Ningún cambio cultural es sencillo y, más aún, si está vinculado con el cuidado del ambiente. Desde la teoría, todos aseguran actuar en ese sentido pero la evidencia demuestra que del dicho al hecho hay una distancia abismal.
Tal es así que, según una consulta realizada por el Gobierno porteño, el 46% de los vecinos dice separar los residuos en sus casas. Sin embargo, a la hora de ver las toneladas, la cantidad muestra que en la práctica el porcentaje es bastante menor.
“Casi el 80% de la basura que generamos es recuperable. Separarla correctamente puede causar un gran impacto, no sólo ambiental sino también social y económico. Detrás de una botella de pet que ya no usamos puede haber trabajo para muchas familias”, señaló la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana Clara Muzzio este lunes.
Para Muzzio “esta pandemia no puede significar mayores costos ambientales para el planeta. Creo que a todos nos está haciendo reflexionar. Es importante que los vecinos y vecinas tomemos conciencia sobre lo que consumimos y que modifiquemos nuestros hábitos. Parar dos minutos, pensar y separar hoy es más importante que nunca”.
Como no es algo fácil, lleva tiempo. Desde el comienzo de la gestión del PRO en la ciudad de Buenos Aires el tema ha estado en la agenda gubernamental pero si bien se ha mejorado a nivel latinoamericano (la Ciudad recicla el 18,6% contral el 12,8% de la región), se está lejos de los porcentajes que posee, por ejemplo, Barcelona (42,3). Se ha avanzado pero la cantidad de residuos que se disponen en rellenos sanitarios todavía es preocupante.
Diariamente se generan, aproximadamente, 7.500 toneladas de residuos. Mensualmente, se generan más de 200 mil toneladas de residuos, el equivalente a la Plaza de Mayo cubierta con una montaña de 32 metros de basura o a la totalidad de la Avenida 9 de Julio cubierta de punta a punta con basura a un metro de altura.
Aproximadamente, el 56% de esos residuos son recuperados. De ellos, el 34% son áridos o voluminosos, el 26% orgánicos, otro 26% son reciclables, el 4% forestales o restos verdes y el 11% restantes otro material. Además, casi el 80% de la basura residencial es potencialmente reciclable.
Es por ello que, dentro de los compromisos planteados por el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta para el 2023, se incluyeron un par vinculados con esta problemática que afecta a muchísimas ciudades del mundo.
El jefe de Gabinete Felipe Miguel detalló: “Hay dos compromisos de gobierno para los próximos tres años que tienen que ver con el reciclado: que el 80% de los vecinos y vecinas de la Ciudad adquieran el hábito de reciclar y que cada uno de ellos tenga un contenedor o campana verde a no más de 150 metros de su casa”.
A lo que añadió: “Cada día se generan miles de toneladas de materiales que pueden recuperarse y ser devueltos a la industria, evitando su entierro en los rellenos. Queremos que los vecinos confíen y se comprometan tanto como nosotros con el sistema de separación de la ciudad. Este plan es un desafío y una oportunidad para todos”.
“El mismo se basa en un sistema de captación simple y confiable, para que los vecinos sientan que su esfuerzo vale la pena; en la transformación cultural, dándole además herramientas para ayudarlos; y en una normativa que refleje todo lo que les estamos pidiendo”, destacó Muzzio.
El Plan BA Recicla tiene tres ejes: Gestión social del sistema e Infraestructura, Transformación cultural y normativa.
Hoy las 12 cooperativas que trabajan en la ciudad de Buenos Aires reciben los materiales reciclables de los recuperadores urbanos, contenedores verdes, campanas verdes y puntos verdes. Se va a mejorar la infraestructura en territorio y optimizar el trabajo de los recuperadores.
Para ello se realizó un diagnóstico de cómo se disponen los reciclables en toda la Ciudad y cuál es el volumen que se genera, y a partir de ahí, se establecieron dos grupos de generadores: Grandes generadores (aproximadamente el 10% de la Ciudad ), que son grandes comercios y edificios con encargado (Macrogeneradores). Con este grupo se realizará la recolección puerta a puerta, con el despliegue de los recuperadores urbanos de las cooperativas; y Pequeños generadores (aproximadamente el 90% de la Ciudad), es decir edificios sin encargado, comercios de cercanía, vecinos de casas bajas. A este grupo se les solicitará llevar sus reciclables al contenedor verde, campana verde o punto verde más cercano.
