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YPF volvió a aumentar este domingo –por séptima vez en lo que va del año-el precio de las naftas en todo el país entre un 4,5 por ciento y 5,5 por ciento, tal como había autorizado la semana pasada el ministro de Energía Javier Iguacel.
En ese sentido, en la Ciudad de Buenos Aires el litro de súper pasó a costar $ 29,37 (alza de 4,5 por ciento)y el de Premium $ 35,37 (un 5,5 por ciento), con un acumulado de suba en este último caso de 35,2 por ciento en poco más de siete meses. A su vez, el gasoil premium subió 5,5 por ciento y quedó en $ 30,91 y el gasoil común un 5,2 por ciento y se vende a $ 25,71.
Shell siguió sus pasos y desde la madrugada de este lunes aumentó la nafta súper a $ 30,28, un 4,5 por ciento; la premium a $ 36,95, un 5,6 por ciento; el gasoil común a $ 27,26, un 5,6 por ciento; y el Shell V-Power Diesel a $ 32,73, un 5,6 por ciento.
El incremento en los precios del combustible le suman más presión a la inflación que en lo que va del año acumula una suba del 16 por ciento, un punto porcentual por arriba de la meta anual que había planteado el Gobierno en diciembre, cuando ya la había corregido porque en el Presupuesto votado por el Congreso estipulaba un 10 por ciento.
A pesar de estos continuos incrementos, fuentes del sector estimaron la semana pasada que todavía queda un margen de actualización “necesario para normalizar el abastecimiento de naftas y gasoil”.
Las noticias y quejas por la falta de provisión de gasolinas en el Interior del país se multiplicaron desde la llegada de Iguacel al Ministerio de Energía.
Los empresarios de los hidrocarburos lo adjudican a que el precio al público no llegó aún al valor internacional del crudo y al actual tipo de cambio en torno a $ 28 por dólar, faltando casi un 20 por ciento de ajuste en las pizarras al consumidor.
En octubre del año pasado el entonces ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, anunció que empresas del sector petrolera podrán ajustar la nafta según el dólar y la cotización internacional del crudo, con la consiguiente desregulación del mercado de hidrocarburos.
"El precio de los combustibles liquídos lo va a decidir el mercado", había anunciado.
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