Clavería aseguró que, hasta el momento, no hay novedades de la supuesta sucursal y aclaró que la Galería Da Vinci se encuentra actualmente enrejada y clausurada por el Gobierno de la Ciudad. "Cualquier persona o empresa puede solicitar el permiso que quiera, pero hay un tema que es la competencia: si es desleal o pareja. Si esta gente quiere tener locales acá, va a tener que adaptarse a las condiciones propias del lugar", advirtió.

A su vez, dijo que los precios de la mercadería que vendan deben ser regulados e inspeccionados por alguien: "Pretendemos que la competencia sea leal y que los precios sean facturados. Alguien deberá verificar el origen de la mercadería y que los precios sean reales. Si no se pagan impuestos, ni IVA, ni aportes a personal, cualquiera puede vender más barato", sostuvo.

Respecto a lo anterior, Clavería dejó en claro que no se trata de ningún tipo de discriminación, sino de equidad en las ventas. "Nos preocupa la forma en la que piensan competir. Si la competencia es leal, bienvenida", señaló, tras disparar que no contestará las amenazas de Jorge Castillo, administrador de La Salada, de "llamar a los muchachos de La Salada" si es necesario.

"¿La Asociación Amigos de la Avenida Santa Fe? Si me vienen de guapos, yo traigo a los muchachos de La Salada y lo arreglamos, más claro echale agua. Esperemos no terminar de esa forma...", lanzó Castillo en otra nota ante el posible rechazo de los comerciantes a mudarse a la avenida Santa Fe.

Castillo afirmó que, de cerrarse la negociación de alquiler con los propietarios de la galería, la feria arrancará en marzo de 2015 con unos 150 locales. "Los comerciantes tienen miedo de nuestros buenos precios. Tenemos pan a $8, medialunas a $10, pan dulce y budines a $15", aseguró, luego de acusar que muchos de los vendedores de los mejores barrios porteños compran la mercadería en La Salada.

En tanto, Damian Di Pace, especialista en comercio minorista, dijo que estos tipos de puestos ya están por toda la Ciudad: "En Capital hay "Saladitas" en Floresta, Villa Crespo, Chacarita, Once, Retiro, Microcentro, Caballito, Constitución, Pompeya y Liniers, En total, unos 6.800 puestos ilegales instalados en cada uno de estos emplazamientos precarios".

Al mismo tiempo, denunció que el origen de la mercadería es "dudoso": "El avance de este tipo de formatos de venta ilegal incluye además falsificación de marcas, elusión impositiva encuadrados dentro de organizaciones que parecen desear franquiciar en la Ciudad el formato de La Salada de Lomas de Zamora para configurar una red distribución más amplia".

"Los riesgos del avance de formatos como el que se desea emplazar en avenida Santa Fe es que compiten con un comerciante legalmente establecido en un entorno de caída de ventas del orden del 7% en promedio en 2014 en el marco de una Ciudad que ya cuenta con 2,5 locales cerrados por cuadra. De esta manera, los ingresos y recursos continuarán transfiriéndose del sector formal al informal provocando el cierre de más negocios y el crecimiento de una economía informal que junto al crecimiento de los manteros generarán una competencia insostenible para el comercio minorista de los barrios en 2015", advirtió.