Una familia de cuatro miembros que vive en la Ciudad de Buenos Aires necesitó en junio percibir ingresos de, por lo menos, $57.120,69 para no ser considerada en situación de indigencia; $104.489,46 para no ser comprendida en la pobreza y $160.849,88 para ser considerada de clase media.

Según la Dirección General de Estadística y Censos porteña, los gastos de la Canasta Básica Alimentaria, la cual marca el límite de la indigencia, tuvieron en junio un aumento del 5,04%, que llegó al 65,18% en el acumulado de los últimos doce meses. De esta manera, superó las marcas de mayo que habían sido de 4,24% y 61,76%.

A su vez, en el caso de la Canasta Básica Total, que determina el tope de la pobreza, el incremento mensual fue de 4,85%, mientras que el interanual del 60,77%. Por su parte, la Canasta Total, que delimita al sector de la clase media baja, la clase media y los acomodados, subió 4,57% en el mes y 61,36% en relación con junio del año pasado.

Al mismo tiempo, durante junio, los recursos necesarios para estar comprendidos en cada categoría fueron los siguientes: en situación de indigencia, hasta $57.120,68; de pobreza no indigente, de $57.120,69 hasta $104.489,45; y no pobres vulnerables, de $104.489,46 hasta $128.679,89. En el caso del sector medio frágil, de $128.679,90 hasta $160.849,87; clase media, de $160.849,88 hasta $514.719,59; y sectores acomodados, $514.719,60 o más.

Por otro lado, el Indec dará a conocer la medición de las canastas de indigencia y de pobreza de mayo el próximo jueves 21 de julio y el dato cobrará una importancia adicional una vez habilitado el formulario para acceder a la segmentación tarifaria, ya que aquellos que tengan ingresos iguales o superiores a 3,5 veces la CBT quedarán exceptuados del beneficio de los subsidios.