Desde el Gobierno porteño destacaron que Buenos Aires es una de las pocas ciudades en el mundo que tiene una gestión social de residuos secos. En el sistema trabajan 12 cooperativas y 6.500 trabajadores entre recuperadores urbanos, promotoras y operarios de logística y de centros verdes. A lo largo de los años se fue formalizando el sistema con un marco de organización, una estructura de trabajo e inclusión en el sistema productivo. Hoy buscamos afianzarlo mediante el aumento de la separación en origen, mejorando las rutas de recolección y fortaleciendo la relación entre los recuperadores urbanos y los generadores de residuos.
Para promover la participación ciudadana, todos los vecinos y vecinas contarán con un contenedor verde o campana verde cerca de sus casas para fines del 2021. Están instalándose en todas las comunas de la Ciudad para que siempre haya uno a una distancia máxima de 150 metros de cada hogar. Hoy la Ciudad cuenta con 4.075 contenedores verdes/campanas y el 22% de los vecinos y vecinas cree que se debería aumentar la cantidad para que les resulte más fácil separar.
También hay 80 puntos verdes fijos y cuatro puntos verdes móviles. Quince de los fijos potenciarán su uso y ofrecerán diferentes servicios para los vecinos y vecinas. Tendrán espacios de capacitación y concientización en donde se darán charlas y talleres, composteras para acercar sus orgánicos, y también recibirán pilas y RAESS.
De lograrse un aumento de reciclables, deberá hacerse más eficiente el funcionamiento de los 16 Centros Verdes que tiene la Ciudad y que reciben los plásticos, papel, cartón, metal y vidrio que separan los vecinos y vecinas. Se harán mejoras para procesar más volumen y se generarán mesas de articulación con el sector privado –compradores de material- para aumentar la cantidad de reciclables que se tratan y reinsertan en la industria.
Por otra parte, la Ciudad cuenta con Centros de Compostaje en el Velódromo de Palermo, ubicado en el Parque 3 de Febrero, en el Cementerio de la Chacarita y en el Parque Indoamericano, en Lugano. Los residuos que allí se reciben (hojas, césped, restos de flores y pequeñas ramas) provienen del mantenimiento de los espacios verdes y parques de la Ciudad y son transformados en compost que vuelve a los mismos.
Gracias a los “Jueves de Orgánicos”, se recolectan 2 mil kilos de material orgánico por mes. Con esta cantidad, se pueden generar 900 kilos de compost, lo que permite abonar 1.280 metros cuadrados de superficie o el equivalente a la Plaza de La República.
Con respecto a la transformación cultural, la separación de residuos dentro de los hogares, o llamada también separación en origen, será el eje fundamental. “Aspiramos a que todos los actores del sistema -vecinos y vecinas, empresas, industria, instituciones civiles, comercios, universidades, ongs, etc- se comprometan con iniciativas que nos ayuden a lograr una total toma de conciencia sobre la importancia de separar. Hoy el 44% de los vecinos y vecinas dice no separar nunca o solo a veces sus residuos”, sostuvo Muzzio.
Y agregó: “El 19% de los vecinos y vecinas cree que para promover el reciclaje se deberían entregar recipientes para la separación en el hogar. Estamos trabajando en un recipiente que entregaremos a todos los vecinos y vecinas para facilitarles la separación en origen”.
Asimismo, en febrero de 2021 se empezó una campaña de concientización puerta a puerta pensada para que todos los vecinos y vecinas aprendan todo lo que necesitan saber sobre cómo reciclar en la Ciudad. A lo largo del año vamos a llegar a todos los barrios gracias a una red de voluntarios y voluntarias. Hoy el 42% de los vecinos y vecinas dice no reconocer, o no reconocer del todo, qué materiales son reciclables.
