de logística y transporte es muy bueno. Y yo creo que eso se va a ver en dos años. El programa de Argentina Digital que está llevando a cabo Ibarra, que va a ligar la tecnología con los pueblos, es importante. Estuve hablando con Dujovne, con la canciller. Estoy en contacto ahora como comunicadora con un gobierno que ha hecho muchas cosas buenas. Y lo que sí puedo comprometer es la voluntad de Mauricio Macri de ser un buen presidente. Yo le creo, es muy difícil decirlo. Es muy difícil ser hijo de Franco Macri.
¿Esta convicción tan firme con el Presidente surgió de tus conversaciones con él? Porque la relación no es larga, tiene dos o tres años
Él me pidió que deje de decir que cometió delitos. Él estaba procesado por contrabando en el tema de Renault. Y yo dejé, porque entendí que él quería hacer otra cosa. Y después no hablamos nunca, porque la verdad es que Franco Macri me asustaba. Y todo ese coso, ese edificio horrible en Punta del Este, es un espanto. Era muy menemista. Pero después de que vi que tenía que renunciar para que ganara la República, vi que él quería hacer otra cosa. Somos muy sinceros entre los dos. Y la verdad es un poco la expresión de la Argentina. Porque él era hijo de un padre rico. Era muy cuestionado incluso entre las clases tradicionales. Y él optó por ser él mismo. Entonces, yo soy redentorista. Hay una línea, para que la gente sepa que hay mucha filosofía política y social latinoamericana. De Vasoncelos, del angelismo, que son redentoristas, que creen en la redención de las sociedades, en la reinvención, de los hombres. Alem era redentorista.
¿Cree en la redención de Mauricio Macri?
Yo le creo a él. Sé que tiene una historia atrás. Pero hay una pregunta que le hicieron a él que es una personal mía. Le dijeron: "Usted está entre Franco y Elisa Carrió". Y él dijo: "Estoy en el medio". Y yo creo que se va a quedar conmigo. Si tiene que elegir entre el padre y yo, se va a quedar conmigo, porque quiere ser un gran presidente.