Alimentación: Proteínas vegetales, envases sostenibles, cannabis y encurtidos: las tendencias que marcarán el mundo de la alimentación
03-09-2020 | Sociedad
 Desde que surge una novedad hasta que se instaura entre la sociedad pueden pasar muchos meses, sobre todo si tienen que llegar hasta nuestro país desde el otro lado del mundo. Los medios de comunicación y las redes hacen viral cualquier cosa a una velocidad de vértigo, pero Roma no se construyó en un día.

Por eso ahora seguimos viendo cómo se siguen abriendo cafeterías de cereales, aparecen nuevos productos veganos, se multiplica el interés por el pan de masa madre, o llegan las algas a los supermercados de barrio. Muchas tendencias que ya empezamos a atisbar los años pasados siguen vigentes y creciendo ahora con más fuerza.

Muchas de estas pautas seguirán afianzándose y evolucionando a lo largo de los próximos meses, salpicadas por algún ingrediente exótico o producto innovador que seguramente no pase de ser flor de un día.

Desde años se afirma que lo saludable es tendencia, y quizá es la única “moda” real que se merece serlo. Tiene sentido que nos preocupemos por alimentarnos mejor para disfrutar de una buena salud, pero también nos gusta probar dietas y productos supuestamente revolucionarios y casi milagrosos, por mucho que sepamos que tal cosa no existe.

Alimentos concretos aparte, sí tenemos cada vez más claro qué significa llevar una alimentación saludable, pero está entrando además otro factor en juego. Como anuncian desde el estudio Waitrose, parece que el nuevo año estará marcado más que nunca por un consumidor mucho más consciente y responsable de sus decisiones, no solo por las consecuencias que tiene en su salud, también en el medio ambiente y la sociedad.

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Por eso conviven las tendencias de productos sanos de nombre exótico con la preocupación por la sostenibilidad. Así defenestramos el aceite de palma, nos llevamos las manos a la cabeza con la saturación de envases plásticos, nos preocupa la contaminación del mar, la sobrepesca y las malas prácticas de la industria cárnica.

En los próximos meses habrá un aumento de alternativas más sostenibles con el medio ambiente en los objetos cotidianos, desde pajitas hasta bolsas, botellas, vasos, vajillas o recipientes de almacenaje doméstico.

Ecológico, biológico y orgánico: la fiebre por lo “eco”
A efectos legales, los tres términos vienen a significar lo mismo: alimentos o productos de consumo identificados con el sello de producción ecológica, es decir, que cumple con los requisitos impuestos por cada país o región. Aunque un alimento eco o bio no tiene por qué ser más saludable, y la sostenibilidad real está entredicho, sí hay un interés en aumento por estos productos.

Consumo local y de temporada
Junto al auge de lo bio también se está poniendo el foco en prestar más atención al consumo de productos locales y de temporada, sean o no ecológicos. Porque no tiene sentido comprar harina de coco eco producida a miles de kilómetros de distancia, centrémonos mejor en comprar a productores locales de nuestra región, apostando por los alimentos de cada estación.

Mercado
Se prevé un aumento de los comercios pequeños de barrios, las cooperativas y el interés por acudir al mercado urbano o a los mercadillos temporales. El consumidor cada vez se preocupa más por leer etiquetas y buscar el origen de los productos que compra, volviendo al calendario para comer lo que toca cuando toca.

Comercio justo
Y aunque el comercio justo no goza de tanta campaña de marketing como lo bio, hay una tendencia en auge de priorizar los alimentos que certifican que su producción está alejada de cualquier tipo de explotación o maltrato a los trabajadores en origen.

Comercio
Se busca la total transparencia en toda la cadena alimentaria, garantizando condiciones laborales y sociales justas para todos los implicados, persiguiendo las malas prácticas como sueldos indignos, malas condiciones laborales o incluso el trabajo infantil, además la sostenibilidad del medio ambiente. Cacao y chocolate o café son algunos ejemplos de productos cada vez con un origen más seleccionado.

Carne sin carne, setas, proteínas vegetales y auge del mundo marino
Setas
Ligando con la preocupación por la salud y el medio ambiente vuelven a entrar con fuerza las alternativas al excesivo consumo de carne. Mientras esperamos a que la carne producida en laboratorios llegue a los supermercados, los comercios seguirán aumentando la superficie dedicada a alimentos vegetales que imitan la carne, aunque muchos sigan siendo ultraprocesados.

Sigue reinando la quinoa y se augura un aumento del consumo de setas como sustituto de la carne por su sabor umami y textura peculiar, tan distinta a las verduras y hortalizas. Hace tiempo que son un recurso habitual en las dietas vegetarianas para reemplazar los productos animales en hamburguesas o albóndigas, pero los expertos prevén una mayor presencia de los hongos también entre los productos comerciales.

“Lácteos” veganos y bebidas vegetales caseras

Las -ya mal llamadas- leches vegetales se han hecho con un gran hueco en los supermercados, sean ecológicas o no, y cada vez más gente apuesta por ellas.

Pero nos hemos dado cuenta de que muchas de estas bebidas comerciales tienen una calidad nutricional ínfima y por eso cada vez más gente se animará a prepararlas en casa. "Leche" de soja, almendra, arroz..
También aumenta el interés por otros lácteos veganos, o “falsos lácteos”. Yogures vegetales, y quesos, caseros o comerciales, en su mayoría preparados con una base de frutos secos que intentan imitar el sabor y la textura del queso original. Son todavía más raros de ver en un súper de barrio pero todo apunta a que aparecerán muchos más en los próximos meses.

