"La idea es arrancar en marzo, después de las vacaciones", dijo Jorge Castillo, que administra la feria de Lomas llamada Punta Mogote, que tiene más de 30.000 puestos de venta. La intención es montar un espacio similar en la Avenida Santa Fe 3535, entre Julián Alvarez y Áraoz.
Pero los locales instalados en la zona empezaron a quejarse de la novedad. "Los comerciantes, propietarios y vecinos están preocupados porque se toma como competencia desleal", dijo el presidente de la Asociación de Amigos de la Avenida Santa Fe, que detalló: "En La Salada comercializan de otra manera, no como nosotros que pagamos alquileres, expensas, personal, impuestos, IVA, ingresos brutos, así que no sería justo competir en la misma zona ni en ninguna otra de la ciudad".
El empresario, también directivo de la Cámara de Comercio, aclaró que varias galerías de la zona están teniendo menos ocupación, y que si ven un aviso de que se instalarán allí los "puesteros": "pediremos al Gobierno de la Ciudad que lo impida". La galería de Santa Fe al 3535 no es la única que evaluó Castillo, que también había tanteado la Da Vinci, en la misma avenida pero al 1.600, y un espacio cercano al Jardín Botánico.
"Estamos en contra porque se venden marcas truchas, no pagan ningún tipo de impuesto, no hay ley laboral que valga y la mayoría de la ropa que se confecciona ahí se hace en talleres clandestinos", expresó el vicepresidente de la Federación de Comerciantes de Buenos Aires (FECOBA), Arturo Stabile, que agregó: "igual, ya alguna vez dijeron que iban a instalarse en Mendoza y en Miami, y después esas versiones no prosperaron",
Para los comerciantes La Salada sería "competencia desleal" y no tienen ninguna relación de formalidad. Así y todo, desde el fisco aseguran que muchas veces se registra esas ferias y se encuentra que la mayoría de los puesteros son monotributistas. La evasión, dicen, está en la entrada de la mercadería ilegal, que en el caso de la indumentaria ronda el 50 por ciento.
Desde el Gobierno apuntan que el tema de la indumentaria es uno de los más complicados de abordar y que muchas veces son las mismas marcas las que proveen los artículos de "segunda calidad", que se fabrican en los mismos lugares que los originales.