El campo reclama reglas claras para la post-pandemia
12-07-2020 | Economia
 Esta semana los productores volvieron a movilizarse para expresar su descontento. Hay dudas sobre el intento de acercamiento de Alberto Fernández y cierta tensión interna. El sector pide medidas que favorezcan a la inversión y el desarrollo productivo

Por Juan Martín Melo

El campo está preparado para aportar a la salida de la pandemia, pero reclama reglas claras claras que fomenten la inversión y producción
El campo está dispuesto a encabezar la recuperación de la Argentina en el escenario post-pandemia. Pero exige reglas claras de un Gobierno que busca acercarse al sector luego del conflicto que se desató por el intento de expropiar la empresa Vicentin. Pero los productores desconfían y piden soluciones concretas a sus problemas.

Es por eso que esta semana una vez más se movilizaron en muchas ciudades del interior. No fue por Vicentin solamente, sino para que se respeten muchos aspectos que están ligados a la construcción de un país muy diferente al actual. El productor agropecuario pidió respeto por la Constitución Nacional y las instituciones, y que exista división de poderes, seguridad jurídica y lineamientos que fomenten la inversión, entre otros planteos.

Por eso esperan que las palabras de Alberto Fernández en los últimos días, destacando la importancia que tiene el campo para el desarrollo del país, y los reclamos que llevó a Olivos el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, a la reunión que se realizó antes del acto del 9 de Julio, sean tenidos en cuenta y todo contribuya a la creación de una nueva política agropecuaria, de la mano de un rol más activo del ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra.


La presencia del titular de la SRA en Olivos provocó ruido en algunos sectores ruralistas. Un mensaje escrito por uno de los principales referentes de la Mesa de Enlace original, el ex titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, circuló rápidamente por los grupos de WhatsApp y las redes sociales.

“Como uno de los iniciadores de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias en el 2008 debo expresarles que hoy se ha terminado de destruir esa unidad basada en ideales de país, en la defensa de los productores, por la producción, por la división de poderes, por el federalismo y en definitiva para respetar la República. No tengo dudas que los productores verán claramente que quienes traicionaron los principios fundamentales que nos llevaron a unirnos en 2008 no fue CRA”, escribió Llambías.

Luego, el veterano dirigente rural apuntó a “presidentes de entidades con cargos públicos”, en una referencia obvia a Carlos Iannizzotto, que ocupa una silla en el directorio del Instituto Nacional de Economía Social (Inaes) en representación de Coninagro. Y hacia el propio Pelegrina, debido a “la presencia individual del presidente de la SRA en actos públicos”.

Problemas a resolver

Mientras tanto, los productores continúan manifestando preocupación por su situación presente, a la vez que se deterioran las expectativas que tienen sobre el futuro. Así lo reflejó la última encuesta realizada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, donde prácticamente el 90% de los productores vislumbra que los próximos 12 meses serán financieramente malos para el sector, a la vez que casi dos tercios de los consultados plantea una mala perspectiva para el sector en los próximos 5 años.

“Esto es muy llamativo, especialmente en un contexto como el de la producción agropecuaria, que siempre tiende a embarcarse por la inversión y el desarrollo a largo plazo”, señalaron los especialistas de la Universidad Austral.

Los índices de confianza comenzaron a deteriorarse en agosto del año pasado cuando se consolidó el proceso de llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada, con una alianza electoral conformada por sectores de la política que cuando fueron gobierno, como el kirchnerismo, implementaron medidas que impidieron el crecimiento de la producción y además alejó a la Argentina de una importante cantidad de mercados internacionales.

Las principales preocupaciones de los productores pasan por las cuestiones climáticas. La falta de precipitaciones está afectando la siembra de trigo, y que derivó en ajustes a la baja de las estimaciones que realizan la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Bolsa de Comercio de Rosario.

Además, de cara a la próxima campaña de los cultivos de verano, el financiamiento es un tema clave. Para lograr que el mismo sea a través de tasas de interés accesibles, será fundamental que el gobierno resuelva satisfactoriamente la negociación de la deuda externa, y propiciar que el Banco Central no 

“El agro compra insumos en dólares y en los últimos tiempos se encontró con varios cambios, ya sea por un riesgo posible de desdoblamiento cambiario a la venta de granos como también por las complicaciones en la importación de materiales claves, como fertilizantes”, subrayó Sebastián Salvaro, de la consultora AZ Group, en diálogo con Infobae.

