En menos de dos temporadas en Juventus ya ganó todo lo posible dentro del calcio: Serie A, Copa Italia y Supercopa de Italia. Si bien la cosecha es valiosa y meritoria, no iguala a lo que Paulo Dybala consiguió ayer: su partido más importante por el rendimiento, la categoría del rival que no lo pudo contener y la repercusión global que lo ubica entre los diez futbolistas más destacados de la actualidad. Y todo a los 23 años, con un futuro del que deberá nutrirse el seleccionado argentino para emerger de este momento de pesimismo y descreimiento que provocan algunos apellidos que se repiten en el tiempo.
En el partido 14 de su historial en la Champions League, el cordobés jugó a lo grande. Dos goles antes de los primeros 25 minutos para dejar aturdido a este Barcelona al que le están entrando golpes duros con una asiduidad desconocida. Tres días después de que diera la sensación de que rifó la Liga de España con una derrota en Málaga, ayer volvió a condenarse a construir un milagro semejante al 6-1 ante Paris Saint Germain. El 3-0 en Turín lo obliga a otra épica remontada en el Camp Nou, el miércoles próximo, en el desquite de los cuartos de final.
Nunca se habían enfrentado Lionel Messi y Dybala, que confesó su admiración por el rosarino, aunque se desmarcó de cualquier comparación. El seleccionado necesita de la suma de sus talentos, algo que ocurrió esporádicamente a causa de lesiones y suspensiones. Y habrá que seguir esperando por la sociedad a causa de la inhabilitación de tres partidos que aún debe cumplir Messi.
Dybala pareció impregnarse de la atmósfera positiva que se respira en el nuevo Juventus Stadium. Tronó el "Fino alla fine, forza Juve" (Hasta el final, fuerza Juventus). La Vecchia Signora acumula 48 partidos sin derrotas en su campo, 22 por la Champions League, desde que en 2013 cayó ante Bayern Munich. La actual campaña global en Europa también es imponente: en nueve partidos sólo recibió dos goles, ambos con la pelota detenida.
A los 22 minutos ya se imponía 2 a 0 con la misma fórmula: avance con los extremos (Cuadrado por la derecha y Mandzukic por la izquierda), centro atrás y Dybala en la definición con dos zurdazos; el primero, de media vuelta y cruzado, y el segundo al primer palo. Lo hizo llegando desde atrás, en la función de media punta, detrás de Gonzalo Higuaín. Escapó de la marca de Javier Mascherano, que ayer jugó de volante central, en lugar de Busquets. En el segundo tiempo, con la salida de Mathieu, Mascherano se ubicó de zaguero por la derecha en una línea de tres. Encargado de la marcación de Chiellini en un córner, ni a los agarrones pudo evitar que el zaguero marcara de cabeza el tercer gol. Chiellini se volvió a encontrar con Luis Suárez después del mordiscón en el Mundial 2014 que le valió una dura sanción al uruguayo. Ambos dejaron atrás el incidente con un saludo cordial durante el partido.
Dybala sucede a Carlos Tevez como el primer futbolista en marcar un doblete para Juventus por la Champions League. Le alcanzaron 15 minutos. Sólo Agahowa, en 2004. (Shakhtar Donetsk) había necesitado menos tiempo (14 minutos) para marcarle dos goles a Barcelona en Europa.
Al participar en posiciones más retrasadas, el promedio de gol de esta temporada de Dybala (16 en 36 partidos) es algo inferior al del curso pasado (23 en 46). Ayer registró máxima eficacia en sus únicos remates al arco. Menos efectivo estuvo Higuaín en un par de definiciones. Su promedio de gol baja bastante en Champions con respecto a las ligas, sea la de España o Italia. Y contra Barcelona le cuesta ajustar la puntería: le hizo 3 tantos en 19 cotejos.
"El de Paulo fue un partidazo", lo elogió el director técnico Massimiliano Allegri. "Uno sueña desde chico con días como el de hoy. Hicimos un gran partido", expresó Dybala, que insistió en que no lo señalen como el sucesor de Messi. La prensa italiana sí cedió a la tentación de cotejar a las dos figuras argentinas. "El nuevo Messi", tituló Corriere dello Sport, mientras que Tuttosport fue un poco más provocador: "¿Messi qué? El marciano es Dybala".
En un Barcelona que ejerció una posesión bastante inocua (66 por ciento contra 34 de Juventus), Messi alcanzó a dar dos asistencias de gol que no aprovecharon Iniesta y Suárez.
Halagado de manera unánime, la consagración de Dybala quedó radicada en Turín y ahora deberá refrendarla en otros escenarios de alcurnia, como el Camp Nou dentro de una semana.
La pesadilla de un técnico
Luis Enrique fue crítico y pesimista para la revancha
"Tengo la sensación de haber revivido una pesadilla en el primer tiempo. Juventus fue muy superior a nosotros. Hemos estado nefastos. Ha sido grave, muy grave. Ha sido muy triste y me siento impotente. Hoy me cuesta más creer en una remontada", fueron las palabras de Luis Enrique, que equiparó el 0-3 ante Juventus con el 0-4 que Barcelona sufrió ante París Saint Germain y luego revirtió con un 6-1 en el Camp Nou.
Dani Alves festejó ante sus viejos compañeros
El lateral brasileño definió el partido como "especial", y no era para menos, ya que enfrente estaban varios de los ex compañeros con los que entre 2008 y 2016 ganó todos los títulos posibles. Dani Alves no se confía del 3-0: "Tenemos que cautos y mantener el foco. Los partidos en el Camp Nou duran muchísimo, sé que sufriremos".