Comenzó la carrera por cubrir dos vacantes en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño
27-02-2019 | Politica
va adquiriendo temperatura. A las negociaciones vigentes, ya comienzan a armarse mesas de trabajo para evaluar a los distintos candidatos que están con chances de asumir un cargo en el estratégico tribunal que es equivalente a la Corte Suprema en territorio de la Ciudad de Buenos Aires

En ese marco, se sumó a la danza de nombres el del juez federal Sergio Torres, un “tapado” en la pelea que logra consenso dentro del espectro de actores que pretenden influir en la decisión, cuya propuesta está en manos del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Todavía tiene margen para jugar al misterio y observar cómo se configuran otros factores de poder antes de poner en marcha el proceso de designación para el que necesitará 40 votos finales en la Legislatura. Allí radica la clave de quién secundará al postulante oficialista. Pero el tiempo corre y el máximo tribunal porteño está obligado a lograr decisiones unánimes de sus actuales tres integrantes.

Torres –juez federal de primera instancia de Comodoro Py- está bien visto por el propio Rodríguez Larreta pero también por sectores que rodean a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Especialmente por su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. El magistrado –de bajo perfil y sin escándalos en el edificio de Retiro- centraliza gran parte de las causas por narcotráfico que se tramitan en la Justicia federal. Eso le facilita el apoyo también del presidente de Boca Juniors, Daniel “Tano” Angelici, nombre de referencia para cualquier movimiento dentro de la Justicia porteña. El delfín de Angelici para uno de los cargos en el TSJ sigue siendo Martín Ocampo, fiscal general en uso de licencia (todavía) y exministro de Seguridad porteño hasta su eyección tras la escandalosa final entre River y Boca por la Copa Libertadores. Exponerlo en ese contexto al desgaste de un proceso de designación para juez del superior tribunal sigue siendo la cavilación que tiene Angelici, y por propiedad transitiva, el propio Rodríguez Larreta. Si fuera por el jefe de Gobierno, nominaría para un lugar a la expresidenta del Consejo de la Magistratura porteño, Marcela Basterra, para quien necesita recolectar quórum más allá de su propia confianza en la candidata. Torres representa una suerte de síntesis para todos esos sectores y es bien visto por el ala política del Gobierno.

Otro sector de la “mesa judicial” que asesora a Mauricio Macri representado por el asesor José Torello y por el operador judicial Fabián “Pepín” Rodríguez Simón postulan al N°2 del Ministerio de Justicia, Santiago Otamendi. Exjuez porteño llegó de la mano de Germán Garavano y cerró el paso para que Angelici pudiera acaparar ese cargo a comienzos de la gestión. Su candidatura se mantiene y es uno de los aspirantes que conoce desde adentro la Justicia porteña. El otro es el que postula la Coalición Cívica: el exprocurador del Tesoro Carlos Balbín, actualmente juez de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad. Con el apoyo de Elisa Carrió buscan proponerlo como un ascenso natural (y como una reivindicación tras su traumática salida de la Procuración tras el escándalo por la deuda del Correo Argentino y un informe crítico que jamás vio la luz). Ese escenario sólo se daría si Rodríguez Larreta tiene que mirar a los socios de Cambiemos a nivel nacional para definir postulantes.

Pero antes tendría que hacerlo con la expresión local de la UCR. Emiliano Yacobitti, el armador radical, ya hizo saber que su postulante es la exdecana de la Facultad de Derecho, Mónica Pinto. Por pergaminos y con la cuestión de género sobre la mesa, su candidatura cotiza alto por la posibilidad de que los 6 votos que le faltan a Rodríguez Larreta para sumar a los 34 que posee, provengan del bloque que responde a Martín Lousteau. Sus últimas declaraciones sobre unas PASO disputadas, metieron “ruido” en la interna que ya cuenta con mandato político de Macri para que Larreta extienda a su territorio el sello de la alianza nacional.

Como adelantó Ámbito Financiero, la otra opción para el jefe de Gobierno es recurrir al armador del PJ porteño Juan Manuel Olmos. Su hombre para el TSJ es el actual defensor general Horacio Corti. La negociación obliga al oficialismo a no mostrar explícitamente una jugada con Olmos, aunque el balance de poder en territorio capitalino de jueces y fiscales muestra que es plausible un acuerdo bajo cuerda. La camarista penal Marcela de Langhe que es actualmente la rectora del Instituto Superior de la Seguridad Pública de la Policía Metropolitana tampoco se bajó de la pelea. Angelici que nunca apuesta a un solo candidato, apuntala esa postulación.

Las mesas de trabajo están abocadas ya a procesar opciones para poner en marcha el proceso contemplado en el artículo 111 de la Constitución porteña y por el decreto N°381/2012, con instancias de oposición de antecedentes, avales e impugnaciones y audiencias públicas. Por la complejidad de este proceso será clave cuando Rodríguez Larreta dé la señal de largada con los nombres (y las alianzas políticas) ya perfilados.