Durante la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, emitió un duro mensaje contra el Gobierno por la crisis que "golpea a todo el pueblo argentino" y por el debate por el aborto, al tiempo que denunció los "ataques personales" contra el Papa Francisco "desde dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedentes".
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Ante 94 obispos de todo el país, que se encontraban en el cónclave de Pilar, Ojea destacó que el país vive una crisis social y económica que "golpea a todo el pueblo argentino", la cual "va resintiendo la confianza en la dirigencia política aumentando el mal humor social, el enojo y la intolerancia que hace muy crispada la convivencia" y que puede provocar "la ira, el enojo, la victimización o con la parálisis y la inmovilidad".
Es por eso que convocó a la Iglesia a un actuar con "unidad y empatía" para "tener un mismo sentir" y así "invita a la humildad y a velar por los intereses de los demás". En tanto, se refirió a los escándalos por los abusos sexuales que pesan sobre algunos sacerdotes y los instó a "mirar nuestros pecados" y "ahondar el camino de nuestra conversión personal y eclesial. Un serio compromiso en este sentido visibiliza el hecho de que estamos asumiendo nuestra responsabilidad como pastores".
"Tenemos que aprender a desprendernos de un reconocimiento social que los Obispos teníamos en otro tiempo y que vamos dejando de tener", resaltó Ojea y puntualizó que estas situaciones "aumentan el dolor en lo más profundo del corazón de la Iglesia". Por otro lado, se refirió al debate sobre el aborto y afirmó: "Estamos terminando un año sumamente difícil".
En ese sentido, afirmó: "Muchos acontecimientos que hemos vivido en los últimos meses nos han provocado perplejidad, y al mismo tiempo nos plantean grandes desafíos pastorales para ser iluminados a la luz del Evangelio. Son situaciones complejas y conflictivas, que esconden un mensaje que tenemos que descubrir", al tiempo que señaló que "la habilitación del debate sobre el aborto y su repercusión en muchos de nuestros jóvenes, incluso de nuestros colegios y comunidades a quienes hemos visto tomando partido con su pañuelo verde".
Además, denunció "ataques personales" contra el Papa Francisco, los cuales aseguró que fueron "desde dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedentes, lo que genera la escasa difusión de su pensamiento y de su prédica" y concluyó que estas situaciones se hicieron extensivas a "la Iglesia toda, ya que parecería que decir algo bueno sobre ella no es políticamente correcto".