Sobre el discurso del Presidente: "Fue un discurso largo con dos grandes anuncios. Proyecto de ley de despenalización del aborto y la reforma judicial. Después hubo una serie de definiciones y buenas intenciones respecto a algunas cuestiones, en materia de precio, economía, creación de algunos institutos nuevos que van a agregar burocracia y gasto en la toma de decisiones. Vi un discurso que estuvo en muchos sentidos vacío de definiciones prácticas duras y concretas que Argentina necesita en materia económica, de integración al mundo. Lo vi como un discurso vacío quizás en la búsqueda de este equilibrio interno. Eso hace muy difícil plantear un modelo económico".

"Después de que pase la reestructuración de la deuda el Gobierno se va a sentar para ver con qué recursos cuenta. Si las cosechas son buenas probablemente volvamos al modelo que ya conocimos, extraer la renta de los sectores exportadores tradicionales. El Gobierno sumará al campo la cuestión de Vaca Muerta. Es la política económica del gobierno Vaca Muerta y el campo como dos fuentes de extracción de impuestos. Hoy Vaca Muerta está paralizado. Por eso el Gobierno apunta a recrear incentivos para darle un marco que cree en Vaca Muerta una suerte de burbuja inversora. El campo está con una prisión tributaria tremenda. El problema más grande que tiene Argentina es que hace diez años que no crece. Sobre el estancamiento de Argentina ni Guzmán ni el Presidente han dado alguna precisión.”

"Ayer cuando Alberto Fernández dijo, una de las cosas más contradictorias...(...) lo segundo que criticó fue la cuestión de la austeridad fiscal cuando él mismo dijo no podemos hacer austeridad fiscal en recesión. Yo me acordaba que la ley de emergencia económica hizo un ajuste fiscal de dos puntos del producto. Lo que mostró ayer Alberto Fernández es el permanente equilibrio entre la retórica y la demagogia que más que hablarle al electorado busca hablarle a su frente interno".