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En ese sentido, las cifras refuerzan sus argumentos. Juntos por el Cambio sacó en las PASO un 46,48% de los votos: es un resultado que está apenas un punto por debajo del que marcaban las encuestas que tenían en Uspallata y que se mantiene en línea con los obtenidos en la primera vuelta de 2011 (47,07%) y de 2015 (45,56%). También es verdad que el corte de boleta fue bajo, incluso un poco inferior a la media histórica: fue de 1,8% (la boleta Macri-Pichetto obtuvo el 44,7% en la ciudad).
Este último dato, según su visión, demostraría que para los porteños la unificación de las elecciones con las nacionales no tuvo un impacto tan grande y no tiene sentido incentivar el corte de boleta. Aunque reconocen, con el diario del lunes bajo el brazo, que el desdoblamiento hubiera tenido un efecto positivo a favor de María Eugenia Vidal en provincia de Buenos Aires.
En base a todos estos factores deberá el oficialismo ajustar la campaña en el distrito donde hay mayores chances de festejar una victoria. "Obviamente que hay cosas para mejorar, pero equipo que gana no se toca", aseguró a Infobae uno de los máximos responsables de la campaña local, quien además destacó que la victoria porteña se "agiganta en medio del tsunami nacional".
En lo concreto, desde Juntos por el Cambio insisten en que los porteños votan por temas locales y que valoran positivamente la gestión de Rodríguez Larreta más allá de las inclinaciones ideológicas. Por eso seguirán apostando a la campaña de cercanía con la misma dinámica que caracterizó hasta el momento a la gestión del jefe de Gobierno. Los ejes del discurso seguirán siendo las obras, las mejoras del transporte y del espacio público. "La gestión es el principal activo que tenemos que mostrar en la campaña, independientemente de cómo está la economía nacional. Es lo mismo que hicimos en el 2015 y en el 2011", aclaran.
"Horacio va a seguir haciendo lo mismo: muchas charlas, caminatas, reuniones con vecinos, cafés, livings, lo vas a ver mucho por ese lado, principalmente porque es lo que venimos haciendo desde que asumió y porque es un atributo que la gente le reconoce, no queremos perderlo", aseguró uno de sus hombres de mayor confianza.
No obstante, sí aclararon que planean reforzar la presencia territorial en las comunas del sur, donde perdió contra Matías Lammens. En la comuna 8 -La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya-, el candidato del Frente de Todos sacó un 47,20%, contra 31,40% del oficialismo; mientras que en la comuna 4 -Soldati, Villa Riachuelo y Lugano-, obtuvo un 40,30%, contra un 36,18%. Desde Uspallata evalúan que el voto en el sur de la ciudad fue el más afectado por la situación económica nacional.
Para sumar el preciado 4% restante que le permitiría ganar en primera vuelta y no correr riesgos innecesarios en un balotaje, el oficialismo aspira, por un lado, a "pescar" parte de los votos en blanco que superaron el 8% y, por el otro, a aumentar el nivel de participación que no alcanzó el de las elecciones generales de 2015.
En cuanto a los votos de otras fuerzas, como los de Matías Tombolini, de Consenso Federal, y los de Gabriel Solano, del Frente de Izquierda, estiman que serán difíciles de conseguir en la próxima instancia debido a que la gran polarización los redujo al "núcleo duro" de cada espacio.
A dos meses de las elecciones generales, desde el comando de campaña aseguran que no tienen "ni más ni menos miedo" que antes de las PASO e insisten en que desde un principio se prepararon para las tres rondas.
También desmintieron las intenciones de "esconder" a Mauricio Macri: "Sacó 44 puntos en la ciudad, no es un candidato que traccione hacia abajo. Estuvo muy en línea con lo que obtuvo Horacio". Aseguran que participará de "algunas actividades".
Lo único que no podrán ponderar son los efectos de la actual crisis cambiaria que se desató con los resultados ni su impacto en el bolsillo de los porteños en términos de inflación y caída del consumo. "Es un proceso que está ocurriendo pero no imaginamos al electorado castigando al jefe de gobierno por una situación económica nacional", explican. El tiempo dirá.
Reunión con legisladores porteños
Este martes Rodríguez Larreta se reunió con los legisladores porteños del bloque de Vamos Juntos para analizar los resultados de las PASO y marcar el camino a seguir.
Acompañado por su vice Diego Santilli y su jefe de Gabinete Felipe Miguel, valoró positivamente la campaña y agradeció el trabajo tanto de los candidatos como de los legisladores que acompañaron el esfuerzo.
"Fue como la primer charla de vestuario después del partido. Compartimos juntos el análisis de los resultados. Y tampoco hay tanto para hacer ahora porque tenemos que procesar bien qué pasó. Todavía no hay estudios cualitativos como para saber mejor dónde ajustar", le explicó a este medio uno de los legisladores que estuvo presente en la sala de gabinete de Uspallata.
A pesar de que la reunión duró alrededor de una hora, Rodríguez Larreta prácticamente no se refirió a la campaña nacional ni a la situación económica. Tampoco hizo valoraciones sobre la performance de su principal contrincante Matías Lammens, del Frente de Todos.
El mensaje fue claro: de cara a octubre se debe "potenciar" lo que se hizo hasta el momento porque en la ciudad de Buenos Aires tuvo buenos resultados.
Los presente aseguraron que el clima de la reunión fue bueno y, a diferencia de lo ocurrido en provincia de Buenos Aires, se encargaron de remarcar que "no hubo reclamos a Marcos Peña ni a ninguno de los funcionarios nacionales". Tampoco se escucharon recriminaciones sobre la decisión de unificar las elecciones.
No obstante, uno de los presente reconoció que muchos de sus compañeros todavía estaban sorprendidos por los malos resultados. "Fue un tema de charla en la previa, pero en la reunión hablamos solo de la ciudad", reveló.
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