Nuevo Ciclo semanal : AUTOCONOCIMIENTO: Comprender la raíz del miedo
07-10-2020 | Sociedad
La mayoría de las personas hacen casi todo por miedo. Y muchas veces ni siquiera saben que su accionar está basado en él. A veces se sostiene una relación íntima, por temor a quedarse solo; se trabaja más, por miedo a que falten los recursos; se pagan seguros médicos, por temor a enfermarse; seguros, por miedo a chocar con el auto o que haya un incendio... Muchas veces se aceptan imposiciones y órdenes, sólo por miedo al castigo o a las consecuencias. Se hacen cosas por temor y también se dejan de hacer otras por el mismo motivo. Los miedos lamentablemente instalan a las personas en una zona de la cual es dificultoso salir...

El miedo es inherente a la condición humana. El arte de la vida no consiste en no tener miedo, sino en aprender a reconocerlo y aceptarlo. El miedo no es un enemigo. Las situaciones y realidades que causan miedo, prueban nuestra consistencia. Los miedos son a la vida, lo que el viento al fuego.

Si una fogata está bien encendida (tiene consistencia), el viento la aviva. Si no está bien encendida (es inconsistente), el viento la apaga. Del mismo modo, los miedos prueban nuestra consistencia personal.

¿Cómo surgen los miedos? Nacen de experiencias negativas, y con el tiempo se asientan en la mente y se multiplican. Puede llegar un momento donde la persona se vea acorralada y no sepa qué le está ocurriendo, ni por qué.

El miedo paraliza, coarta la expresión, acalla a la persona. Los miedos en definitiva pueden enfermar porque básicamente lo que compone la enfermedad son las emociones negativas que son incompatibles con el equilibrio, la armonía y el amor.

La gente suele creer que la contracara del amor es el odio; en verdad lo que hay del otro lado de la moneda del amor no es el odio; es el miedo. Donde hay amor no hay lugar para el temor. El miedo es natural, la culpa es una creación de los religiosos. La culpa está hecha por el hombre. El miedo es inherente, y es muy esencial. Sin el miedo no serás capaz de sobrevivir en absoluto.

El miedo es normal. Es debido al miedo que no pondrás tus manos en el fuego. Es debido al miedo que caminarás por la derecha o por la izquierda, sea cual sea la ley del país. Es debido al miedo que evitarás el veneno. Es debido al miedo que cuando el conductor del camión suena la bocina,
tú te quitas del camino.


Si el niño no tiene miedo, no hay posibilidad siquiera de que sobreviva. Su miedo es una medida de protección de vida. Pero debido a esta tendencia natural de protegerse uno mismo -y no hay nada de malo en ello- tienes el derecho de protegerte a ti mismo. Tienes una vida tan preciada que proteger, y el miedo simplemente te ayuda.

El miedo es inteligencia. Sólo los idiotas no tienen miedo. El miedo es inteligencia; así que cuando ves una serpiente cruzando el camino, te apartas de su camino. No es cobardía, es simple inteligencia. Pero el miedo puede volverse anormal.


Puede hacerse patológico. Entonces tienes miedo de cosas por las cuales no hay que tener miedo; aunque puedes encontrar argumentos incluso para tu miedo anormal. Y debido a esta posibilidad, los religiosos lo han usado, los políticos lo han  usado; todo tipo de opresores lo han usado. Lo hacen patológico, y entonces se hace muy simple explotarte.


El miedo es la antítesis de la libertad. Mientras más miedo tengas, menor es la posibilidad de la libertad. Mientras más miedo haya, menor la posibilidad de rebelión. La sociedad, la iglesia, el estado; todos quieren que estemos en un constante estado de miedo: miedo a lo conocido, miedo a lo desconocido,
miedo a la muerte, miedo del infierno, miedo de perder el cielo, miedo de no hacerte un nombre en el mundo, miedo de no ser nadie.

Todo el mundo a tu alrededor desde tu mismo nacimiento está creando miedo. Ningún niño nace con miedo. Todos los niños nacen con libertad, duda, rebelión, individualidad, inocencia: todas grandes cualidades. Pero son indefensos, dependientes. Pero cuando creces, puedes ver
cómo los miedos han sido creados en ti, cuan incrédulo has sido, cómo las personas han explotado tu inocencia.

Ahora puedes mirar atrás: tu padre no era consciente de lo que te estaba enseñando, de lo que te estaba diciendo. Intenta entender en qué consiste el miedo. No se trata de deshacerse de algo; es una cuestión sólo de entendimiento. Comprende el miedo, lo que es, y no trates de deshacerte de él, porque en el momento que empiezas a tratar de deshacerte de algo, no estás listo para entenderlo, porque la mente que piensa en librarse ya está cerrada. No está abierta a entender, no es simpática. No puede contemplar silenciosamente.


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