Libros: "La clave del entusiasmo"
12-08-2019 | Sociedad
 El entusiasmo es la clave principal para sentirse en plenitud. Actúa como una doble inyección de energía: mantiene el yo muy positivo y alejado del influjo de la negatividad al tiempo que hace que los demás se sientan esperanzados. Es como si el entusiasmo abriera una ventana y «despegara» a los demás de una mentalidad cerrada, del pesimismo o del desaliento. El entusiasmo nos hace tener fe en la realidad de otras posibilidades.

 El término entusiasmo deriva del vocablo griego enthusiasmos, que significa estar con Dios "o estar en lo divino". Cuando estamos vivos espiritualmente y en armonía podemos ver, pensar, sentir y actuar de formas nuevas y creativas frente a una situación de bloqueo.

Por ejemplo, las personas con entusiasmo no ven nunca un problema como un problema, o un obstáculo como un obstáculo. Están por encima del influjo del miedo, la duda o el pesimismo. En vez de esto, piensan en soluciones, tienden puentes y, en vez de luchar contra un obstáculo, simplemente lo resuelven. El entusiasmo es una terapia que franquea la gravedad de la negatividad y cambia el modelo que guía a las personas muy arraigadas a lo mental y parece recluirlas en una perspectiva o actitud determinadas sin importar lo perjudiciales que puedan ser.

Para crear entusiasmo hay que tener fe en la bondad de la vida y en la bondad del yo y de los demás. Hay que creer que no importa lo que ocurra, no importa lo triste o incomprensible que algo pueda parecer, porque detrás de este tupido velo hay una lección que aprender o un beneficio inesperado.

Este entusiasmo nos aporta fuerza y orientación cuando la espiral de nuestros pensamientos escapa a nuestro control o gira incansablemente alrededor de lo mismo. Además, es una buena terapia para un corazón herido cuando emociones como el resentimiento, el orgullo herido y el rechazo consumen nuestra buena voluntad y espontaneidad.