La modificación no es importante. De hecho, en lo que va de 2019, casi siete semanas, el dólar sube 2,1% contra el franco suizo, 1,8% contra el peso argentino, 1,3% contra el euro y 0,3% contra el yen. Al tiempo que el billete verde baja 1,5% contra la libra, 1,6% contra el yuan chino, 4,3% contra el real brasileño y cae nada menos que 4,6% contra el peso chileno.

El gran tema de este pulso es que los argentinos hemos sufrido tanto con la inflación y con el dólar que una variación un poco más alta que lo habitual despierta temores exagerados. Con estos datos, por ejemplo, llegaron mails preguntando: ¿se pudre todo?

Para entender un poco el tamaño de lo que acaba de suceder hay que revisar algunas cosas. Primero, la inflación de enero fue 2,9% a nivel país y 3,8% en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Por qué esa diferencia? Esencialmente, la gente del interior tiene menos fondos, no puede comprar y los precios tienen que esperarlos. Y la gente que vive en Capital tiene más dinero, y corrobora el nuevo precio que encuentra con más facilidad.

Pero, mas allá de eso, el dueño de la cadena Maxiconsumo, Victor Fera, dio una sentencia que obliga a revisar el tema: sentenció que "hay inflación porque el Gobierno permite la cartelización". Obviamente, esa opinión, que da para otra nota, debería hacernos pensar, porque la inflación es un tema que cruza a la Argentina, la parte al medio...

Ahora bien, volviendo a las finanzas, que es lo que nos ocupa en este informe, con ese aumento de precios, es bueno que hagamos la cuenta para ver qué pasó realmente en enero, calculando todo en variaciones en el mes, variaciones mensuales.

De mayor a menor, el valor que más subió el mes pasado fue la acción del Grupo Financiero Galicia medida en pesos: subió nada menos que 32,2%, y detrás otros dos papeles descollaron Petrolera del Conosur aumentó 32,1% y Banco Macro 31,1%. Inmediatamente detrás de esos tres papeles, la Bolsa de Buenos Aires medida en dólar blue pegó un salto del 30% y medida en dólar oficial avanzó 22% y la Bolsa de Buenos Aires medida en pesos trepó 20%. Recién allí aparecieron tres bonos el PARP subió 18,1%, el TC21 avanzó 15,5% y el PR13 se elevó 13,9%. Muchísimo más abajo estuvo la inflación en la Ciudad con 3,8%, el promedio de bonos argentinos 3,3%, la tasa máxima de plazos fijos 3,3%, la tasa mínima de plazos fijos 3,1% y la inflación país 2,9%.

En enero muy por debajo de la inflación país, el dólar oficial se mantuvo quieto 0%, el dólar blue bajó 0,1%, el euro oficial declinó 1%, el bono BDC19 achicó 5,3%, el euro blue cayó 7%, el bono BPLE descendió 8,6% y hubo un desplome en tres acciones sobre todo: Caputo perdió 11,8%, Grimoldi descendió 16,4% y Colorín (Colorado) se esfumó nada menos que 29,2%.

Luego, con la llegada de febrero, la situación financiera cambió por completo. Los datos de la realidad le dijeron a Macri que había una ola de despidos y gran cantidad de cierre de empresas. Eso ocurría por la profundidad de la recesión y, en parte, por la escasez de pesos. Hubo altísimas tasas de interés, por créditos se cobraba 110% y por tarjetas casi 150%. La mayoría de los inversores estuvieron colocados a tasa, y la economía real estuvo desactivada. Pero la inflación siguió subiendo, porque el Gobierno permite suba de tarifas, con gran cambio de posición de variables y de reparto de riqueza.

Así, el Gobierno, con el BCRA incluido, entró en pánico. Asustados, bajaron la tasa de interés de golpe. Las Leliq (herramienta que el BCRA le paga a los bancos), que rendían casi 74% en setiembre, fueron bajadas por Guido Sandleris de manera muy acelerada: el jueves pagaron 43,937% anual y el viernes las tuvo que subir a 44,214%.

Detrás de las Leliq, las tasas de los plazos fijos, atadas a lo que dicta el BCRA, en octubre estaban entre 52 y 58% anual, a fines de enero entre 43 y 47% anual, el jueves entre 34 a 47% y el viernes 34,9 a 37,3%.

¿Que pasó? Con el dato de la inflación de enero casi 49% anual, la más alta en 27 años (ya no es herencia de los K, supera a los K, y todavía está en la memoria de los argentinos esa filmación con Macri diciendo: "La inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar", "La inflación en mi Gobierno no va a ser un tema".

Pero, bueno, el caso es que se conoció la inflación, y muchos inversores hicieron la cuenta, se dieron cuenta de que la tasa actual en pesos casi empata a la inflación, y volvieron raudamente al dólar. Así, este viernes el dólar acaba de subir a su valor más alto desde setiembre. Y con esto, el tipo de cambio oficial trepa 3,2% en dos semanas de febrero hasta 39,53 pesos, con el blue aumentando 3,3%.

Fue tan grande el movimiento cambiario que el dólar mayorista se volvió a meter en la zona de no intervención. El 5 de febrero el mayorista cotizó a 37,20 pesos, 80 centavos por debajo del piso de la banda, y este viernes cotizó a 38,62 pesos, 35 centavos arriba del piso de la banda. O sea, en 10 días corridos, o en 8 ruedas hábiles con negocios, el dólar mayorista subió casi 4%.

¿Qué impacto tendrá esto en las ruedas que vienen? Una buena parte de la manada de inversores está colocada en tasa en pesos. El stock de depósitos en pesos es enorme, y todos piensan sacarle el jugo a la tasa en pesos, y pasarse al dólar un ratito antes de la elección de octubre. ¿Cuándo se hará ese movimiento? ¿Se hará? Nadie sabe. Muchos calculan que puede darse en mayo o en junio.

Pero además de todo este embrollo hay un dato adicional. En este momento acaba de finalizar el tiempo de las encuestas. Este domingo se conocerá el resultado de la elección en La Pampa. Se gatilla el almanaque electoral. Con cada escrutinio el cardumen de inversores se moverá como un mar, de un lado hacia el otro. Como en un tic tac, ya no se hablará únicamente de cuánto puede tener Macri o Cristina, de populismo o mercado, sino de cómo se ajustó el dólar, de acuerdo a lo que se vaya decidiendo en cada provincia. Por eso, hay que estar con los ojos bien abiertos.