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Tras la polémica de marzo pasado por las dietas de los legisladores, los senadores aprobaron un aumento en sus dietas por el doble de lo que cobran actualmente sobre el final de la sesión de este jueves, sin debate y a mano alzada, en una jugada criticada por el presidente Javier Milei, quien se había enterado el día anterior, pero además polémica por la ausencia de rechazos al momento de la votación.
El proyecto 615/24 se coló en la sesión para tratar pliegos de embajadores y acuerdos internacionales, de la mano del senador de Cambio Federal, Juan Carlos Romero, un aliado del oficialismo que propuso someterlo a votación sobre tablas (esto es, sin dictamen de comisión) que requiere una mayoría de dos tercios, y a mano alzada.
El proyecto impulsado por él y un reducido grupo de senadores estipula un aumento medido en módulos, que pasados a pesos, implica que la dieta de los senadores pasa de los $1,9 millones que cobran actualmente en mano a $4,5 millones.
"La casta se juntó para aumentarse los sueldos", lanzó el jefe de la bancada de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, ante la prensa acreditada en el Senado. El bloque oficialista no acompañó y tampoco lo hizo parte del PRO.
Sin embargo, la forma de la votación dejó varias dudas. Fue llamativo que ningún senador del oficialismo ni del PRO ni de ningún otro espacio tomara la palabra para criticar el proyecto antes de que se votara y también que nadie pidiera la votación nominal para que el tablero electrónico marcara los nombres de quienes votaron a favor y en contra.
Los senadores se duplicaron la dieta: ¿cómo se gestó la polémica jugada?
El tema se trató el día anterior en la reunión de Labor Parlamentaria. Allí, con Villarruel y los jefes de todos los bloques presentes, Romero llevó el proyecto que establecía el aumento. La vicepresidenta se retiró cuando se empezó a hablar. En esa reunión se acordó ponerlo a votación sobre tablas al final de la sesión.
La cuestión de las dietas había generado un escándalo en marzo, cuando la Casa Rosada intercedió para obligar a Martín Menem y a Victoria Villarruel, presidentes de Diputados y el Senado respectivamente, a dar marcha atrás con la resolución que ataba los sueldos de los legisladores a la paritaria del personal del Congreso. Villarruel fue la que puso más resistencia, presionada por los senadores.
Lo que trajo el tema de nuevo a colación entre los senadores fue el enterarse de la promoción a secretario de Estado que recibió el vocero presidencial, Manuel Adorni, que implicó un significativo diferencial en su sueldo. "Va a cobrar bastante más que un senador", se quejaban algunos en los pasillos.
La decisión de avanzar con este tema no fue acompañada por el oficialismo. Una alta fuente de La Libertad Avanza contó a iProfesional que el jefe del bloque, Ezequiel Atauche, habló con Milei al salir de la reunión y le anticipó lo que se venía en el Senado, en atención a la polémica que se había generado el mes anterior.
Una vez que el Senado votó, el Presidente salió por la red social X (ex Twitter) a criticar al Senado y defender a su espacio político. "Así se mueve la casta. Los únicos 7 que votaron en contra son los senadores de La Libertad Avanza. El 2025 será paliza histórica", aseguró Milei.
Libertarios y el PRO criticaron la medida: ¿por qué esto alimenta dudas sobre la votación?
En efecto, los libertarios no levantaron la mano para habilitar el tratamiento sobre tablas. "Venimos pidiendo un gran esfuerzo a todos los argentinos y aquí, a contramano de todo, gran parte de la política de siempre apoyó este aumento", afirmó Atauche ante la prensa acreditada.
Por su parte, el jefe del bloque PRO, Luis Juez, también aseguró que ese espacio -o al menos gran parte de él- tampoco alzó la mano. "Es una vergüenza, absolutamente inoportuno y sin ninguna empatía con el difícil momento que viven la mayoría de los argentinos. Nosotros votamos en contra", aseguró Juez.
La mayor parte de la UCR tampoco acompañó. Es decir que el apoyo para alcanzar la mayoría de dos tercios que habilitaron la aprobación del aumento fue de Unión por la Patria y los bloques provinciales. Sin embargo, aquí es donde empiezan las dudas en torno a la votación.
El primer indicio de que el tema fue manejado para tratar de que pasara desapercibido fue que, al proponer la votación sobre tablas, Romero solo leyó el número de expediente pero no señaló de qué se trataba. En efecto, todos lo sabían porque se había hablado en la reunión de Labor Parlamentaria, pero nadie precisó el contenido del proyecto.
En ese sentido, las críticas que hicieron los senadores después de la sesión se contradicen con el hecho de que ninguno pidió la palabra en el recinto para criticar el proyecto, que es lo primero que hace cualquier legislador cuando está en contra de algo.
Tampoco pidieron la votación nominal por medios electrónicos. Esto hubiese generado que se registrara en el tablero quiénes estaban a favor y quiénes en contra, algo que los libertarios han utilizado en otras ocasiones para marcar sus diferencias con aquellos a los que califican como "casta".
Las esquirlas del escándalo: el rol de Villarruel, sueldos atrasados y "arrepentidos"
En La Libertad Avanza se cuidaron de dejar a Villarruel al margen de la decisión para evitar que volviera a generarse una polémica entre Milei y su vicepresidenta. "Ella no tuvo nada que ver, es un proyecto de los senadores y se impone por mayoría, no hay nada que ella pueda hacer" subrayo un integrante del oficialismo.
No obstante, sobresale el hecho de la nula oposición que tuvo el tema cuando Romero lo planteó en el recinto, a pesar de las críticas que se hicieron después de la sesión. Asimismo, nadie se molestó en poner la lupa sobre la cantidad de manos alzadas para habilitar el tratamiento sobre tablas, que con 67 presentes requería 45 votos.
Desde hace meses los legisladores plantean que sus sueldos están atrasados respecto de los otros dos poderes del Estado. Incluso en el bloque libertario reconocen que "algunos, que no tienen actividad privada, realmente no llegan" a cubrir los gastos que implica el traslado todas las semanas desde sus provincias y el alojamiento en Buenos Aires.
Por ello las quejas se hicieron sentir cuando la Casa Rosada obligó a retrotraer el aumento que se intentó dar el mes pasado y que fue defendido públicamente por Villarruel. Hay legisladores que empezaron a alojarse en hoteles durante los días que están en la ciudad para asistir al Congreso.
Pese a ello, algunos senadores hicieron pública su decisión de "renunciar" al aumento, como los radicales Rodolfo Suárez y Mariana Juri, para despegarse de la controversia. En rigor, no pueden hacerlo, en todo caso podrían donarlo. "Esto termina en que nadie lo votó", dijo con ironía un legislador opositor.
Así, empezaron los intentos por tomar distancia del tema luego de que el aumento se aprobara a mano alzada y sin que se escuchara un solo cuestionamiento o resistencia en el momento y lugar que correspondía: el recinto, antes de la votación.
Ahora, en el Senado creen que tras esta decisión sus pares de la Cámara de Diputados intentarán también recomponer sus dietas aunque Milei los critique. En definitiva, el aumento que se dieron los senadores fue un desafío a la línea que el Ejecutivo intenta imponer en todas las áreas del Estado. El Legislativo, sin embargo, es un poder independiente y los senadores lo dejaron claro.
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