Por otro lado, el sector agropecuario reclama al Gobierno señales claras en torno al respeto por las instituciones. En ese punto, el caso Vicentin despertó muchos interrogantes sobre el avance a la propiedad privada. “En lugar de hablar de intervenciones y demás, hay que decirle a la gente que se puede producir, exportar e invertir y darles las herramientas para ello”, comentó a este medio Leonardo Sarquís, ex ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires y actual director general de la consultora Confiagro.

Pero la problemática de la inseguridad rural hoy ocupa la escena central del debate. En junio se registró un aumento de los hechos delictivos, como rotura de silobolsas, robo de maquinaria, incendios intencionales a campos, abigeato, entre otros. Es elevada la preocupación e incertidumbre que provocó entre los productores agropecuarios los hechos de inseguridad. Es alarmante la rotura de casi 80 silobolsas en muy pocos meses, en regiones de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.

“Los gobiernos provinciales deben ocuparse de esclarecer a la brevedad estos hechos, simplemente porque hay que cuidar a los ciudadanos y los productores son ciudadanos también, porque además de sufrir pérdidas económicas, no es lógico que los productores tengan que ser centinelas en sus tranqueras”, sostuvo Sarquís.

Por su parte, el consultor Sebastián Salvaro, se refirió a la elevada presión impositiva, que impide al campo expresar su máximo potencial. “El reclamo es porque el sistema impositivo tiene la perversidad de que van directamente al ingreso. Podríamos nombrar las retenciones como podemos hablar de ingresos brutos de las provincias, sellados de contratos y otros. Este sistema hace que un año malo por cuestiones climáticas, variable que no se tiene posibilidad de gestión, el Estado nacional y los provinciales no han corrido ningún riesgo y no se ven afectados. Además, la gran carga tributaria no se materializa en mejor infraestructura en general y más coyunturalmente no se traduce en temas de seguridad”, advirtió.

Escenario post pandemia

En plena pandemia, la actividad del campo no se detuvo. Es una de las actividades esenciales para el abastecimiento de alimentos al mercado interno y externo, a pesar de algunas restricciones que hay en las provincias para que los productores, contratistas rurales, trabajadores y el transporte de cargas, puedan circular con normalidad por las rutas nacionales y provinciales.

“Hoy atravesamos una pandemia prácticamente inédita, no exenta de dolor y enfermedad, que nos conmueve y nos moviliza. Rogamos a Dios por su pronta resolución y por el cese de todo sufrimiento humano”, manifestaron desde la Sociedad Rural Argentina (SRA).

Y mientras se combate al coronavirus y se aguarda una vacuna para prevenirlo, el campo también está proyectando el escenario post pandemia. “Hay cuestiones que están en nuestras manos resolver hoy, y tienen que ver con las consecuencias económicas y sociales que la pandemia y el aislamiento van a traer aparejados”, dijeron desde la Rural.

A todo esto, Sarquís agregó: “En la Argentina deberíamos estar hablando de la nueva oportunidad que tiene la agroindustria de seguir exportando alimentos al mundo. Los países que están saliendo de la pandemia compran alimentos al mundo entre un 15 y 18% más que en 2019. Y nosotros deberíamos estar ahí tratando de venderles lo que producimos con todos los protocolos y controles sanitarios, con seguridad agroalimentaria, produciendo bajo modelos sustentables, cuidando los recursos y el medio ambiente y con un compromiso real con el cambio climático”.

Y además comentó: “Hay que darle a la producción todas las herramientas para poder lograr exportar cada vez más y mejor, generando así divisas e inversiones y aumentar de esa manera el empleo genuino. Las posibilidades de aumentar las exportaciones están intactas y debería ser una prioridad del gobierno, y comentándole a la cadena agroindustrial en todos sus segmentos de forma directa, y mostrando las herramientas para que se pueda lograr”.

Desde la Sociedad Rural Argentina, en un documento que publicaron el viernes pasado al recordar un nuevo aniversario de la creación de la entidad, sostienen que es el momento para construir las bases de la recuperación, “a través de nuestras enormes potencialidades que tenemos como país, nuestro capital humano, nuestros recursos naturales, nuestra capacidad de invertir, de desarrollar y aplicar conocimiento, tecnología e innovación, de arriesgar”.

Y para cumplir dichos objetivos, la entidad que preside Daniel Pelegrina, reclamó “mejores condiciones que generen un clima favorable para los negocios y la inversión, integración geoestratégica al mundo, un sistema federal efectivo, respeto a la ley y a la seguridad jurídica, una presión impositiva adecuada y sin impuestos distorsivos, una infraestructura competitiva para la gente y la producción, en resumen, institucionalidad, orden y normalidad”.

El campo asegura estar preparado para aportar una vez más alimentos y trabajo. Exige, en un contexto tenso y complicado en varios frentes, un gobierno aliado y políticas que fomenten la producción.