En tanto, se dará continuidad al programa Escuelas Verdes, que funciona hace 10 años con muy buenos resultados, dado que sin duda los chicos y chicas son embajadores del reciclado en sus hogares. La ministra resaltó: “Vamos a seguir expandiendo los contenidos sustentables en las escuelas de la Ciudad para asegurar que en todas funcione el sistema de separación de residuos”.
Además se están dictando cursos de separación y gestión de residuos para administradores de consorcios. Deben realizarlos de forma obligatoria para renovar la matrícula. También se desarrollan acciones de capacitación para los encargados de edificios.
El Gobierno porteño pondrá en funcionamiento el programa Embajadores Ciudad Verde, mediante el cual buscará que vecinos y vecinas se sumen y participen como agentes de cambio del Plan BA Recicla. Colaborarán comunicando los pilares del plan en su entorno cercano y generando acciones de concientización para que más personas separen en origen.
Otras iniciativas que se potenciarán son:
• Creación de la Red de Economía Circular: Mediante la creación de mesas de trabajo buscaremos acercar al sector público, privado y a organizaciones de la sociedad civil para que compartan y fomenten acciones entorno a la economía circular. Se trata de un trabajo colaborativo con el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad.
• Centro de Economía Circular en el Centro de Reciclaje de la Ciudad: Además de procesarse PET, orgánicos, áridos y restos de poda, hay un Centro Educativo. Se diversificará su contenido y se generarán instancias de encuentro con la industria, universidades, emprendedores sustentables y organizaciones de la sociedad civil.
• Sello Verde: Es una certificación en la correcta gestión de los residuos y el fomento de prácticas sustentables que se entregará a oficinas públicas y privadas, locales comerciales y edificios residenciales de la Ciudad.
• Ecopuntos: Es un programa de incentivo para premiar a aquellos que acompañen más rápido el cambio cultural. Los vecinos y vecinas que se acerquen a dejar sus reciclables en los puntos verdes recibirán puntos que podrán canjear por premios. Este programa ya fue implementado con éxito en años anteriores, pero se relanzará buscando un mayor alcance.
Mientras que, finalmente, se buscará ordenar la normativa vigente, promover la sanción de leyes en la Legislatura de la Ciudad y formular acuerdos estratégicos que fomenten la reducción en el uso de plástico. De la misma manera se va a hacer un trabajo de fiscalización, dirigiendo los esfuerzos a aquellos edificios, comercios y vecinos que no estén cumpliendo con la separación.
“Buscamos generar una única normativa que contemple la forma de gestionar los residuos húmedos, secos y orgánicos, donde cada generador pueda saber cuál es su responsabilidad y cuáles las penalidades por no ejecutarla de manera correcta. Ya avanzamos con la ley de eliminación de bolsas de plástico livianas, la de eliminación de sorbetes plásticos, y la ley de pilas (responsabilidad extendida del productor)”, amplió Muzzio.
Pero no sería lo único, ya que se está trabajando para establecer un esquema progresivo para lograr la reducción de los plásticos descartables y promoción de nuevos materiales, sin perjudicar las fuentes de trabajo. Así como una Ley de envoltorio único, para reducir aquellos envoltorios que son prescindibles a la hora de entregar un producto y fomentar la entrega de un único embalaje; un marco a la gestión de residuos orgánicos; y un plan de trabajo junto a empresas y organizaciones privadas para minimizar el uso de envases de un único uso y reemplazarlos por envases reutilizables.
Sobre las denuncias por incorrecta separación, el vecino podrá realizar en el 147 un reclamo ante la ausencia de tachos diferenciados en su edificio, o situaciones de incorrecta separación en la vía pública. La separación en origen y disposición diferenciada es una obligación enmarcado en la Ley 1854.
Frente a los cuestionamientos sobre la poca efectividad de los planes que se han aplicado hasta el momento, Muzzio defendió la integralidad de este programa y afirmó luego de citar al Papa Francisco: “Se lo debemos al planeta, a las futuras generaciones. Hace 11 años que trabajo en este Ministerio y no quiero que sea en vano”