La otra cara de las encuestas: Indecisos e indiferentes
10-08-2017 | Politica
 Management & Fit y Poliarquía son dos de las consultoras de opinión pública más influyentes, pero eso no evitó los conflictos internos y los errores a la hora de medir a los votantes.

 Las encuestas son, en épocas electorales, un quebradero de cabeza para los políticos y para los periodistas. No es inhabitual que el cruce de números, escenarios, preguntas que desvían la atención, preguntas que logran centrarla y algunas miserias personales que modifiquen el resultado de alguna encuesta inobjetable terminen intoxicando las mentes de todos quienes las consumen, incluyendo las del público no especializado (aunque es difícil saber quién lo es y quién no).

En los resultados de las consultas a la opinión de las personas influyen no solamente los propios interrogados, sino también los jefes de campaña, que en ocasiones han amañado los números para favorecer a sus candidatos, en un casi siempre vano intento de generar adhesión o rechazo para sus opciones o para las opciones “enemigas”.

Tantos desatinos se cometieron que por estos días, los periodistas -y muchos particulares- averiguamos primero quién encargó la encuesta para evaluar si ésta es confiable, si los números son creíbles o si existe alguna posiblidad de que los resultados hayan sido “tocados”. Aún así, no siempre solemos confiar en ellas. Dicen que el que se escalda con lácteos, cuando divisa a un bóvido, solloza (traducción: El que se quema con leche, ve una vaca y llora).

La consultora más influyente

Así, la consultora más escuchada o quizás sólo más visible en los medios es Management & Fit, que es de propiedad de Guillermo Seita, que antes fue secretario de medios de Carlos Menem y jefe de prensa de Domingo Cavallo y hoy es el ariete de Héctor Magnetto, que fue su mentor, su apoyo y aún su demiurgo. Todo esto, a pesar de que sus números no han sido todo lo exactos que su fama sugeriría. La marplatense Mariel Fornoni es quien pone la cara, pero el veterano “guardián” es quien toma las decisiones finales, más allá de los aspectos técnicos. Lo de guardián viene a cuento porque en sus años juveniles, Seita perteneció a Guardia de Hierro, una organización de cuadros a la que algún analista situó ideológicamente en la derecha peronista, una calificación no del todo justa.

De todos modos, como buen operador que es, no siempre Seita puede explicar los números que van de ayer a hoy. Su último sondeo arroja un empate técnico, en el que el candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich, obtendría un 28,5 por ciento, seguido de cerca por la Unidad Ciudadana de Cristina Fernández de Kirchner y el PJ, que conseguiría un 27,8 por ciento. El candidato de 1País, Sergio Massa, iría un poco más atrás, con el 24,1 por ciento de intención de voto. Hasta aquí, estos serían números no demasiado alejados de los que midieron otras consultoras. El problema es que hace algo menos de dos meses, Seita medía a la presidenta en un 35,3 por ciento y en un 34,3 a Massa. Bullrich apenas medía entonces un 19,5 por ciento. El tercer puesto fue el único número que se mantuvo inalterable, aunque sus protagonistas hayan sido diferentes. Y esta es una curiosidad, como mínimo.

Después de la guerra, la nación encontró la paz

Otra de las empresas que guarda relaciones similares con los medios es Poliarquía, que luego de una fuerte crisis soportó la ruptura de la relación entre sus principales directivos. En octubre de 2015, Fabián Perechodnik se fue -después de una fuerte discusión- a trabajar con la ex esposa de Daniel Scioli, Karina Rabollini, blanqueando sus aspiraciones políticas de siempre, que cada vez que manifestaba lo llevaba entrar en constante colisión con sus socios. Antes, en 2014 se había ido otro de los fundadores de Poliarquía, Sergio Berensztein, también a causa de estos mismos conflictos con Perechodnik.

Por estos días, con los dos ex directivos fuera de la consultora, la paz habría llegado y está dirigida por dos de los antiguos socios, el economista Alejandro Catterberg y el sociólogo Eduardo Fidanza. Ambos son columnistas habituales del diario La Nación, que cumple el mismo rol para Poliarquía que Clarín para Management y Fit: caja de resonancia para sus investigaciones. Suelen trabajar para la Casa Rosada.

El significado de la propia palabra que denomina a la consultora tiene un significado muuuuy amplio. Polýs significa “muchos” y Arjéin significa “gobierno”; en una palabra, “gobierno de muchos”. Han trabajado para varios gobiernos, entre ellos el de Macri, pero su principal fuente de difusión sigue siendo el centenario periódico que fundara Bartolomé Mitre el cuatro de enero de 1870.

De todos modos, en la última semana anterior a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, que es precisamente ésta que está transcurriendo, Catterberg, socio y director de Poliarquía, explicó que “al igual que en 2011, se decidió no difundir públicamente estimaciones de las PASO debido a la imprevisibilidad en la participación electoral y el bajo nivel de interés de los ciudadanos ante la inexistencia de competencia interna alguna de relevancia en el principal distrito en disputa”, que es la Provincia de Buenos Aires. Una decisión prudente, teniendo en cuenta la volatilidad del resultado que vienen anticipando todos sus colegas, en el que Cambiemos y Unidad Ciudadana no se despegan uno de otro.