Leo Messi acaba de comunicar al club que quiere abandonar el club, que ya no está cómodo en el Camp Nou, que fue su jardín desde niño, y eso es peor que cualquier 2-8. Convierte la goleada en una broma. Es el fin de una era. Bartomeu va a pasar a la historia como el presidente de la dimisión de Messi.Messi no aguantó más y ha dado el portazo. Llevaba tiempo muy dolorido con la directiva. No atendieron sus reclamaciones en materia de fichajes mientras su equipo se iba empobreciendo hasta no dar la talla en Europa. La Messidependencia fue nociva.
Ganar la Liga ya no le alimentaba. Messi era demasiado grande para tanto fracaso.En la última temporada, la llegada de Setién tras la época Valverde no produjo el efecto necesario sino todo lo contrario (nunca empatizaron) y la temporada acabó de muy mala manera, con el desastre de Lisboa, que él mismo intuía en las horas previas. Pero nunca se planteó dejar el Barça. Ni por lo más remoto. Su vida estaba en Barcelona. Pero no hay cosas inamovibles en el fútbol. También se fue Cristiano...
Llegó Koeman.Y eso le alteró, principalmente por su manera de manejarse con los compañeros, en especial con su amigo Suárez. Ahora acaba de decir al club por un burofax que se quiere ir. Consta por escrito, con la frialdad de un documento, algo doloroso para poner fin a una relación de tanto amor.
Sabe que no será sencillo irse gratis y que todo se puede hablar si se reconduce la situación con Luis. Pero la crisis abierta es de proporciones gigantescas, como el tamaño de Messi, por supuesto. Se trata del mejor futbolista de esta época. Nunca será nada igual en el Barça si se va.