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También se augura un auge de productos más gourmet relacionados con el mar, algo que ya hemos visto con, por ejemplo, ciertas bebidas o papas fritas con sal marina. 

Adiós ultraprocesados, hola cocina casera
Cocina casera
Hace casi justo un año que se desató en redes la guerra contra los ultraprocesados, los productos insanos que pueblan los supermercados y de los que abusamos demasiado. Si el 2018 fue el año en el que aprendimos qué son y por qué hay que evitarlos, este año se presenta como la oportunidad de cambiar su consumo por una comida más auténtica, natural y casera.

Meal Prep
Los defensores de estas técnicas animan a recuperar la costumbre de cocinar muchos platos o adelantar preparaciones durante el fin de semana para ahorrar tiempo y esfuerzo los días siguientes. Algo tan simple como cocinar un paquete entero de garbanzos o asar una gran calabaza que pueden dar mucho juego con recetas diferentes durante la semana.

"Real food" y "clean eating", también en el supermercado
Carlos Ríos y otros profesionales de la nutrición han hecho viral el concepto de realfood o “comida real”, aunque los extremos ya sabemos que nunca son buenos. Pero el concepto no es tampoco nuevo y está llevando a que otros como el clean eating cada vez tengan más seguidores.

Pasada la novedad, este nuevo año apunta a que comeremos más platos “caseros”, huyendo de precocinados y ultraprocesados para volver a la cocina de la abuela, y no solo en casa. 


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Esto enlazada con el auge de los platos preparados de supermercado, elaborados el mismo día y pensados para comer al momento. Empezaron a asomar el año pasado y tendrán su despegue definitivo a lo largo de los próximos meses.

Menos azúcar, menos carbohidratos
Yogur
La tendencia de disminuir el consumo de azúcar no nos va a abandonar, como tampoco el interés por las dietas lowcarb. Es ahora cuando la industria y el mundo hostelero se ha puesto las pilas ofreciendo cada vez más productos sin azúcar o reformulando sus recetas originales para disminuir el contenido original. Y también lo haremos en nuestra casa reduciendo su consumo en nuestras propias recetas.

A medio camino entre lo gourmet y lo saludable, en 2019 veremos nuevos productos que buscarán llamar la atención por su diseño y propuesta diferente. Nos siguen interesando las novedades curiosas con aspecto cool, aunque luego desaparezcan tan rápido como llegaron.

El mundo del snacking o aperitivos y picoteo, así como el de los dulces y postres, siempre deja nuevas modas más o menos fugaces que al menos reflejan las tendencias del momento. Y ahora se busca atraer al millennial y al consumidor preocupado por su salud, aunque en el fondo se esté autoengañando.

La vuelta de los encurtidos y vinagres

Ligando con cierta recuperación del viejunismo en la cocina y la reivindicación del bar castizo, se están recuperando las aceitunas y encurtidos como picoteo saludable y muy “nuestro” de toda la vida. Si bien el exceso de sal puede ser un problema, los encurtidos se reinventan para captar al público más joven, con gamas de nuevos productos que además potencian otra tendencia en auge, los sabores avinagrados, ácidos y amargos.

Alimentarse para sentirse bien y dormir mejor
Yogur
Comer de forma consciente también implica hacerlo hacia uno mismo. Es el auge del mindfulness, alimentarse priorizando la calidad y no tanto la cantidad. Comer solo aquello que nos hace sentirnos bien, huyendo de malas digestiones que además nos afectan al sueño.

Viejas modas como la leche dorada, el yogur y los fermentados siguen presentes y vuelven con más fuerza, enfocados cada vez más a cuidarnos desde dentro, para sentirnos mejor física y mentalmente, cuidado de la microbiota.

La conquista del pan artesanal continuará en 2019 con un aumento del consumo de panes artesanos y la multiplicación de variedades de larga fermentación, harinas de mejor calidad, cereales con menos gluten y el uso de la masa madre. Son características del pan de calidad que además prometen mejores digestiones.

Cuidar de la salud intestinal se ha vuelto una prioridad para muchas personas que sufren problemas digestivos. Por eso se espera un aumento aún mayor de la gama de productos fermentados y los reclamos probióticos -y prebióticos- en todo tipo de alimentos, suplementos y platos preparados.

La cúrcuma y el jengibre seguirán presentes con otros llamados superalimentos que ahora se anuncian con poder antiinflamatorio, por ejemplo en bebidas como aguas infusionadas, tés, tónicas y otros refrescos alternativos.

La reconquista de las grasas (saludables)
Coco
Ya hemos superado el mito de que todas las grasas son perjudiciales y sabemos que son también son cruciales para una la salud. Por eso seguiremos viendo la palta de mil formas diferentes, el aceite de coco, el ghee y también otras grasas de semillas como la chía y frutos secos. 

La legislación aún tiene mucho que decir sobre el uso de la marihuana y sus derivados en la alimentación, pero el cáñamo va a estar más presente que nunca. Las semillas aportan grasas saludables, vitaminas y minerales, y el cannabidiol cada vez se emplea más en la industria.

Hemos visto los primeros vinos y cervezas "de marihuana" llenando titulares, y parece que no serán ya casos aislados en los próximos meses. Si el cannabis gastronómico será una tendencia para quedarse o mera moda pasajera, solo el tiempo lo dirá.