Ahora, cuando uno camine por la zona, podrá encontrarse con dragones y figuras humanas que fueron realizados por distintas fusiones artísticas: "Por ejemplo, en Niceto Vega y Godoy Cruz estuvo la dupla de Alfredo Genovese y Gordito, que combinaron el arte clásico con el graffiti. El plus es hacerlo en duplas y cuajar los estilos", asegura Luis Blasco, director general del proyecto.
Dentro del equipo de artistas se destacan los argentinos Martín Ron, Lean Frizzera, el fileteador Alfredo Genovese, Dame y El Marian que trabajan con referentes del street art internacional.
"Buenos Aires tiene mucho lugar y hay gusto por estas cosas y la gente lo aprecia. El arte urbano siempre estuvo".
Por su parte, desde el Gobierno de la Ciudad celebraron esta iniciativa que surgió hace un año y que según describió Patricio Di Stéfano, subsecretario de Uso y del Espacio público, "lleva el arte de los museos y las galerías a la gente".
Cada una de las obras llevó entre cuatro y cinco días en terminarse y aún resta finalizar la que está ubicada en Scalabrini Ortiz y Soler, que será una de las más grandes y quedará concluida antes de fin de año.
"La idea es que la gente se quede flasheando, que vea algo muy colorido y se pregunte cosas y que los niños se rían", confiesa con un buen español, el francés Grolou, uno de los artistas internacionales que participó del proyecto.
Se espera que este sea sólo el comienzo de una muestra que planea extenderse por más barrios de la ciudad: "La idea sería seguir por Barracas y La boca", concluye Blasco.