Previo al almuerzo oficial que el presidente de España, Mariano Rajoy, mantuvo con el mandatario argentino Mauricio Macri abordaron la temática de la detención de Inácio “Lula” da Silva en Brasil y generaron polémica y repercusiones varias

En principio, Macri marcó al jefe de Gobierno español como un “ejemplo a seguir” en términos políticos y económicos al tiempo que destacó su “liderazgo, honestidad y empuje” y señaló que “le ha tocado asumir en un momento difícil saliendo de una crisis profunda, en una similar situación con la cual hemos comenzado a gobernar”.

Desde esta perspectiva, al respecto del caso de Lula, mencionó: “Respetamos el funcionamiento institucional de Brasil“. Y agregó: “Tener una justicia independiente es fundamental y eso es lo que tiene hoy Brasil“.

Por su parte, Rajoy expuso: “Recuperar la confianza es algo que cuesta mucho, pero las circunstancias negativas se superan, sobre todo si (las reformas) están encaradas en tan poco tiempo”, explicó. Además, dijo: “Tenemos una presencia potente aquí, pero España quiere volver a ser primer inversor en la Argentina, como lo fuimos durante muchos años“.

Así, las repercusiones no tardaron en llegar. Por ejemplo, el legislador por el Frente de Izquierda Gabriel Solano se refirió: “Después de un largo silencio Macri blanqueó su apoyo al golpismo brasilero. Llegó al absurdo de declarar que Brasil tiene una Justicia independiente cuando es de público conocimiento que el fallo del Tribunal Superior de Justicia que ordenó la prisión de Lula fue impuesto por el alto mando del Ejército. La imposición militar se da en momentos que las FFAA mantienen el control directo de Río de Janeiro, llevando adelante incluso crímenes políticos contra sectores de la oposición, como ocurriera con la concejal Marielli Franco y Alexandre Pereira”.