Por qué Alberto Férnandez tiene la gran oportunidad de revertir el estancamiento económico
29-11-2019 | Economia
Por Salvador Di Stéfano. El gobierno electo tiene la gran oportunidad para revertir el escenario económico actual. Si piensa en el largo plazo, reduce el gasto público, baja impuestos y sube el tipo de cambio, estamos para salir del estancamiento económico que traemos desde 2011.

Imagen: Mariano Fuchila.

Hay condiciones económicas para revertir la caída del 3% del PBI en 2019. El déficit fiscal primario es muy bajo, tenemos superávit de balanza comercial y el tipo de cambio es alto. Si el gobierno toma atajos atrasando el tipo de cambio estamos en problemas. Hay que resolver el problema de las tres “I”: inflación, iliquidez, e inversión.

El gobierno electo ha comenzado a dar definiciones, y las actuaciones de la administración saliente dan señales de lo que vendrá. A continuación efectuamos un raconto de las últimas novedades y cómo pueden impactar en el mercado:

1) El presidente electo no solicitará al FMI el saldo pendiente del crédito otorgado a Mauricio Macri por u$s57.000 millones, pedirá a cambio facilidades para pagar la deuda. Esto va de la mano con una negociación rápida con los bonistas privados que debería finalizar para el 30 de marzo, hasta dicha fecha se pagarían los intereses y amortizaciones de los bonos.

2) El Banco Central sigue ganado reservas con el duro cepo que ha instaurado. Al 22 de noviembre las reservas suman u$s43.589 millones, una cifra muy similar a las que existían luego de las elecciones presidenciales, sin embargo, al 10 de agosto de 2019 antes de las elecciones PASO las reservas eran de u$s66.309 millones.

3) En los últimos 12 meses la caída de los depósitos en pesos y en dólares equivale a la friolera de u$s31.804 millones. El sistema financiero con menos depósitos tiene escaso margen para dar una mayor cantidad de financiamiento, aunque existe una gran cantidad de dinero invertido en Leliq.

4) El Gobierno pretende una tasa de interés negativa contra la inflación, y la conducción del Banco Central ayuda en ese camino. Para el 11 de diciembre la banca oficial saldría al mercado con ofertas de créditos a tasas muy bajas y generosos plazos para que las pymes puedan recomponer capital de trabajo.

5) Dentro del pasivo del Banco Central, vemos una reducción del stock de Leliq, sin embargo, suben los encajes no remunerados, lo que generan un costo adicional a la banca. Los encajes suman $724.000 millones, el stock de leliq $760.000 millones y los pases a corto plazo $234.682 millones. Si la demanda de crédito creciera, el stock de Leliq y pases se podría volcar al mercado otorgando más financiamiento. Este crecimiento de los agregados monetarios también podría afectar a los precios, de igual forma que una mayor emisión monetaria.

6) En los últimos 12 meses las exportaciones sumaron u$s64.535 millones y las importaciones u$s50.862 millones, el saldo de la balanza fue positivo en u$s13.673 millones. Este saldo es comprado por el Banco Central que pasa a engrosar sus reservas vía emisión monetaria. Si luego utiliza los dólares para pagar deuda pública, y deja los pesos en el mercado, el respaldo de los pesos circulantes cae, y esto puede generar mayor inflación o suba del dólar informal.

7) La relación reservas versus pasivos monetarios totales nos da un tipo de cambio de $60,90, contra una cotización del dólar mayorista en $ 59,94, o sea casi están en línea.

8) El dólar de largo plazo se ubica en torno de $55,00, comparando nuestra moneda con el índice de tipo de cambio real multilateral, mientras que el dólar mayorista se ubica por encima de dicha marca en $ 59,94. En diciembre de 2013 el dólar mayorista estaba en $6,52 y el dólar de largo plazo en $7,95. Esto implica que durante el cepo que impuso Cristina Fernández el precio del billete estaba por debajo del precio de la cotización de largo plazo. Alberto Fernández tiene un tipo de cambio más apreciado, lo que le permite largar con ventaja.

9) El resultado fiscal del primer año del gobierno de Mauricio Macri dio como resultado un déficit primario (ingresos menos egresos netos de intereses) de u$s21.701 millones. El déficit primario medido en dólares de los últimos 12 meses, tomando los resultados de octubre de 2019, nos da u$s2.352 millones, una reducción del 89,2%. Es un buen punto de partida para el gobierno entrante, aunque debería lograr pasar a superávit, mucho no le falta.

10) El gobierno de Mauricio Macri pagó el costo de subir las tarifas, en diciembre de 2015 los usuarios pagaban el 3% del costo de la electricidad y 13% del costo del gas. En la actualidad, los usuarios pagan el 58% del costo de la electricidad y el 66% del costo del gas. Queda un camino por recorrer, pero lo más pesado ya se realizó.

Conclusiones
Alberto Fernández hereda un gobierno con un buen marco macroeconómico, ya que el ajuste de tarifas, fiscal y la balanza comercial le dejan un margen de acción para mejorar en el corto plazo.

La actividad económica tocó su techo en el año 2017, alcanzó un piso en el año 2018 y durante 2019 logró estabilizarse por encima del piso del 2018, pero será difícil alcanzar los niveles 2017. Como ejemplo, la venta de supermercados cayó un 13% en precios constantes desde el máximo de 2017 y la utilización de capacidad instalada de la industria se ubica en el 57,7% cayendo un 13% desde los máximos de 2017.

La caída de ventas y la suba de gastos de estructura dejaron a las empresas pymes con una gran pérdida de rentabilidad. En el mercado no hay inversión porque no se gana dinero, y la inexistencia de crédito hace que el mercado tenga iliquidez. Todo esto se conjuga para tener un presente poco feliz.

El próximo Gobierno debe combatir las tres “I”, debe sentar las bases para que retorne la inversión en Argentina. No juega a favor que se incremente el impuesto a las retenciones, la suba la tasa de bienes personal y que sigan permitiendo que los balances no se ajusten por inflación. Hay que trabajar para que desaparezca la iliquidez, para ello se evalúa que el 11 de diciembre se ofrezcan líneas de crédito a tasas subsidiadas para las empresas. La tercera “I” es la de la inflación, para ello hay que trabajar en varios frentes, no hay que emitir en forma descontrolada, hay que incentivar inversiones para que exista más oferta, y reducir impuestos distorsivos.

No parece, a priori, que el gobierno de Alberto Fernández trabaje para tener un dólar recontra alto, todo hará indicar que, con las medidas que se podrían tomar, están con la idea de planchar el tipo de cambio, algo que favorece a la economía del sector urbano y perjudica a la economía exportadora, rural y productiva.

El gobierno electo tiene la gran oportunidad para revertir el escenario económico actual, si busca atajos con suba de impuestos, planchar el tipo de cambio y emisión sin respaldo, la recuperación económica tendrá patas cortas. Si piensa en el largo plazo, reduce el gasto público, baja impuestos y sube el tipo de cambio, estamos para salir del estancamiento económico que traemos desde 2011.

(*) Analista financiero