Patricia Bullrich abrió este lunes el tradicional Foro Llao Llao, en Bariloche, frente a empresarios, funcionarios, científicos, dueños de unicornios, políticos, jefes sindicales y economistas, entre otros. El evento, que se realiza desde el año 2011 por iniciativa de Eduardo Esztain, uno de los dueños del tradicional hotel, tiene como objetivo apoyar a emprendedores y relacionarlos con los empresarios de actividades tradicionales.
En ese contexto, la precandidata a presidenta de la Nación por Juntos por el Cambio, dejó picantes definiciones respecto a sus propuestas. “Vamos a impulsar reformas que cambien los incentivos económicos, restablezcan la solvencia fiscal y reconstruyan la credibilidad”, declaró.
Al mismo tiempo, resaltó: “Vamos a demoler el régimen económico de los últimos 20 años, que redujo drásticamente los incentivos para invertir, exportar y crear empleo. Para ello vamos a impulsar reformas que cambien los incentivos económicos, restablezcan la solvencia fiscal y reconstruyan gradualmente la credibilidad”.
Además, manifestó: “Mi camino y el de 46 millones de argentinos es el mismo: enfrentar uno por uno los desafíos para cambiar el régimen que nos oprime y transformar la Argentina”. Y agregó: “Conozco uno a uno los actores de veto, los que ya preparan el cuchillo entre los dientes para que seamos un gobierno más que frustre las expectativas de cambio en la sociedad y consolide definitivamente la opción populista como la única capaz de gobernar el país”.
Por otro lado, Bullrich anticipó: “El concepto que va a regir nuestro gobierno va a ser el concepto de orden. Orden Económico. Orden para encarar los desafíos contra el narcotráfico y la seguridad de las personas. Orden en la educación, en la salud, en el Estado, en las provincias”. Y continuó: “Tengo en claro que desde el primer día debo desplegar el conjunto de iniciativas que nos llevarán al progreso. En eso consiste mi estrategia. Nuestra visión del futuro es la de un país en orden, donde se respete la Ley, en el que la macroeconomía se encuentre estabilizada, donde cada potencial se convierta en presente de bienestar”.
Seguidamente, enfatizó: “Si no dinamitamos el régimen de intereses que nos desgasta, en cuatro años nos encontraremos repitiendo lo mismo, más pobres y totalmente convencidos que estamos condenados a una Argentina en la que los intereses le ganan a la ciudadanía”. Por eso, “salir del cepo cambiario es una prioridad desde el día cero. Cuanto antes se haga, mejor. No hay cambio de régimen económico sin antes dinamitar el régimen cambiario del kirchnerismo. Es una prioridad desmantelar los controles de cambio. Sin tomar esta decisión, los actores económicos no tomarán las suyas”.
Sobre los impuestos, la precandidata a presidenta consideró: “Argentina va a converger a un régimen simple, con una carga impositiva razonable”. Asimismo, señaló que “es imperativo una modernización de las regulaciones del mercado de trabajo, que no permiten la generación de nuevos puestos y son una traba para el desarrollo. El esquema de planes sociales que existe actualmente condena a millones de personas a una vida sin perspectivas. Nuestro objetivo es convertir planes en trabajo”.
“Con un equipo de economistas y abogados estamos trabajando en una profunda desregulación económica y de trabas burocráticas, revisando cada una de las 3600 leyes vigentes, para detectar distorsiones, privilegios y prebendas, y luego eliminarlas, reducirlas a un mínimo, poder reducir sobre costos y acelerar la actividad económica. Vamos a encarar la mayor descontaminación legal y normativa de la Argentina, para que fluya con rapidez, sensatez y facilidad la decisión de cada inversor, de cada empresa, de cada comercio en el país, de cada familia”, comentó Patricia Bullrich.
Por otra parte, puntualizó: “Vamos a restaurar el equilibrio fiscal, a fin de limitar la emisión monetaria para financiar el Tesoro; fortalecer el balance del Banco Central y reducir el déficit cuasifiscal; alinear los precios relativos, en particular el tipo de cambio oficial y las tarifas de los servicios públicos; y finalmente, implementar una reforma monetaria. Es decir, un nuevo marco legal para el Banco Central”.
Respecto de la educación, Patricia Bullrich entiende que: “Vamos a dar una gran cruzada por la calidad y la igualdad educativa que va a llegar a todas las aulas del país. No solamente en economía, también en educación necesitamos una política de shock. Vamos que recuperar el tiempo perdido para no sacrificar a otra generación”.
Sobre las decisiones a tomar en materia de seguridad, detalló: “Se va a realizar un despliegue inmediato de fuerzas federales a partir del 10 de diciembre en zonas críticas del país, particularmente en el Gran Buenos Aires; se creará un comando conjunto -previsto en la Ley de Seguridad Interior- en Rosario, que incluirá 5000 miembros de fuerzas federales, el apoyo logístico de las fuerzas armadas y la policía de Santa Fe; retomaremos la persecución del micro y macro tráfico; trabajaremos desde el primer día para terminar con el bloqueo y los piquetes, que extorsiona a la población entera”.
Bullrich consideró, sobre el final de su exposición: “Vamos a medir nuestro éxito en la medida que logremos inspirar a nuestros hijos para que quieran volver a la Argentina en lugar de querer irse de ella. A nosotros no nos pueden comprar porque nos guían principios por sobre todas las cosas. Vamos a demostrar que es posible construir una campaña política exitosa y generar cambios reales sin sucumbir a la influencia de intereses ajenos a las necesidades de la gente”.
“No busco el voto de los argentinos para hacer lo políticamente correcto. Busco ser presidenta porque creo que nuestro país debe encarar reformas muy profundas. Tengo tranquilidad de espíritu: estoy dispuesta a plantar árboles cuya sombra no se disfrute en mi gobierno”, dijo para cerrar su discurso.