Por el aumento de estafas, el BCRA reforzó medidas de seguridad
02-07-2021 | Economia
La digitalización en la gestión de trámites bancarios cobró relevancia más que nunca en el marco de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, el salto tecnológico trajo consigo un incremento de casi 3.000% en ciberataques y campañas de phishing. ¿Cómo evitar caer en una estafa bancaria?

El Banco Central ( BCRA) reforzó este jueves las medidas de seguridad que deberán tomar las entidades financieras para otorgar préstamos a través de canales electrónicos, una de las principales vías a través de las cuales se hacen estafas bancarias o phishing.

A partir de ahora, los bancos deberán verificar en una primera instancia, a través de llamado telefónico, reconocimiento facial o cualquier otra técnica de identificación positiva, que el cliente sea efectivamente quien está solicitando el préstamo.

Como segunda barrera de control, una vez verificada la identidad del cliente, la entidad deberá comunicarle –a través de todos los puntos de contacto disponibles– que su crédito se encuentra aprobado y que, de no mediar objeciones, el monto será acreditado en su cuenta recién a partir de las 48 horas hábiles siguientes. De todos modos, el plazo de acreditación podrá ser reducido en el caso de recibirse la conformidad del usuario.

"El control deberá ser sobre todas las operaciones de créditos preaprobados realizadas a través de todos los canales electrónicos disponibles: ATMs, TAS, banca de internet (BI) y banca móvil (BM)", señaló el Banco Central en un comunicado.

Los bancos también deberán hacer un monitoreo y control de, como mínimo, los puntos de contacto indicados por el usuario y comprobar que no hayan sido modificados recientemente, de modo de detectar posibles engaños o robos de claves.

La medida fue resuelta esta tarde en la reunión de Directorio del BCRA como una forma de reforzar las normas de seguridad de los bancos y su responsabilidad para detectar maniobras fraudulentas.

 

Phishing

El término "phishing" refiere al conjunto de técnicas a través de las cuales los delincuentes informáticos engañan a sus víctimas haciéndose pasar por otra persona o institución. Una de las modalidades es el envío de correos electrónicos que tienen la apariencia de proceder de fuentes de confianza, por ejemplo, alguna entidad bancaria.

Se trata de maniobras con formas más o menos elaboradas pero en las que, en todos los casos, los delincuentes se hacen pasar por representantes del banco que le piden a los damnificados las claves de cuenta para solucionar un problema o bien facilitarle un beneficio, ya sea a través de un correo electrónico, una llamado telefónico o por vía de redes sociales.

En el marco de la pandemia de coronavirus (Covid-19), la digitalización en la gestión de los trámites bancarios cobró relevancia más que nunca pero, el salto tecnológico trajo consigo un aumento exponencial de ciberataques y campañas de phising.

En ese sentido, las denuncias por fraude y estafa bancaria aumentaron casi un 3.000% entre 2019 y 2020, según datos de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci). Una vez que consiguen los datos, los estafadores proceden a transferir el dinero en cuenta del damnificado a otras cuentas, a hacer consumos con sus tarjetas o bien pedir préstamos de rápido otorgamiento.