Para este año, se prevé que el porcentaje de incremento de los alquileres en la ciudad sea superior al 30%, es decir, el doble de la meta inflacionaria del 15% propuesta por el Gobierno nacional. Los representantes de los inquilinos y los de los propietarios coinciden en ese punto, aunque los fundamentos de las subas sean diferentes para ambos.

Desde la Asociación Platense de Inquilinos (API), Germán Schierff afirmó que recibieron consultas de vecinos que renovaron sus contratos recientemente e informaron que el valor de los mismos se incrementa en un 30% o más para el segundo año. “Las zonas con mayor aumento suelen ser las cercanas a las facultades y el centro”, detalló Schierff. Además, agregó que el año pasado las propiedades ubicadas en esas áreas “subieron entre un 30% y un 35% sus valores”.

A diferencia de Schierff, el presidente del Colegio de Martilleros de La Plata, Aníbal Fortuna, sostuvo que durante 2017 las subas oscilaron entre el 27% y el 28%. Para este año, estimó que el incremento en las valuaciones de las propiedades repercutirá sobre el valor de sus alquileres. “Es lógico que si el propietario tiene que abonar más impuesto inmobiliario quiera cobrar un poco más de alquiler”, explicó Fortuna.

Con respecto al modo en que repercutirán las nuevas valuaciones en los alquileres, el martillero se mostró cauto. “Es difícil definirlo ahora porque también entra en juego el mercado. Si no aumentan los sueldos, subir un alquiler más del 30% hace que el dueño tenga una vivienda ociosa porque nadie la puede alquilar, entonces, necesariamente va a tener que bajarlo”, explicó, y además agregó: “No creo que haya subas superiores al 30%”.

Ley de Alquileres bonaerense

En agosto del año pasado se aprobó en Capital Federal una modificación a la Ley de Alquileres que estableció, entre otras cuestiones, que la comisión inmobiliaria debe correr por cuenta del propietario, que al inquilino no hay que cobrarle gastos de gestoría y que las inmobiliarias deben mostrarles sus derechos. En la Provincia de Buenos Aires, un proyecto similar avanzó en la Cámara de Senadores, donde obtuvo media sanción y llegó a la de Diputados, pero el cierre de las sesiones imposibilitó su tratamiento.

Esta ley impulsada por la Asociación Platense de Inquilinos extendía el plazo de los alquileres a tres años, aunque el oficialismo modificó ese punto para que vuelvan a ser dos. También establecía un índice de actualización anual que se basaba en un promedio entre la inflación y la variación salarial. A su vez, fijaba una cláusula de renegociación según la cual, 60 días antes de que se venza el contrato, el locador debe informarle al locatario las condiciones de renovación. Por último, bajaba el valor del depósito al equivalente a un mes, en lugar de los dos que se pagan en el presente.