Por la nueva medida cambiaria, que pondrá en juego un mayor nivel de reservas para soportar la dolarización, a fin de año la deuda externa podría llegar a triplicar a las reservas. Dejando a un lado la complicada discusión acerca de si el nuevo cambio de política cambiaria le permitirá al Gobierno estabilizar el precio del dólar, de todas formas aparecen números complejos en el panorama de la deuda.

Hasta diciembre del 2018, el ratio deuda sobre reservas daba 2,4 puntos. Según un informe del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA), ese número podría trepar a 2,9% en diciembre e incluso ir más allá. Y es que entre los supuestos de ITE-FGA el dólar debería trepar al techo de la ex ZNI en junio y el BCRA gastar u$s150 millones diarios hasta fin de año. Pero en realidad ese número se podría ir hasta u$s250 millones diarios y generar una pérdida de reservas aun mayor.

El problema más grave para el próximo gobierno, aun así, aparecería en 2021 y 2022. En 2020 los vencimientos totalizan u$s19.000 M, en 2021 alcanzan los u$s33.000 M y en 2022 se complica: u$s55.000 millones.