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El único gol del encuentro, jugado en el Estadio Juan Domingo Perón, fue convertido por Ricardo Centurión a los tres minutos del segundo tiempo.
Racing tenía necesidad de ganar por lo numérico y con el empuje de un estadio repleto fue protagonista en el juego en la primera etapa, cuando fue profundo en ataque y desplegó mucha presión para recuperar la pelota cuando ésta estaba en posesión de los jugadores del conjunto mendocino.
Las más claras estuvieron en los pies de dos de los emblemas de este Racing: Diego Milito, el ídolo que regreso del Inter de Italia para ser campeón, quien remató de taco un centro desde la derecha, pero la pelota fue contenida con esfuerzo por Sebastián Moyano a los nueve minutos.
La otra clara fue de Gustavo Bou, quien llegó resistido por su vínculo con el mismo representante del DT, Diego Cocca, y terminó siendo la revelación y el goleador. El delantero remató cruzado con derecha a los 17 y se encontró con otra buena respuesta de Moyano.
Por su parte, el visitante no hizo nada para inquietar a Sebastián Saja, cuyo equipo dominó toda la primera etapa con un movedizo y desequilibrante Ricardo Centurión por izquierda y con una buena sociedad por derecha entre Iván Pillud y Gastón Díaz.
En el inicio de la segunda etapa, a los 3, tras un centro de derecha de Díaz, Centurión cabeceó cruzado y de pique al piso y cuando la pelota ya había superado a Moyano, la quiso despejar Rolando García Guerreño pero metió en su propio arco una pelota con destino de gol.
En el segundo tiempo Racing perdió claridad pero siguió con superioridad respecto del visitante que, si bien empezó a inquietar al local, en ningún momento estuvo cerca de igualar y de obligar así a una final de desempate entre Racing y River Plate, el otro candidato al título, que venció 1-0 a Quilmes en un juego suspendido por incidentes del público local.
Se notó el nerviosismo de la "Academia" en la segunda parte del juego, la cual se profundizó con el gol de River, a los 36 del segundo tiempo (ambos juegos estaban en simultáneo) y allí empezaron las aproximaciones más peligrosas del visitante.
En el final se adelantó el "Tomba" y Racing se replegó en parte por virtud del rival, pero también porque el DT y jugadores supieron ver que era lo que requería el partido. Se afirmaron defensivamente y apelaron a buscar a Milito, de espaldas al arco, y la velocidad con pelota dominada de Gabriel Hauche en los contraataques.
La "Academia" volvió a gritar campeón tras ese último título en el 2001 con Reinaldo "Mostaza" Merlo en el banco, y un joven Diego Milito que empezaba a asomar (anotó tres goles), hoy con Diego Cocca como DT y con un experimentado Milito (marcó seis tantos) volvió a dar la vuelta.
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