Con tantas plataformas de streaming a nuestra disposición, puede parecer casi imposible decidirse por algo para ver durante el fin de semana.
Por eso reunimos en una selección especial las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine, para convertir ese menú interminable en un problema del pasado.
Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix, Star Plus, HBO Max y Paramount Plus.
1. Película para ver en Netflix: El asesino
Lo nuevo de David Fincher es un thriller en el que un asesino a sueldo comete un error y debe buscar a sus jefes y contratantes para ajustar cuentas. Ha sido producido por Netflix y es un film sofisticado en el que los quehaceres del killer se ponen en primer plano, con un alto grado de detallismo, monotonía y perfeccionismo.
Haber elegido a Michael Fassbender para interpretar a este hombre máquina, con sus características de androide vaciado de emotividad que se adapta a cualquier contexto con un simple cambio de vestuario, y con el socorro de la tecnología, es un gran acierto.
La primera secuencia, -ambientada en París-, nos revela el credo interior de este hombre que alterna afirmaciones robóticas ("Olvida ser empático") con un soundtrack habitado por canciones de The Smiths.
Este comienzo recuerda a El día del chacal (Fred Zinnemman, 1972), en donde un francotirador de acciones muy obsesivas intentaba un magnicidio. Pero también a La ventana indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954), por la exacerbada observación de los ventanales de un edificio por parte del protagonista.
La falta de emotividad con que procede el personaje también recuerda a El samurái (Jean Pierre Melville, 1967), el mejor papel que encarnara Alain Delon a lo largo de su extensa carrera. Aquí, parte de su corazón quedó expuesto en Republica Dominicana, y otra fisura en su acerada superficie ocurre cuando una víctima obtiene -compasivamente- lo que para sus deudos será un accidente doméstico.
Pero el killer de Fincher es un sujeto de la globalización: los aeropuertos por los que pasa utilizando distintas identidades parecen las salas de estar un gran departamento, su vestuario y técnicas de no visibilización lo adocenan como a mucho turista, al igual que el escaso equipaje con el que se maneja.
Esta cualidad líquida del killer es puesta a prueba cuando debe encarar al personaje de Tilda Swinton, un alter ego que lleva la marca de individualismo exacerbado, no sólo porque el color de su cabello la hace parecer como un "hisopo" a los ojos de un testigo o porque sea una experta bebedora que no logra embotar sus reflejos en un momento decisivo.
El guionista -Andrew Kevin Walker, el mismo de Pecados capitales (1995), un triunfo temprano en la carrera de Fincher- dota de un humor sutil a los graves procederes de este monstruo. Cada vez que debe mostrar un pasaporte o tarjeta de crédito que indique su identidad, lo hace bajo el nombre de un personaje de serie televisiva. También hay un perro que no duerme lo suficiente cuando lo narcotizan. Una lucha cuerpo a cuerpo de proporciones gigantescas, y el killer recuperándose de las golpizas más extremas con la cualidad proteica de un Terminator.
Entretenimiento pulido y vacuo como su protagonista, engalana la pantalla de Netflix.
2. Película para ver en Star Plus: Cacería en Venecia
A 40 años de Clics Modernos Say No More: Charly García tiene su propia esquina en Nueva York
Venecia, 1947, la noche en que se festeja Halloween en un castillo en el que hay numerosas personalidades invitadas, entre ellos, Hércules Poirot (Kenneth Branagh), el famoso detective creado por Agatha Christie. Una sesión de espiritismo conducida por una mujer misteriosa de rasgos orientales (la reciente ganadora del Oscar Michelle Yeogh) que invoca a la hija de la dueña de casa (Kelly Lynch), fallecida hace poco tiempo. Un homicidio...
Branagh es un buen actor y un adaptador de obras literarias. Tiene en su haber dos maravillas como Enrique V (1989) y un Hamlet (1996) monumental, poblado de estrellas y de cuatro horas de duración. Hace poco estuvo nominado por Belfast (2021), un relato de corte semi autobiográfico, tan simpático como hollywoodense, sobre los conflictos que aquejaron a la Irlanda de la década de los 60.
