Un informe elaborado por técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)- al que accedió LPO- estima que las exportaciones argentinas de litio podrían ascender a u$s 3.200 millones hacia el año 2025.

Para trazar un paralelismo, dicho valor representa alrededor de un 13% del total de las exportaciones agroindustriales y el triple de los despachos al exterior de carne vacuna que nuestro país realiza actualmente.

El cálculo de exportaciones de litio surge como un escenario de desarrollo potencial diseñado por la Secretaría de Energía mediante el cual se asumen 15 operaciones en marcha e inversiones por un monto cercano a los u$s 5.200 millones.

En 2018, según datos oficiales, se exportaron 28.668 toneladas de litio y sus derivados representando una suma de u$s 251 millones. Se trata de una caída del 8% en volumen respecto a 2017 aunque 26% por encima del promedio de los últimos 5 años.

Uno de los datos más significativos del informe de la BCR es que el año pasado los envíos al exterior de litio registraron un crecimiento en valor de unos u$s 26 millones debido a la apreciación del producto en el mercado internacional.

"En el litio radica una importante oportunidad de exportación con precios estables altos y nuevos proyectos productivos que podrían generar importantes ingresos de divisas", indicaron los técnicos rosarinos Julio Calzada y Desiré Sigaudo.

En la Argentina existen dos minas de litio operativas con una capacidad instalada de 42.000 toneladas. "De concretarse las ampliaciones previstas en estas unidades, se alcanzaría una producción de 129.000 toneladas", detallaron los especialistas.

La producción de litio en nuestro país se concentra en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. Los principales destinos de las exportaciones argentinas, en tanto, son Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur.

Actualmente existen proyectos para explotar litio en 23 salares ubicados en el NOA. Las multinacionales que tienen previsto operar las explotaciones del producto son Livent Corp (Estados Unidos), Orocobre (Australia) y Toyota (Japón).

También operan en este segmento de especialización tecnológica productiva dos firmas nacionales: se trata de Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado con una capacidad instalada combinada de unas 17.500 toneladas.

"La cadena productiva va desde la extracción del litio como eslabón inicial siguiendo por la obtención de químicos, la producción de cátodos, celdas y, finalmente, la producción de baterías", explicaron Calzada y Sigaudo.

Para tener una idea, si bien las exportaciones argentinas de litio aumentaron un 50% en la última década (2008/2018), en la actualidad representan menos del 6% de los despachos totales realizados por el sector minero.

Otros de los grandes jugadores en el mercado internacional del litio son Chile y Bolivia que, a partir de contar con grandes reservas de materia prima, observaron la oportunidad de fabricar baterías para autos y exportarlas al resto del mundo.

La mayor desventaja que tienen los países sudamericanos es la distancia geográfica a las industrias ubicadas en América del Norte, Europa o Asia dado que las baterías no pueden transportarse en avión (por el peso) y el flete marítimo es muy costoso.

El eje en energías renovables

Otro de los productos emblemas del norte del país es la caña de azúcar. En los últimos días se realizó el Congreso Internacional en Tucumán, Salta y Jujuy, un evento de relevancia para el sector sucroalcoholero, que se lleva a cabo cada tres años.

El Congreso contó con la participación de más de 1.500 científicos, técnicos y empresarios de 57 países que llegaron al país parar mostrar los últimos adelantos tecnológicos en materia de producción de energía limpia y alimentos.

"El objetivo fue que los técnicos y especialistas locales podamos enriquecernos con nuestros pares internacionales y así sumar valor al sector sucroalcoholero instalado en el norte argentino", comentó Fernando del Pino, gerente de Campo de la firma Ledesma.

En dicho Congreso, que empezó en Tucumán con un programa de disertaciones técnicas sobre prácticas agrícolas, desarrollo en fábrica y cuidado del ambiente, se hizo hincapié en el futuro de la caña de azúcar y su capacidad para generar energías renovables.

En este sentido, el domingo se llevó a cabo una visita a la Chacra Experimental Santa Rosa en Salta. Se trata del primer y único instituto privado de mejoramiento de caña de azúcar que tiene como objetivo la obtención de nuevas variedades adaptadas.