Ahora dicen que el gobierno analiza desactivar la expropiación de Vicentín
11-06-2020 | Economia
 Se habla de un retroceso ante el fuerte rechazo que causó el anunció y la dificultad que enfrenta la expropiación en el Congreso

Tras el anuncio de Alberto Fernández de intervenir Vicentín para declararla de utilidad pública y luego expropiarla, el gobierno estaría evaluando dar marcha atrás luego del fuerte rechazo que generó el plan oficial que activó al sector rural amenazando con convertirse en otra 125 a solo seis meses de gestión.

Quien dio los primeros indicios del posible retroceso del gobierno fue el vicepresidente de Coninagro, Norberto Niclis, quien este miércoles afirmó que "tengo noticias de que (la empresa Vicentin y el Gobierno nacional) acercaron un poco las posiciones y que ya no están hablando de expropiación sino de sumar a otras empresas para solucionar lo antes posible este tema". Fuentes del gobierno nacional consultadas por LPO no confirmaron pero tampoco desmintieron los dichos del dirigente.

Tengo noticias de que (la empresa Vicentin y el Gobierno nacional) acercaron un poco las posiciones y que ya no están hablando de expropiación sino de sumar a otras empresas para solucionar lo antes posible este tema.

Se suma a estas versiones otro dato sugestivo: el proyecto para declarar a Vicentín empresa de utilidad pública y avanzar con su posterior expropiación, que entró por el Senado el mismo lunes que Alberto Fernández hizo el anuncio, sugestivamente aún no está publicado en la página oficial de la Cámara Alta.

El dueño de Vicentín le pidió a Alberto que no lo investiguen y afloja la tensión con el gobierno

"Esta noche estamos contentos", fue la escueta frase que ofreció un integrante del gabinete del santafesino Omar Perotti, que hizo poco para disimular su desagrado con la idea de la expropiación de una de las empresas más antiguas e importantes de su provincia.

En Santa Fe este miércoles ya se hablaba abiertamente que el gobierno había dado de baja la idea de la expropiación y estaría evaluando un plan B a través de la conformación de un consorcio integrado por empresas del sector como Aceitera General Deheza (AGD), cooperativas agropecuarias, la división YPF Agro y una participación estatal para que administre el principal holding de comercio de granos de capitales nacionales del país.

Con ello, se garantizaría evitar una confrontación abierta que según se vio en las primeras horas encolumnaría a toda la oposición pero también a sectores hasta ahora aliados como el que lidera el ex ministro Roberto Lavagna, en el ya de por sí difícil contexto de la pandemia y la grave recesión que se va consolidando en el horizonte.

Además, la posibilidad de integrar empresas y cooperativas, despejaría una de las principales preocupaciones que esgrime el Gobierno y sin la necesidad de agitar el fantasma de Venezuela: que Vicentín no quede en manos de capitales extranjeros y tampoco a merced de José Luis Manzano "que sabemos que tiene la habilidad de comprar sin plata", ironizaron en el mercado.

La integración de otros capitales nacionales como AGD y cooperativas a Vicentín permitiría al Gobierno despejar el fantasma de una internacionalización de la compañía, así como alejar el fantasma de un ingreso del menemista José Luis Manzano, "que sabemos compra sin plata", ironizaron en Santa Fe.

Esta integración a Vicentín de cooperativas y otros jugadores locales, es el esquema que estaba trabajando el gobernador Perotti y su ministro de Producción, Daniel Costamagna, que el lunes a la noche presentó su renuncia pero luego dio marcha atrás a pedido del mandatario.

La noche del anuncio, Perotti optó por un discurso prudente y destacó los aspectos más positivos del mensaje presidencial eligiendo subrayar la participación de YPF Agro, "una empresa que cotiza en bolsa", y la designación de Gabriel Delgado a quien lo comparó con Miguel Galuccio, el CEO de la petrolera cuando se nacionalizó.

Es que en el gobierno provincial diseñaban un esquema similar al que ahora analizan en Casa Rosada y que contaba con el aval de las entidades agrarias, el empresariado nacional y gran parte del espectro político.

Mientras los cacerolazos se hicieron sentir este miércoles en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y las principales localidades de la zona núcleo, Avellaneda se vivió una verdadera pueblada con los vecinos en las calles con banderas argentinas en defensa del grupo que le dio vida a la ciudad.

En lo político, la estatización tensó la relación de Alberto con Perotti y Schiaretti y en el Congreso puso en riesgo el acuerdo estratégico con Roberto Lavagna, uno de los dirigentes más elogiados por el presidente.

El cambio de clima quedó evidenciado este miércoles luego de la comunicación telefónica que Alberto mantuvo con Sergio Nardelli, uno de los dueños de Vicentín, donde el empresario le solicitó resguardo de las causas judiciales que le pueden llover por el destino de los millonarios préstamos que el Banco Nación le habilitó, aún estando en default.