Como director, este irlandés carece de estilo, pero cuenta bien sus historias lo que ya es suficiente para pasar un rato entretenido sin mayores consecuencias. Últimamente se le ha dado por reflotar a la más prolífica de las escritoras de policiales de enigma, con las remakes de Crimen en el Expreso de Oriente y Muerte en el Nilo, de las que ya había versiones muy superiores, la primera de Sidney Lumet (1974), la segunda de John Guillermin (1976).
En esta ocasión, Branagh la pega con el clima gótico y la dirección de actores. La ambientación es estilizada en todos los niveles. Pero el montaje está más cercano al sensacionalismo de un film tipo Scream, con sus golpes de efecto, que a la creación de atmósferas y suspenso. Esto no le quita méritos a la película, pero la asemeja a un viaje en un tren fantasma de un antiguo parque de diversiones.
También aparecen Tina Fey como una escritora amiga de Poirot y Jamie Dorman como un médico atribulado.
3. Serie para ver en HBO Max: La edad dorada
La prima estadounidense de Downton Abbey está estrenando segunda temporada a raíz de un episodio por semana (ya se pueden ver 3 de un total de 8).
Ambientada en la Nueva York de fines del siglo XIX, afincándose en la lucha entre las aspiraciones de los nuevos ricos y las antiguas fortunas que adhieren al status quo, con todas sus reglas y protocolos, esta telenovela de lujo lo tiene todo para pasar un buen rato.
Por lo que se ha visto, en esta temporada se le presta menos atención al mundo de los sirvientes y se focaliza en la puja entre quienes consiguen más adherentes para un teatro de la ópera moderno y la antigua academia de música. No contenta Bertha Russell (asombrosa Carrie Coon) con haber sido admitida en las reuniones de la rancia aristocracia, ahora se empeña en batallar contra la señora Astor (Donna Murphy), la matriarca que rige a los conservadores y patrocina la adscripción de su rebaño a la academia.
Por supuesto que las Van Rhys, tanto Agnes (Christine Baranski) como Ada (Cynthia Nixon) son parte del rebaño, aunque también las distraigan la necesidad de casar a Marian Brook (Louisa Jacobson Gummer, una de las hijas de Meryl Streep), la sobrina sin dote a la que cobijan, y al díscolo Oscar (Blake Ritson), el hijo homosexual que busca una heredera que le permita una fachada honorable y un buen pasar.
Hay mucho más en esos 3 capítulos de La edad dorada pero esas serían las tramas troncales que organizan la temporada. Los guiones rebosan de frases ingeniosas y el ritmo es tan trepidante como el de Downton Abbey, aunque este universo, con sus ampulosas escenografías y su profuso y elaborado vestuario se note un tanto famélico y sintético comparado con el de la prima inglesa.
Julian Fellowes, el creador de las dos series (ganador del Oscar por el guion de la memorable Gosford Park: crimen a medianoche, de Robert Altman), no tiene aquí a la extraordinaria Maggie Smith, pero la acidez que desparraman los comentarios del personaje de Baranski, como la calidez de la tía soltera que compone Nixon (Sex and the City), y la perspicacia de Gummer, alcanzan para contrarrestar la pasión combustible que enciende y motiva al personaje de Coon, una matriarca que busca manipular todo lo que la rodea en busca de que se cumplan sus deseos, preparada para sumergir en la infelicidad a sus hijos si es necesario. Imperdible.
4. Miniserie para ver en Paramount Plus: Compañeros de viaje
Saludada por la crítica extranjera como una de las mejores miniseries del año, los tres episodios (de 8) que hasta ahora ha emitido Paramount Plus cuentan la historia de dos hombres que mantienen una relación amorosa oculta a lo largo de tres décadas, desde la época del Macarthysmo hasta la apoteosis del HIV en 1985.
