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La recibió hace menos de un mes en Cumelén, en aquel encuentro relajado y colmado de sonrisas, que faltaron cuando el visitante fue Horacio Rodríguez Larreta. Y ahora el presidente Mauricio Macri eligió, en su retorno a la actividad oficial luego de cinco días de descanso y reuniones en Chapadmalal, protagonizar una actividad junto con María Eugenia Vidal , la gobernadora bonaerense, que mañana tendrá su primer cara a cara con los docentes encabezados por Roberto Baradel, con la discusión salarial en el primer renglón del temario.
La cita será bien temprano, a las 9.15, en el centro de investigación Y-Tech, dedicado la industria energética, en la localidad bonaerense de Berisso, cerca de La Plata. La recorrida fue armada desde la Secretaría General de la Presidencia por una invitación del titular de YPF, Miguel Gutiérrez, aseguraron fuentes de ambas administraciones.
Estarán además los ministros Lino Barañao (Ciencia) y Juan José Aranguren (Energía), pero la foto de Macri y Vidal será leída, una vez más, como un renovado respaldo presidencial a la gobernadora, así como una muestra del interés de Macri y toda la Casa Rosada por el resultado final de la pulseada con los maestros bonaerenses, caso testigo para las paritarias que se vienen en los demás gremios. "En este momento hay dos temas que nos preocupan: la paritaria docente y el conflicto con Moyano", reconocieron desde la Jefatura de Gabinete, que encabeza Marcos Peña.
Desde el Gobierno, y también cerca de Vidal, aseguran que ambos temas están relacionados más de lo que parece. "Baradel no va a aceptar un acuerdo ahora y mucho menos una semana antes de la marcha de Moyano, a la que adhirió, pero hay que ver con qué espíritu llega a reunirse para que la discusión siga con los pibes dentro del aula", afirmaron cerca de la gobernadora. "Va a ser una oferta baja, pero no absurda", reconocieron desde el gabinete nacional.
En línea con la consigna que a nivel nacional recibió el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el gobierno bonaerense ofrecería a los docentes un 15 por ciento de aumento, sin cláusula gatillo de ajuste por inflación, cuya aplicación era resistida el año pasado y que ahora reclaman los docentes bonaerenses.
Se espera, claro, una reacción negativa de los sindicalistas, en un contexto de tensión entre las partes. "Tuvimos seis reuniones previas donde se habló de otras cosas, además de lo salarial. Hemos cumplido y no extorsionamos", suele repetir la gobernadora, que días atrás se ganó el renovado enojo de Suteba al impulsar la difusión de más de treinta mil casos de (al menos) doble afiliación a gremios docentes a través de las páginas web oficiales. Desde ese gremio retrucaron que la movida oficialista buscaba, en realidad, desafiliar docentes adheridos a Suteba como único gremio para quitarles volumen y legitimidad política antes de la pulseada paritaria.
Análisis
Mientras transcurría sus últimas horas en la quinta presidencial de Chapadmalal -retornó anoche a Olivos-, Macri siguió de cerca la negociación paritaria. En el despacho del ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro -que el año pasado negoció con Baradel, pero desde su rol de ministro de Vidal-, evalúan que el conflicto no debería extenderse demasiado. "La Ctera no tiene nafta para una negociación larga, ya lo intentaron el año pasado y no les fue bien", afirmó un funcionario nacional del área que quedó formalmente fuera de la discusión ya que no habrá paritaria nacional docente en 2018.
Desde el Gobierno ven a Vidal "bien plantada, tranquila; la negociación va a ser dura, pero la viene peleando bien", coincidieron dos miembros del gabinete. "Los que están nerviosos son ellos, que intentan llamar la atención con frases fuertes", afirmaron cerca de Finocchiaro, que se tomó con filosofía la acusación de "barrabrava" que le lanzó la actual titular de la Ctera, Sonia Alesso.
En la Casa Rosada aseguran que un motivo de tranquilidad adicional estará dado porque Vidal tendrá a su lado en la reunión de mañana a su ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, que "ya tiene la experiencia de las negociaciones paritarias anteriores y sabe de qué se trata".
Nadie se moverá, al menos durante las negociaciones preliminares, del plan acordado.
Una idea adicional que entusiasma a los funcionarios oficialistas es que Baradel retome protagonismo sentado al otro lado de la mesa de negociación. "Verlo con Pablo Moyano en la cumbre del PJ fue fantástico. Faltaba solo el Gordo Valor en esa foto", exageró un alto funcionario.
La confirmada presencia de Baradel en la marcha que organiza Hugo Moyano para el próximo miércoles 21 contra el Gobierno será otro motivo de festejo extra. "Van a quedar pegados uno con el otro, y los dos a su vez con la izquierda dura", analizaban en otro despacho oficial. Mientras Alesso asegura que los docentes bonaerenses y nacionales "no van a convalidar el ajuste", y reclaman la restitución de la paritaria nacional, en el Gobierno creen que llegó la hora de la ofensiva contra ellos. "Esto recién está comenzando, y con el peronismo hay que tratar de ese modo", afirmó un ministro que goza de la confianza del Presidente.
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