La ex presidenta y Enrique Eskenazi

En los tribunales de la Justicia de Nueva York avanzan causas que podrían costar más de 7.500 millones de dólares a la Argentina. Se trata de demandas a causa de la cotización inflada de las acciones de la ex Repsol-YPF que fueron detectadas por la Bolsa de Valores neoyorkina. Así este fabuloso fraude a los intereses argentinos totalizarìa más de 46.000 millones de dólares.

Este latrocinio con la llamada “estatización” de Repsol-YPF fue denunciado en la Justicia argentina por el abogado penalista Jorge Vitale y según fuentes financieras y judiciales estadounidenses “sería el mayor caso de corrupción entre la mayùscual depredaciòn económica financiera consumada durante los 12 años de gobiernos kirchneristas.

“ Mi denuncia podría servir para dejar sin efectos estos juicios en Nueva York, al hacer caer la responsabilidad sobre quienes cometieron los delitos y no sobre la Argentina”. Estamos ante la mayor estafa a los argentinos con la que el kirchnerismo pretende tapar la corrupción en sus doce años de gobierno” dijo el abogado demandante.

En 2006 la Argentina tenía reservas de gas para 17 años. Le vendía a Chile a 1 dólar el metro cúbico a través de una empresa que, en connivencia con Repsol, le revendía a Chile a 20 dólares el m3. Así, Repsol se enriquecìa con ganancias extraordinarias, mientras descapitalizaba la empresa.

Esa polìtica de vaciamiento y la falta de inversiones consumieron las reservas pocos años y ya en el segundo gobierno K nuestro país se vio obligado a importar gas a valores muchos más caros. De Bolivia a 5 dólares y de Trinidad y Tobago a 10 y 15 dólares el metro cúbico.

En tanto que el petróleo argentino era vendido a 12 dólares y la empresa compradora lo revendía a 40 dólares. Así la Argentina perdiò el 96% de la producción de gas y la mitad de la producción petrolera.

Ese desastre obligò que el Tesoro Nacional tuviera que soportar en los últimos años el pago de unos 14 mil millones de dólares anuales por la importación de estos combustibles, vitales para que funcione nuestro país .

Repsol, ademàs, vendiò yacimientos propios a precios irrisorios haciéndolos pasar por dividendos activos de la empresa. Otra forma de transferir dividendos de modo artificial vía España, Australia y paraísos fiscales. Lo que incrementó la enorme descapitalización de la empresa.

Los Eskenazi: Socios gratuitos

Enrique Eskenazi y su hijo Sebastiàn, lugo CEO de la empresa, a través del Grupo Petersen ingresaron a YPF en 2007 como accioniesta minoritario sin aportar un solo dólar. Consumaron la operación, fraguando utilidades de la misma empresa como medio de pago. Todo con el visto bueno del entonces presidente Nèstor Kirchner.

En febrero de 2008 una participación del 14,9% por 2.240 millones de la moneda estadounidense, incluyó una opción de compra de una participación adicional del 10%. Sumaron asì un 25% accionario.

A partir de entonces, denunciaron un costo de extracción de 7 dólares por barril (159 litros de petróleo crudo) que vendieron, ya destilado, a 42 dólares en el mercado interno. Es decir, comprábamos nuestro petróleo a un precio más alto que el precio internacional y con un 700% de sobreprecio desde que salìa del pozo hasta ser destilado. Se llevaron lo que quisieron con la sola presentación de una declaración jurada. y sólo un 30% de ese monto sujeto a retenciones, impuestos y controles, mientras que el 70% restante de esas divisas, ni siquiera eran rendidas en nuestro paìs, por gozar de libre disponibilidad.

Esta gigantesca estafa incluyò las acciones de los trabajadores que habían sido obtenidas al momento de la privatización de YPF en los años ‘90. Ese 14% fue vendido a Repsol a precio vil. Eso explica porqué el Congreso de la Nación, con mayoría kirchnerista trató sólo sobre las Propiedades Participadas del Correo Argentino, pero dejó de lado las de los trabajadores de YPF. El hecho fue porque esas acciones habían dejado de pertenecer a los empleados de la empresa. Parlamento y Gobierno autollamado “nacional y popular” fueron así cómplices de este histórico despojo a los petroleros, para abultar asì la sociedad subterránea de los K con la española Repsol.

Como “frutilla de postre” dejaron un pasivo de casi 10.000 millones de dólares en el erario nacional.

En una demanda de 4.000 millones de dólares de un Fondo Común de Inversión ante los Tribunales de EEUU por el 25% , se presume que estarían accionando los Skenazy por el cobro indemnizatorio. El litigio tiene lugar ante la Justicia estadounidense porque allí había aceptado fijar competencia el mismo Néstor Kirchner.