Ambos trabajan para el departamento de Estado.
Hawkins Fuller (Matt Bomer) es un héroe de la Segunda Guerra Mundial que gusta de encuentros clandestinos y ve en el sexo una forma de conocimiento. El otro, Tim (Jonathan Bailey), es un muchacho católico que no duda en vencer sus mandatos con tal de compartir momentos muy acotados con Hawkins a espaldas de todos sus conocidos.
Hawkins trabaja para el senador Smith (Linus Roache), un liberal que trata de contrarrestar la saña del senador Joseph McCarthy (Chris Bauer) -y su mano derecha, Ray Cohn (Will Brill)- en su persecución de los comunistas y los "desviados sexuales".
Tim trabaja como asistente para McCarthy y Cohn (que también serían gays) y se inventa como tapadera circunstancial -para no ser señalado con el dedo- una relación con una compañera de oficina de Hawkins, que es lesbiana y vive con otra mujer.
Hawkins aceptaría casarse con la hija de Smith (Allison Williams).
Y atravesando distintos episodios históricos, estos dos hombres vivirían su relación entre una maraña de ocultamientos, sentimientos reprimidos y traiciones...
El guion incorpora otros personajes que también franquean situaciones similares, entre ellos un periodista y una drag queen, ambos afroamericanos, por lo que a situaciones de homofobia también se les suman otras de un racismo rampante. Los diálogos son cuidados y hay abundante suspenso, derivado de que muchos de ellos se mantienen en el closet temiendo el escarnio social.
Boomer (también productor), que ya llamara la atención como el psicópata que le daba la razón de ser a la electrizante temporada 3 de The Sinner, aquí descolla como el amante de Tim, de una fisicidad feroz, y el maniqueo esposo de Lucy Smith, una especie de muñeco Ken vaciado de vitalidad.
Bailey construye un personaje que de la ingenuidad pasa a tomar conciencia de los peligros que lo acechan si no forja un lazo con otros miembros de su comunidad. Sabe que la relación con Hawkins tiene muchas limitaciones y debe buscar protección y contención por otro lado.
La reconstrucción de época y las jugadas escenas eróticas -no es tanto lo que se ve como lo que se implica- también son bazas importantes para mantener el interés. Habrá que ver cómo termina esta historia de amor.
5. Miniserie para ver en HBO Max: Garavito, la bestia serial
En cuatro episodios (de 45 minutos) esta miniserie relata la investigación que llevó a descubrir al mayor asesino serial colombiano, que durante casi toda la década de los años 90 violó y asesinó a casi tres centenares de niños y jóvenes.
Con abundante material de archivo, se siguen los primeros indicios de que alguien podría estar asesinando niños en distintas localidades. Aparecen sus cuerpos degollados.
Se forma un cuerpo de investigación y asistimos a numerosos detalles ofrecidos por sus miembros, ya sean policías o técnicos forenses, que se enfrentan a un proceder que no tenía antecedentes en el país, por lo que varios acudieron a formarse en Francia.
Hay testimonios también de madres y tías que dejan constancia de que la policía, cuando ellas hacían la denuncia por la desaparición de sus retoños, no investigaba demasiado, ya sea por indiferencia o escasez de medios.
Finalmente, tras una laboriosa pesquisa, el monstruo adopta un contorno humano: el de Luis Alfredo Garavito. Tras una cacería que lleva su tiempo, se lo detiene y condena. La Fiscalía de la Nación logra probar 172 casos de niños y jóvenes, pero se estima que podrían ser muchos más los que han quedado sin resolver.
Con la dirección de José Ángel Montiel, la solidez de los guiones, un ritmo incesante y material que muestra a Garavito confesando y, posteriormente, hablando desde la cárcel, este documental se erige en uno de los mejores ejemplares entre los que se ocupan de crímenes reales. Imperdible.