La actividad financiera retoma su ritmo con la mirada puesta en las tasas
03-12-2018 | Economia
 Esta semana vence un plazo acordado entre el Gobierno y el FMI para que el BCRA reduzca la tasa de referencia.

 Tras la cumbre del G20, la actividad financiera retomará mañana su ritmo y las miradas de los operadores de la city están puestas sobre si el Banco Central reducirá la tasa de interés por debajo del 60% anual, con el fin de dar una señal de que el dólar y la inflación empiezan a estar bajo control.

Esta semana vence un plazo acordado entre el Gobierno y el FMI para que la autoridad monetaria reduzca la tasa de referencia por debajo de ese nivel estratosférico, en función del comportamiento de las previsiones de inflación. Según el compromiso asumido por la Argentina, la posibilidad de perforar ese piso dependerá de que durante dos meses consecutivos el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) -un promedio sobre lo que informan unas 50 consultoras- arroje un descenso en las previsiones a un año del costo de vida. En el relevamiento de octubre esas perspectivas de inflación a habían descendido al 30,6%.

Este martes se conocerán las de noviembre, que volverían a mostrar un retroceso de la perspectiva inflacionaria, la cual podría ubicarse incluso por debajo del 30%, especularon analistas de mercado consultados por la agencia NA. Comenzaría a crearse así el escenario para una reducción más agresiva de los tipos de interés, que por sus altos niveles continúan trabando a la actividad económica.

El último dato negativo, de los muchos que viene arrojando la economía en los últimos meses, fue que las ventas cayeron 15,6% en noviembre, según el relevamiento mensual realizado por la CAME. La Argentina necesita ir bajando las tasas porque sus altos niveles están erosionando el financiamiento requerido por los sectores productivos, en especial las Pymes de la industria, el comercio y los servicios, para desarrollar su actividad.

Pero el BCRA pretende manejar con cautela el ´timing´ para ir bajando los intereses. Busca que no haya un traslado brusco de pesos hacia otras opciones de inversión, en especial el dólar, que tuvo una fuerte alza cercana al 100% en lo que va del 2018 y fue decisivo -junto con las subas de tarifas y de los combustibles- para disparar la inflación.

El jueves último, el Central adjudicó letras Leliq -que usa para absorber pesos de la plaza- por $189.162 millones. La tasa promedio de corte descendió al 60,753%, mientras la máxima alcanzó el 61,026%. Contabilizando toda la semana anterior -de cuatro días hábiles- colocó Leliq por $583.000 millones, unos $105.000 millones por encima de los vencimientos que había en ese período, con lo cual siguió absorbiendo pesos en forma agresiva, y también acumulando deuda.

Así, el stock de esas letras, sucesoras de las temibles Lebac, ya supera los $718.000 millones, otra ´bomba de tiempo´, ya que sólo esta semana el BCRA deberá pagar unos $9.500 millones en intereses, estiman especialistas en finanzas. Como parte de una estrategia combinada con la autoridad monetaria para absorber liquidez, el Ministerio de Hacienda y Finanzas anunció la emisión de dos bonos, uno por US$ 2.300 millones y otro por $36.500 millones, en este último caso ajustado por el coeficiente CER.

Las principales consultoras del mercado, las mismas que participan del REM elaborado por el BCRA, proyectan que la inflación rondó el 3% en noviembre, lo cual ubica el costo de vida en 48% anual, el más alto desde 1991. La duda es qué puede ocurrir en diciembre, un mes que siempre suele deparar sorpresas para la economía, y no precisamente positivas.

Mientras el mercado aguarda definiciones sobre la tasa de interés, comienza a ganar consenso entre los analistas que la Argentina empezará a dejar atrás la recesión recién en abril o mayo de 2019. Será cuando comience a impactar el ingreso de divisas por las exportaciones agroindustriales y las ventas de gas a partir de los resultados que comienza a arrojar el megayacimiento de Vaca Muerta, cuyas reservas gasíferas, bien explotadas, representan 200 años del consumo actual que tiene la Argentina.