Otro juicio por la venta de 1.500 millones de dólares en acciones en los años 2010 y 2011, fue detectado en los balances y se comprobó que la documentación había sido fraguada.

La detección de estas graves irregularidades que llevaron al vaciamiento de YPF, provocó una baja del 70% en el valor de las acciones. Hecho que podría representarnos también otra pérdida de 2.000 millones de dólares.

La expropiación

La expropiación de Repsol-YPF representó un perjuicio económico grave a la Argentina. Los mismos círculos económicos españoles admitieron que al momento de la expropiación, Repsol tenía un saldo positivo de 8.813 dólares. Se llevaron miles de millones de dólares sin que fueran utilidades. En cìrculos judiciales de España aseguran que además es una empresa que evade impuestos, que tiene sede en 13 filiales en paraísos fiscales, no respeta el medio ambiente y que en nuestro país vulneró los derechos de las comunidades mapuches, como sucedió con Cerro Bandera y Loma de la Lata.
Todo esto está corroborado por el Observatorio de la Deuda en la Globalización (O.D.G.), el observatorio de las Multinacionales en América Latina (O.M.A.L.), Ecologistas en Acción (ALSUR-LAS SEGOVIAS y Associacion Catalava D Engimyeriasense Fronteras (E.S.F.) y miles de españoles que se han expresado en contra de la defensa que hacía Rajoy de esta empresa.

En concreto fue otra forma de la corrupción kirchnerista, ya que se distribuyeron durante los últimos años utilidades que no existían. Se llevaron más de 12.000 millones de dólares con esta mecánica y el grupo Eskenazi compró una parte de la empresa sin dinero.
Todo está comprobado por peritos de la Corte Suprema de Justicia y por una ONG que dirige un conocido perito forense.
Al momento de su expropiación Repsol-YPF valía menos de 4.000 millones de dólares y el pasivo que dejó al momento de la expropiación fue de 9.000 millones de dólares. A las apuradas, el Tribunal de Tasación dominado por los K, convalidó ese precio.
En realidad, la expropiación de YPF fue realizada por Cristina de Kirchner para ocultar la compra sin dinero que había realizado Néstor Kirchner en sociedad con la familia Eskenazi. Esto es evidente, porque en realidad se habría podido rescindir el contrato con Repsol por incumplimiento a la concesión, sin derecho a ninguna indemnización.

Testimonio clave
Ricardo Paz Herrera, accionista en la Participación de Trabajadores de YPF denunció que el gobierno kirchnerista las había vendido a “precio vil”. “Esto no es la ruta del dinero K, es la autopista…”, afirmó en un video que envió a Infobae. “El caso Petrobras es insignificante al lado de esto”, remarcó.

En modo didáctico, precisó la serie de maniobras fraudulentas de los funcionarios kirchneristas que les permitieron “llevarse” 46 mil millones de dólares.

Para Paz Herrera delitos consumados son “robo de los activos de YPF”, defraudación, evasión, lavado de dinero, fraude a los inversores extranjeros y fraude a los más de 30 mil trabajadores.

Y subrayò que el latrocinio fue la causa de : “Pérdidas del autoabastecimiento, importación de energía, pérdida de reservas del BCRA, cepo cambiario, restricción de importaciones, recesión y constantes aumentos de las tarifas de gas y combustibles”.

Investigación internacional

Todo esto tiene su fundamento en lo que dicen los distintos organismos internacionales sobre la corrupción en la Argentina.
En España, en la causa Gurtel, donde interviene el Juzgado de Instrucción N° 5 de la Audiencia Nacional, a cargo del Dr. Pablo Ruz, que investiga el caso Barcenas, por corrupción y sobresueldos, también investiga a la Argentina en especial a Repsol y otras empresas.

En Uruguay, el juez Néstor Valetti, la fiscal Mónica Ferrero y el fiscal Juan Gómez investigan todas estas conexiones:

Los delitos

– Los imputados son funcionarios públicos.

– Las empresas imputadas son off shore, es decir, fueron constituìdas en el extranjero y son registradas en la Argentina.

– Las contrataciones fueron adjudicadas en forma directa o bien, mediante licitaciones digitadas.

– Los sobreprecios y la corrupción través del lavado de dinero, fueron girados al exterior.

– Ninguno de estos hechos fueron investigados por los fiscales de oficio o bien por la Fiscalía de Investigación Financiera.

– Todos estos contratos no estuvieron sometidos a contralor alguno de la UIF, AFIP o IGJ. En la causa Ciccone, hubo ausencia por parte de la Casa de la Moneda.

– En el caso Boudou-Ciccone dictó un decreto para expropiar al igual que con el programa de viviendas Sueños Compartidos y como en el caso de YPF-Repsol. Pero en ninguno de estos cuatro casos el gobierno K hizo referencia al perjuicio económico al Estado nacional.(www.caraycecaonline.com.ar)