En 1814, al mando del Ejército del Norte, San Martín advirtió que intentar llegar a Lima por Alto Perú para derrotar a los españoles, sería un esfuerzo inútil. Delegó la misión de proteger la frontera norte en Martín Miguel de Güemes, que estaba al mando del ejército de gauchos llamado Los Infernales. Ellos tuvieron un papel destacado con su sistema de guerra de guerrillas, una táctica de combate donde atacaban y luego se dispersaban por los montes para lograr confundir y desorientar al enemigo.

San Martín comprendió que para poner en marcha el plan de independencia sudamericana, debería cruzar la Cordillera de los Andes, participar en la liberación de Chile, llegar por mar hasta Lima y derrotar a los realistas. Este proyecto iba a contar con la participación de Simón Bolívar y sus tropas en el norte de América del Sur y así, mediante una táctica de pinzas terminar con el poder español en Lima. ¿Qué es la táctica de pinzas? La táctica militar de pinzas consiste en encerrar a las tropas enemigas, por el frente y por la retaguardia en un movimiento envolvente para lograr una victoria.

San Martín asumió como Gobernador de Cuyo, que son las actuales provincias de Mendoza, San Luis y San Juan. Instaló en el campamento del Plumerillo donde al toque de diana, con las primeras luces del día, el ejercito de los Andes comenzaban su entrenamiento. Se preparó y almacenó todo lo necesario para el cruce: uniformes, ponchos, frazadas, calzados, medicinas, alimentos, bebidas, forraje para los animales, monturas, armas, municiones, cañones y muchos otros elementos.

San Martín contó con excelentes colaboradores, como José Álvarez Condarco encargado de la fabricación de pólvora y mapas de la topografía cordillerana. Fray Luis Beltrán estuvo a cargo de la producción de piezas de artillería y Tomás Guido fue el estratega militar. El pueblo cuyano tuvo un papel fundamental donando elementos materiales y voluntades humanas para la campaña.

Todos trabajaron intensamente, idearon mecanismos especiales para facilitar el traslado de los cañones con sistemas de poleas para poder subir las cuestas de las grandes montañas. Los uniformes fueron realizados en telares de San Luis y luego abatanados, es decir trabajar la tela para que sea más tupida, para soportar los intensos fríos cordilleranos. Este trabajo se hizo en Mendoza, en el “Molino de Tejada “. Cuando los paños estaban listos, las mujeres cortaron y cosieron los cinco mil uniformes que luego utilizaron los soldados.

Las mujeres cuyanas tuvieron un rol muy importante en la preparación de la cruzada libertadora. Cosecharon y prepararon la comida que llevaron a la expedición, bordaron la bandera de los Andes con laureles y el sol de la Bandera de Belgrano. La esposa de San Martín, Remedios de Escalada promovió la donación para la campaña entre las damas mendocinas que entregaron sus joyas personales para comprar equipamiento.

La logística era un gran desafío, tenían que alimentar a 5.000 soldados durante los veinte días previstos para el cruce. En aquel momento no era fácil conservar los alimentos, la carne se secaba al sol, salándola o quemándola. Para la expedición se llevaron aproximadamente 600 animales en pie para alimentar a la tropa. También llevaron abundantes cantidades de leña y carbón para encender el fuego y para iluminarse durante la noche, llevaron velas o lámparas de aceite.

San Martín también incluyó en su ejército a lugareños, como arrieros, baqueanos, chasques y rastreadores quienes conocían el terreno a la perfección. Los chasques eran los mensajeros encargados de llevar las novedades diarias al general que debía ser informado de cómo iba avanzando cada una de las columnas. Para esta tarea llevaron tinta y papel entre las provisiones, incluso una imprenta que sirvió para imprimir y difundir los comunicados a la población chilena.

Un ejército de miles de hombres debía cruzar la cordillera, había que encontrar los mejores pasos, en el mayor secreto. San Martín utilizó métodos de espionaje en sus campañas como la guerra de zapa, una táctica militar para desorientar al enemigo. Para que la campaña sea un éxito era necesario trazar planos de los diferentes pasos por eso envía en misión secreta a Chile al Mayor José Antonio ÁlvarezCondarco. San Martín le dice : “Le voy a encargar una misión importante. Quiero que haga un estudio de los caminos de Los Patos y Uspallata. Debe usted levantar un plano de los dos, pero en la cabeza. No tiene que tomar un solo apunte. Pero no debe olvidar una sola piedra.” Álvarez Condarco cumplió su misión, arriesgando su vida.

En enero de 1817 comienza el cruce de la cordillera con más de 5400 hombres, 10600 mulas, 1600 caballos, ganado para alimentar a las tropas, un hospital de campaña, 50 médicos, cañones, y demás artillería. El plan de San Martín constaba de seis diferentes pasos para cruzar a Chile.

Los dos pasos principales eran: Los Patos estaba a cargo del General San Martín, el General Bernardo O´Higgins y el General Miguel Estanislao Soler. El paso de
Uspallata estaba a cargo del Coronel Juan Gregorio de las Heras.

Las rutas secundarias eran: el paso de Guana: al mando del Teniente Coronel Juan Manuel Cabot. Parte de San Juan y tuvo por objetivo tomar La Serena y el puerto de Coquimbo. El Planchón: a cargo del Teniente Coronel Ramón Freire. Parte desde Mendoza con destino a la ciudad de Talca. Comecaballos: a cargo del Teniente Coronel Francisco Zelada. Parte desde La Rioja hacia Copiapó y el paso Portillo 8: a cargo del Capitán José León Lemos. Partió de Mendoza, cruzó a Chile por el boquete de Piuquenes, sorprendiendo a la guardia del Fuerte de San Gabriel en el Cajón del Maipo, a pocas leguas de la ciudad de Santiago.

La batalla de Chacabuco fue un gran triunfo en territorio chileno, junto a Bernardo O"Higgins, se logra la independencia chilena. Los realistas recibierón refuerzos del Alto Perú y unos días después contraatacaron en Cancha Rayada. En marzo de 1818, el general Las Heras logró reorganizar un ejército de 5000 hombres y vencer a los realistas en la batalla de Maipú que selló la libertad de Chile y vigorizó la idea de la emancipación americana.

El directorio chileno da una ayuda económica para que San Martín cumpla su plan de llegar por mar y tierra a Lima y liberar el Perú en 1821. El Cruce de los Andes, será recordado por siempre en la historia mundial, como una de las hazañas más asombrosas para asegurar la independencia de tres países y así deponer al poder de España sobre América del Sur.