El impuestazo de Alberto Fernández sería falsa alarma
16-11-2019 | Economia
 El equipo económico del presidente electo descarta un gravamen extra a los que blanquearon capitales en 2016 y 17.

 

Alberto Fernández, junto a su equipo económico y político, evaluó la posibilidad de poner un impuestazo a quienes adhirieron al blanqueo de capitales en 2016 y 2017, sobre todo a los que declararon bienes en el extranjero, pero la idea quedó descartada. Saben que tendrían muchos problemas judiciales y apelaciones porque se estaría incurriendo en el caso de una doble imposición sobre el mismo bien.

En cambio, la apuesta para lograr mayor ahorro fiscal pasará por el combate de la evasión: tanto de los evasores como de los que evaden parte de lo que deberían pagar. Por eso, Alberto Fernández piensa en Mercedes Marcó del Pont -economista ex presidenta del Banco Central, con una trayectoria de honestidad-, para ser implacable con los evasores, pero también para tener una lógica productiva y no ahogar a la actividad de las empresas argentinas. El objetivo es perseguir a aquellos que no pagan lo que corresponde.

En el blanqueo de capitales hubo muchos argentinos que declararon bienes (inmuebles) en el extranjero pero los subdeclararon. En esos casos, si la AFIP descubre que un inmueble fue subdeclarado, a ese contribuyente se le cae todo el blanqueo. Ósea que, si pagó en su momento 10% simplemente para blanquear ahora tendrá que pagar el 100% del valor del bien blanqueado, porque se acumulan los impuestos impagos, las multas y los intereses. Una situación muy complicada para esas personas.

Por otro lado, también referido al ahorro fiscal, lo que dicen en el equipo de Fernández es que hay que salir de la lógica binaria de que lo paguen los ricos (en este caso los blanqueadores de capitales) o los pobres. ¿A qué se refieren? Hay muchos economistas que sugieren que para lograr el ajuste de las cuentas, el año que viene habría que cambiar el índice de movilidad jubilatoria para que los aumentos de las jubilaciones sean menores a los establecidos por la actual ley. Pero lo que dicen desde el equipo de Fernández es que el 80% de los jubilados argentinos cobra menos de 200 dólares y a esa gente no se le puede pedir más ajuste. Y solamente ajustar sobre el 20%, que gana más de 200 dólares, implicaría un ahorro poco significativo.

En cambio, lo que sí se evalúa es una modificación en el formato de las retenciones, que actualmente está fijada en pesos. La idea sería que fueran porcentuales para que vayan variando según la inflación y las cotizaciones de las divisas, del dólar. También, para distinguir y no castigar de la misma manera a la producción primaria y a la producción industrial, la idea es que las retenciones sirvan para incentivar el agregado de valor sobre las materias primas.

 

Finalmente, además del combate de la evasión, pretenden tomar medidas que sirvan para prevenirla, como un fuerte blanqueo laboral, y de esa manera ir caminando hacia el crecimiento, con una mayor recaudación tributaria y mayores ingresos.