Brexit: así será el divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea
30-01-2020 | Sociedad
 Comenzó el conteo regresivo para que el Reino Unido rompa el lazo que lo mantiene desde 1973 vinculado al bloque europeo, a partir de la medianoche del viernes 31 de enero. Aunque ya hay un acuerdo que garantiza la separación pase lo que pase, lo más difícil está por venir.

Con lo que más lo han comparado los expertos es con un matrimonio. La relación entre Reino Unido y la Unión Europea nunca ha sido sencilla y después de tantos ires y venires ahora por fin parten cobijas, después de 47 años. Lo que viene ahora es algo así como la repartición de bienes, aunque mucho más complejo.

El acuerdo finalmente aprobado el miércoles 29 de enero de 2020 por el Parlamento Europeo puso fin a tres años y medio de negociaciones, que iniciaron el 23 de junio de 2016 cuando el 51,9% de los británicos votó en un referendo a favor de la salida del bloque conformado por 28 países.

La hora cero comenzará a la medianoche del 31 de enero, cuando las banderas británicas sean retiradas de las oficinas de la Unión Europea y viceversa. Y aunque ya es un hecho que el Reino Unido se va, todavía es mucho el camino que queda por recorrer.

Una nueva relación comercial y política

El Reino Unido está compuesto por Irlanda del Norte y Gran Bretaña, que comprende Escocia, Inglaterra y Gales. La República de Irlanda es un país separado que pertenece (y seguirá haciéndolo) a la Unión Europea.


El Brexit (Britain-Gran Bretaña / exit-salida) hará que Reino Unido deje de pertenecer a ese club, una decisión que la Unión Europea acepta, pero no comparte. Las partes entablarán una nueva relación comercial y política. Por ejemplo, el Reino Unido tendrá el control migratorio absoluto sobre sus fronteras, mientras que la Unión Europea dejará de recibir su aporte económico.

"El Reino Unido no se sintió parte del bloque desde un principio, ni siquiera adoptó el euro como su moneda, hasta que finalmente consideró que era más lo que daba que lo que recibía, que estaba casi que subsidiando a otros países miembros", explica Édgar Jiménez, investigador de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Colombia

Nada está acordado

Lo único que está acordado hasta el momento es que el Reino Unido se va de la Unión Europea sí o sí, así como los plazos para determinar cómo será la nueva relación. Pero la negociación de fondo sobre los términos en que se va a dar esa separación comenzará desde cero.

Para hacerlo, la Unión Europea y el Reino Unido tendrán 11 meses que irán del 1 de febrero al 31 de diciembre de 2020. Si ese plazo no es suficiente, existe la opción de que las partes aprueben una prórroga por uno o dos años más, pero en todo caso, deben hacerlo antes del próximo 31 de julio.

Pese a que la Unión Europea ha advertido que es improbable que se pueda cerrar un pacto definitivo en un plazo tan breve, una extensión no está en los planes de Boris Johnson, quien, de hecho, logró que el Parlamento Británico vetara esa posibilidad. Hay quienes señalan, sin embargo, que el Gobierno británico podría en su momento evaluar salidas jurídicas para aceptar ese nuevo plazo.

Todavía no se puede hablar de ganadores y perdedores

Aunque los términos exactos de nueva relación entre la Unión Europea y el Reino Unido todavía no se conocen, uno de los cambios más grandes lo sentirán los ciudadanos. Vale recordar que la Unión Europea es un peso pesado de 500 millones de personas y el Reino Unido tiene 66 millones.

"Pase lo que pase con el acuerdo, sin duda habrá una restricción en la movilización de las personas entre los países miembros de la Unión Europea, una circulación que hoy es libre", asegura a France 24 el consultor político Sergio Castro, magíster en políticas públicas en el Instituto Atlántico de Gobierno de José María Aznar.

Paulina Astroza, directora del Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción, en Chile, cree que entre el Reino Unido podría perder beneficios en materia de inversión en servicios financieros, pues hoy "no hay derechos de aduana, ni cuotas". Además, "los mayores compradores de productos británicos son los europeos".

Y por el lado del aporte británico al resto de Europa están que hoy en día "es el segundo mayor contribuyente del presupuesto de la Unión, tiene las mejores universidades del mundo y los demás países pescan en sus aguas".

Para el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana de Colombia, Florent Xavier Rene Frasson-Quenoz, el Brexit es difícil para la Unión Europea pero también genera oportunidades.

"Por ejemplo la posibilidad de avanzar sobre cuestiones comunes como la seguridad europea común y no tener al Reino Unido siempre oponiéndose, y la segunda tiene que ver con el Banco Central Europeo, en donde Gran Bretaña mantenía una especie de bloqueo. Se les da una posibilidad a los miembros de ponerse de acuerdo sobre una eventual política monetaria común", asegura.

¿Qué cambia a partir 1 de febrero de 2020?

Para el ciudadano de a pie, todavía nada; para la política, mucho.

Una vez comience la hora cero, "la situación permanecerá sin cambios para los ciudadanos, los consumidores, las empresas, los inversores, los estudiantes y los investigadores, tanto en la UE como en el Reino Unido", aclara la Comisión Europea.

Políticamente hablando, sí habrá un cambio inmediato y notorio. El Reino Unido dejará de estar representado en las instituciones, agencias, órganos y oficinas de la Unión Europea, tales como el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. Además, pierde voz y voto, a pesar de que debe seguir contribuyendo al presupuesto de la UE y cumpliendo con las normas que rigen al bloque hasta diciembre de 2020.

La polémica salvaguarda inglesa, entre tanto, que tantos peros levantó durante más de tres años de negociaciones, ya fue eliminada en la negociación entre el primer ministro británico y Bruselas.

Sobre ese aspecto, se definió que "habrá controles en el mar de Irlanda y no entre las dos Irlandas. E Irlanda del Norte queda en un régimen especial para que no haya frontera física", según explica Paulina Astroza, de la chilena Universidad de Concepción.

Ahora, al Brexit le quedan tres opciones:

De lo que ocurra en los próximos meses dependerá si este divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea se dará de manera amigable o no. Y solo al final se sabrá quién tuvo la mayor capacidad negociadora que le garantice una mejor porción en esa dispendiosa repartición de bienes.