Qué conviene: plazo fijo u obligaciones negociables
18-05-2021 | Economia
El inversor argentino tiene que conocer las ventajas y desventajas de cada instrumento antes de armar una estrategia de inversión.

En Argentina, una de las “inversiones” más tradicionales es la colocación de dinero en plazo fijo. Aunque cuenta con una serie de importantes desventajas, muchas personas han optado por ella a lo largo de la historia. Sin embargo, en los últimos años, un instrumento financiero ha ganado popularidad: las obligaciones negociables. Conociendo estas alternativas, seguramente te has preguntado qué opción es mejor.

 

Desventajas del plazo fijo

El plazo fijo es una alternativa de inversión que consiste simplemente en prestarle dinero al banco a cambio de una tasa de interés. Debido a su sencillo y rápido funcionamiento, muchos ahorras argentinos han optado por esta opción a lo largo de los años. Sin embargo, el plazo fijo presenta una serie de inconvenientes que impiden el correcto crecimiento financiero.

En primer lugar, el rendimiento o la tasa de interés que otorgan ronda, actualmente, el 38% anual en pesos o menos del 1,75% en dólares. Aunque parecen cifras interesantes, se encuentran por debajo de la inflación y casi siempre ha sido así, sin importar el año o el ciclo económico en el que haya estado el país. Esto significa que los plazos fijos ofrecen una tasa de interés nominal positiva, pero una tasa de interés real negativa, ya que no aumenta ni mantiene el poder adquisitivo.

Por otro lado, normalmente, los bancos ofrecen plazos fijos de, mínimo, 30 días, lo que se traduce en una baja liquidez. Este término hace referencia a la capacidad de que la inversión se convierta en dinero líquido, listo para ser utilizado. A mayor liquidez, mejor.

 

Ventajas de las obligaciones negociables

A su vez, en los últimos tiempos se han puesto de moda las obligaciones negociables (ONs), también conocidas como bonos corporativos. Como su nombre lo indica, se trata de instrumentos financieros de renta fija que consisten en deuda emitida por empresas que los inversores adquieren a cambio de una tasa de interés.

Actualmente, existen varios tipos de ONs. En primer lugar, existen los de tasa fija, que ofrecen un interés fijo previamente pactado, ya sea en pesos o en dólares. Por ejemplo, a día de hoy, muchas compañías brindan cerca de un 9% anual en dólares.

Por otro lado, están los bonos corporativos de renta variable, los cuales siguen a la inflación o la devaluación y pueden incluso añadir un breve extra más. Por ejemplo, pueden retornar inflación (CER) más 2% o devaluación oficial más 3%.

Además, estos instrumentos tienen mercado secundario, lo que significa que pueden ser comprados y vendidos entre los participantes del mercado de forma rápida, sencilla y económica. En otras palabras, tienen una mayor liquidez.

 

Plazo fijo vs. obligaciones negociables

Ahora bien, conociendo en qué consiste cada alternativa de inversión, es importante saber cuál es mejor. Si bien todo dependerá del perfil del inversor, en líneas generales, se puede afirmar que las obligaciones negociables son superiores, no solo por otorgan una tasa de interés más alta, sino también por contar con una mayor liquidez.

Es importante recordar que para poder operar estos instrumentos financieros hay que abrir una cuenta comitente en una sociedad de bolsa regulada por la Comisión Nacional de Valores, proceso gratuito que no llevará más de diez minutos, y depositar los fondos deseados desde una cuenta bancaria del mismo titular.