Massa duda y desespera a su tropa
07-06-2019 | Politica
 Alguien le inventó ya tres reuniones que jamás se produjeron, con Vidal; con Gioja y, por último, con éste y Máximo Kirchner. El armado podría caerse.

 Finalmente, se descubrió que las reuniones que se suponía que Sergio Massa iba a concretar entre el martes 5 y el miércoles 6 de junio con María Eugenia Vidal y con José Luis Gioja, eran parte de las “fake news” que proliferan por estos días, aunque este mismo miércoles -al día siguiente de que la nota fue escrita en NU Digital- surgió la versión de que se habría concretado finalmente un encuentro entre Máximo Kirchner, Uado de Pedro y José Luis Gioja con Massa, cuando la aguja del reloj estaba a punto de dar la hora.

El Dios de las Fake News no se rinde fácilmente, por lo que puede verse. Consultados los voceros del PJ acerca de la veracidad del encuentro, lo desmintieron categóricamente y pidieron “que se haga cargo de la versión el que la lanzó a rodar”. Acerca de las razones por las que la especie fue lanzada por los medios, las sospechas apuntan hacia el propio entorno del tigrense. Se pudo escuchar algún reproche hacia “alguien que se quiere levantar el precio”.

Más allá de la torpe maniobra de la Casa Rosada, que intentó instalar que Massa iba a cerrar un acuerdo con Vidal, las falsedades continúan apareciendo, como es posible colegir.

Antes, el tigrense batió el record de desmentidas en un solo día. Al mediodía del martes desechó públicamente la información de que iba a reunirse con la gobernadora bonaerense y a la noche, alrededor de las 21:00, debió desmentir –la información había surgido de su entorno- la veracidad de que iba a concurrir a Matheu 130 el martes cinco de junio para verse con el presidente del PJ, José Luis Gioja.

Entretanto, las horas pasan y el líder del Frente Renovador sigue dudando entre saltar a una barca o la otra. O, al menos, eso es lo que demostrarían su silencio y su indecisión. Él mismo está convencido de que el suspenso acrecienta su figura y que esta circunstancia le abre posibilidades de negociar en mejores condiciones su incorporación al Frente Patriótico que liderarían los Fernández, Alberto y Cristina.

En el mundo empresarial se le llama al momento exacto en que llega la culminación de una serie de acciones positivas, el “momentum”. Significa que existe una buena racha, producto de previas decisiones positivas y acertadas.

Pues bien, es posible que, más allá de las acciones que lo llevaron a mantenerse aún hoy como líder de un segmento de opinión, tras su resonante triunfo en las elecciones de 2013, cuando relegó al entonces todopoderoso Frente para la Victoria al segundo lugar, ganándole por 12 puntos (44 a 33%), Massa haya perdido su “momentum”, su punto de cénit. Las demoras, algunas veces, frustran la calidad de la negociación, cuando el “momentum” ya pasó. Algunos de los colaboradores del tigrense arguyen que al día siguiente de la cumbre de Parque Norte el acuerdo debería haber sido sellado, aunque esta posición no sea unánime en el Frente Renovador.

Es necesario destacar que el tigrense fue el invitado estrella del presidente Mauricio Macri en la Cumbre de Davos de 2016, que lo presentó como “futuro presidente del Partido Justicialista”. Tres años después, Massa está llamando a formar un frente antiMacri.

El jueves último, en su cumbre de Parque Norte, Massa, que terminaba de reunirse apenas días antes en Córdoba con sus cofrades de Alternativa Federal y acordado competir en las PASO con Urtubey para dirimir la candidatura presidencial de ese espacio, anunció la apertura de negociaciones con el PJ para sumarse a la alternativa que liderarán –esto ya está definido- Alberto y Cristina Fernández. Por entonces, sus antiguos cofrades pasaron a convertirse en rencorosos enemigos. Incluso, alguna versión surgida de la Casa Rosada da cuenta de que la idea de complicar al tigrense en un posible aucerdo con Vidal surgió de Juan Schiaretti.

Paralelamente –Massa debe amar los paralelismos- el propio exintendente de Tigre ya dejaba saber en los corrillos políticos que frecuentaba por diciembre de 2018, sus constantes encuentros con “Uado” De Pedro y Máximo Kirchner, que se venían produciendo desde al menos seis meses antes (quizás desde junio o julio del años pasado). Esto, mientras el Frente Renovador seguía alineado dentro de Alternativa Federal.

En el peronismo existen viejos apotegmas que aluden a los que ponen huevos en todas las canastas, que no son elogiosos, aunque a veces se les reconozca cierta sutileza política a algunos líderes, que no han dejado opciones por explorar ni “mastiquín” por atrapar, sin perder jamás la línea.

Todo hace pensar que, hoy por hoy, Massa no tiene otra alternativa –valga el paralelismo- que cerrar con el PJ, ya que desde Alternativa (precisamente) sólo recibe cuestionamientos por su doble juego. Pero aún así, la opción Vidal-colectora que señaló Marcos Peña en privado y en público tiene posibilidades, según miembros de su entorno, aunque éstas sean remotas.

Es seguro que el ofrecimiento hacia Sergio Massa de parte de algún operador gubernamental existió. Lo que no es seguro es que se lo haya tomado en serio en el Frente Renovador. De todos modos, las opciones siguen abiertas hasta que no se concreten. Y esto significa que cualquier cosa puede pasar…

De todos modos, negociar es no fallar. Massa intenta resucitar el viejo y olvidado oficio del demiurgo, que en el mundo griego era considerado como una divinidad que traducía a la materia el mundo perfecto de las ideas. De esta manera, la materia era la copia imperfecta de la idea. Parecida, pero no la misma.