El epicentro de las manifestaciones tuvo como principal escenario las avenidas del centro porteño con una marcha que se inició frente al Congreso y que concluyó con la lectura de un documento en la Plaza de Mayo.
Según los organizadores, participaron colectivos de "lesbianas, travestis, trans, bisexuales, personas no binarias, gordas e intersex junto a trabajadoras ocupadas, desocupadas, precarizadas, y de la economía popular".
Grupos de niñas y adolescentes con los pañuelos verdes que reivindicaron la campaña por la legalización del aborto, marcharon junto a mujeres que portaban el pañuelo violeta que rechaza la violencia machista y otras que con los pañuelos naranjas reclamaban la separación de la Iglesia y el Estado.
Muchas de esas niñas también llevaron pancartas en las que reclamaron por los derechos de las niñas víctimas de violaciones que quedaron embarazadas y no pudieron acceder a la interrupción legal del embarazo.
Desde febrero pasado, el Colectivo Ni Una Menos, junto a varias organizaciones de mujeres, lesbianas, travestis y trans, trabajaron en la Mutual Sentimiento, en el barrio porteño de Chacarita, y también en diferentes ciudades del país, para organizar la movilización.
Dos días antes de llevarse a cabo la masiva movilización, las organizaciones comenzaron un acampe frente al Congreso de la Nación, en el que se realizaban diversos talleres sobre educación sexual integral, economía popular y feminista, y también se organizaron partidos de fútbol y varios festivales.