La importancia de las viandas
13-03-2018 | Sociedad
 Para aquellos que pasan extensas jornadas fuera del hogar es recomendable que lleven comidas caseras, en lugar de comprar afuera comida hecha.

 El acelerado estilo de vida actual lleva cada vez más a que se tenga que realizar las comidas principales fuera del hogar.

 

Tomando como ejemplo una jornada laboral habitual de ocho horas en la gran mayoría de los casos, una de las comidas principales del día como es el almuerzo puede quedar dentro de este rango horario. A esto se puede sumar que muchas personas desayunan o meriendan en sus lugares de trabajos.

 

Si se deja la alimentación diaria en mano de restaurantes y otros locales de comida cercanos al trabajo, la variedad y calidad de los alimentos que se incorpora al organismo se condiciona fuertemente, sin mencionar el costo económico que esto conlleva.

 

Por eso, es imprescindible tener en cuenta que la comida casera es la mejor opción para lograr una alimentación saludable porque permite variar en los ingredientes y elegir los de mejor calidad, utilizar las formas de cocción más saludables y siempre va a resultar más económico que comprar comida hecha.

 

Por todo esto, una buena opción es aprovechar los momentos libres para realizar preparaciones y congelarlas para la semana.

 

Y para quienes son limitados a la hora de cocinar, se puede comenzar con preparaciones básicas y sumar nuevos ingredientes de a poco.

 

Y recordar que a priori nada debe ser desechado, ya que se puede reulitizar lo que sobró del día anterior para armar las viandas del día siguiente.

 

¿Qué alimentos no pueden faltar en una vianda?

 

Verduras: En ensaladas, en puré, en milanesas, en tortillas o al horno.

 

Y alternar entre:

 

Carne: Pollo, vaca, cerdo, pescado.

 

Cereales o legumbres: Pastas, arroz, lenteja, polenta, tartas, empanadas, sándwiches, etcétera.

 

Se recomienda acompañar las comidas con agua y de postre frutas, que pueden ser frescas o cocidas.

 

Si se siente hambre entre comidas se puede elegir colaciones saludables como yogur descremado, frutas frescas, desecadas o secas, mix de cereales, maíz inflado, maní sin sal o barritas de cereal.

 

Es aconsejable que alguna de estas opciones siempre estén disponibles, porque en el momento en que se siente apetito si uno tiene que salir a comprar a un kiosco o a una máquina expendedora lo más probable es que se puedas tentar con otros productos que estén exhibidos y que probablemente tengan un alto contenido de grasas y azucares.