Lo ex convictos ya purgaron más de la mitad de sus condenas y fueron beneficiados con libertades anticipadas, en el marco de lo que permiten las actuales leyes.
Las bandas tienen diferentes niveles de funcionalidad. Están los que secuestran, los que guardan a la víctima si se tarda en cobrar la recompensa, y finalmente los que mandan en la logística.
El objetivo es gente con poder adquisitivo que guarda dólares en la casa. El caso de Osvaldo Mércuri fue muy marcado en ese sentido, ya que sabían que tenía una fuerte suma de dinero en una caja fuerte. Cuando los delincuentes se comunicaron con su hijo le dieron precisiones sobre el dinero.
Los Mércuri, familia de políticos, no hicieron la denuncia ni antes ni después. Y hasta aquí han guardado silencio. Salvo un breve mensaje por Facebook de Gabriel Mércuri: “Gracias por los infinitos mensajes solidarizándose con la familia. Son señal que uno está transitando la vida por el buen camino y un inmenso aliento para seguir adelante!“.
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